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Un poco de “predicación en el desierto” (por aquello de que estamos a 40 días y 40 noches del Congreso Confederal): ¡¡Fidalgo y Toxo!!.

Un poco de “predicación en el desierto” (por aquello de que estamos a 40 días y 40 noches del Congreso Confederal): ¡¡Fidalgo y Toxo!!.

Desde aquí os ponemos a disposición las entrevistas efectuadas Toxo y a Fidalgo por el diario “El Pais” ...

No como “esos” del circulante boletín titulado “+ NOTICIAS CONGRESUALES” ... ¡¡ya somos mayorinos para dejarnos manipular, oigan!!

 

ENTREVISTA: JOSÉ MARÍA FIDALGO Secretario general de CC OO

Fidalgo: "Es más una revuelta palaciega que una plataforma alternativa"

El IX Congreso Confederal de Comisiones Obreras, que se celebrará en Madrid entre los días 17 y 20 de diciembre próximo, ha tomado una deriva inesperada tras conocerse la intención de Ignacio Fernández Toxo de presentar su candidatura a secretario general del sindicato.

10-11-2008 EN el pais .- El actual secretario de Acción Sindical y dirigente de la mítica Federación del Metal durante 17 años disputará el cargo a José María Fidalgo, que aspira a renovarlo por tercera y última vez. A 40 días del congreso, la cita se presenta apasionante ya que los dos candidatos aseguran contar con respaldo suficiente. Toxo, que ha estado integrado en la corriente mayoritaria que encabeza Fidalgo, ha recibido el apoyo de las corrientes críticas que lideran Rodolfo Benito y Agustín Moreno, lo que provoca perplejidad en el actual secretario general, quien sostiene que muchas de las organizaciones, incluso críticas, le respaldan. Las tensiones del punto de partida no auguran, precisamente, muchas posibilidades de pacto para formar una candidatura única, algo que persiguen los dos candidatos, según asegura cada uno de ellos en las entrevistas que hoy publica EL PAÍS. En cualquier caso, afirman que tienen la intención de hacer una nueva cúpula ejecutiva que aglutine todas las tendencias y represente a las bases del sindicato, que durante los últimos años de mandato de Fidalgo ha elevado en medio millón el número de afiliados hasta alcanzar los 1,2 millones con que cuenta en la actualidad. Los dos también abogan por potenciar el diálogo social, cubrir todo el tejido productivo y llegar hasta la empresa más pequeña.

José María Fidalgo Velilla (León, 1948), médico traumatólogo, tiene un verbo fácil. Habla con una potente voz mientras desparrama sus dos metros de altura en la silla de su despacho de la sede de CC OO. A veces se muestra airado, aunque básicamente aparece tranquilo. Empieza la entrevista con ironía.

Pregunta. ¿Le ha sorprendido la nueva corriente que se ha montado para arrebatarle el puesto?

Respuesta ¿Qué corriente?

P. La que encabeza Toxo, ¿no se ha enterado?

R. Es que a mí Ignacio [Toxo] no me ha dicho nada. Estoy enterado por la prensa.

P. ¿Pero le sorprende o no?

R. No me sorprende. Pero sí me provoca perplejidades y extrañezas. Primera, algunas personas que se dice que estuvieron en la reunión del lunes no acudieron. Segunda, de los citados hay tres personas, Ignacio, Rodolfo [Benito] y Agustín [Moreno] que quisieron ser secretarios generales y no lo consiguieron. Y es que cada vez que el congreso rechaza a alguien como secretario general suele tener por costumbre montar una pandilla. Espero que esta vez sea la última. Tercera, ¿cómo es posible que las dos corrientes minoritarias, que están bastante desarmadas, congenien ahora con el secretario de Acción Sindical [Toxo] que ha conducido los últimos cuatro años las negociaciones colectivas contra las que han votado sistemáticamente? Por eso, me sorprende que ahora sea su adalid. Y la última es por qué se ha montado un debate cuando no hubo enmiendas a la ponencia confederal y los delegados para el congreso prácticamente están decididos.

P. Le acusan de no aceptar cambios.

R. ¿Cambios de qué?

P. Usted sabrá, yo no sé cuáles.

R. Es que yo tampoco. He leído con bastante estupor (en boca de nadie, por cierto) informaciones tildándome de autoritario o de tomar decisiones al margen de la organización. Eso es imposible, aquí las decisiones se toman por el máximo órgano. Como no sé quién lo dice, no voy a responder.

