Arriondas: "El Principado seguirá adelante con su idea de transformar el hospital en fundación pública"

Los trabajadores respaldaron en asamblea (foto de la derecha) la decisión del comité de empresa de rechazar la propuesta ofrecida por los gestores del centro 

Arriondas, Bárbara MORÁN para La Nueva España

No habrá marcha atrás. El Gobierno del Principado seguirá adelante con sus planes para transformar en pública la fundación privada que gestiona el Hospital del Oriente. Lo hará al margen de los trabajadores, que rechazaron ayer en asamblea su propuesta, como veinticuatro horas antes había hecho el comité de empresa. El Ejecutivo sostiene que su propuesta es «un compromiso adquirido» y «la única vía para garantizar la estabilidad y calidad asistencial a los usuarios del Hospital de Arriondas, igualándolas a un centro del Sespa (Servicio de Salud del Principado de Asturias)», según manifestó el presidente del patronato de la fundación Grande Covián y director general de Calidad e Innovación de Servicios Sanitarios, José Ramón Riera.

El Principado tiene muy claro el camino a seguir: en dos meses los nuevos estatutos del hospital serán realidad, y tres meses más tarde se hará efectivo el cambio de gestión. «Seguiremos adelante con estos plazos porque queremos lo mejor para este hospital», añadió Riera.

La otra cara de la moneda corresponde a la plantilla del hospital, que ayer subrayó que la propuesta del Principado no reconoce la carrera profesional y, por lo tanto, el pago del cumplimiento de objetivos, una de sus reclamaciones más insistentes. Además, la subida salarial que oferta el Principado es la cuarta parte del dinero que les correspondería percibir para equipararse a los profesionales sanitarios que trabajan en los hospitales integrados en el Sespa. El patronato asegura que el comité de empresa pidió «una cantidad desorbitada». «Se exigió más incentivación para sólo 190 trabajadores, los que tienen cinco años de antigüedad y para el personal médico. Ésta es la causa de la rotura de la negociación», manifestó Riera.

Las dos partes ni siquiera se ponen de acuerdo al señalar cuál de las dos se levantó antes de la mesa de negociaciones. Ambos se señalan mutuamente como los culpables del fracaso de las negociaciones. Los trabajadores se reunirán de nuevo mañana, viernes, para decidir si inician nuevas movilizaciones.