P. Pero lo tendrá identificado.

R. No, porque en los periódicos no se identifican. A mí esas cosas no me gustan; me parece una forma de funcionar, que es mala y cobarde. Estas cosas se discuten en los órganos y en último término, como dijo el Gran Capitán, del campo saldrá la verdad.

P. O sea que está dispuesto a llegar hasta el final.

R. ¡Estaría bueno! Yo voy a llevar para adelante lo que le estoy contando.

P. Antes ha dicho que Toxo, que por cierto no se llegó a presentar nunca, tiene la mala costumbre de montar pandillas.

R. No, no; Toxo, no. Yo he dicho que en este sindicato se ha reproducido desde los tiempos de Marcelino [Camacho] algo que parece una maldición bíblica: que el que quiere ser secretario general y el congreso le dice que no, tiene el hábito de montar un grupo. Y a eso le llaman favorecer el pluralismo. Yo creo que el sindicato está suficientemente maduro en relación a estas historias de ida y vuelta y sabrá lo que tiene que hacer. Por eso estoy tan tranquilo.

P. Conocía la reunión a la que se ha referido, a la que fueron varios secretarios generales, claro.

R. Aquí se conoce todo, pero cada uno se reúne con quien le da la gana. Sé que hay organizaciones que no han tomado decisiones y si ha ido el secretario general habrá ido a título personal. Pero tampoco he oído pronunciamientos. Que habrá organizaciones que mayoritariamente apoyen a Ignacio, pues tampoco sería anormal porque es una persona de trayectoria larga y reconocida en el sindicato.

P. ¿Cree que Toxo ha podido estar influido por esas corrientes?

R. No lo sé, de verdad. Ni soy psiquiatra ni psicoanalista.

P. ¿No cree que la presentación de Toxo fomenta la división?

R. Me remito a la primera respuesta. Parece una mala costumbre y la gente que practica eso nunca ha sido recompensada. Esto tiene más que ver con una revuelta palaciega que con la creación de una plataforma alternativa. Y esas operaciones en el sindicato son muy castigadas, porque no sólo tiene mucho instinto de supervivencia, sino también mucha ambición colectiva.

P. Toxo asegura que cuenta con apoyo suficiente para ganar.

R. También he leído que contaban con la simpatía del Gobierno y no se me va a ocurrir llamar a Zapatero. Si tuviera que creerme a pies juntillas lo que dicen, pues estaría loco. Hay gente que se puede creer hasta lo que dice después de haberlo publicado.

P. ¿Y si le ofrece formar una candidatura única?

R. A mí no me tiene que ofrecer nada. Yo no voy a negociar nada. Entre otras cosas porque yo hablo directamente con las organizaciones, no necesito ni comisionistas, ni intermediarios, ni portavoces de otros.

P. Le veo muy seguro.

R. Estoy, digamos, reconciliado conmigo mismo. Tengo otras preocupaciones, como son el ajuste del empleo, la caída de las empresas, el futuro de la política industrial del país, por si todos los parados tendrán cobertura...

P. ¿Usted por qué se presenta?

R. Yo expliqué en junio que me iba a presentar y para qué. Me lo pensé mucho y mucha gente me indicó que debía hacerlo. Me presento fundamentalmente porque creo que en los dos últimos mandatos la gestión ha sido exitosa, tanto en términos organizativos, como de afiliación (el sindicato tiene medio millón más de cotizantes que cuando yo llegué) y hemos ganado tres veces las elecciones. Yo no me atribuyo nada, y como sé que ahora viene muy mala he querido seguir porque no soy de los que dan la espantada. El sindicato va a pasar una situación de trabajo complicadísima y lo complicado no es el congreso. La gente está pensando en cómo le va a ir con la crisis.

P. ¿Qué prevé?

R. Mi objetivo es cerrar una lista única incluyendo en el equipo de gobierno a gente con capacidad para gobernar con el programa de acción no para que vengan y hagan oposición. Eso es imposible con un sindicato dividido. Los trabajadores no necesitan discursos, necesitan a los sindicatos.

P. Lo de la lista única también lo dice Toxo.

R. Podría contestarle: yo lo dije antes, yo soy el secretario general o yo tengo más apoyos. Pero, desde luego, como no se llega a una candidatura única es intentando componer una nueva facción. He hablado con secretarios que no son de mi corriente que me van a apoyar.

P. ¿Qué reformas plantea?

R. El programa de acción es público, aprobado por el confederal con más del 90%. Tiene que haber una comisión ejecutiva, un equipo de gobierno y un órgano máximo entre congresos cuya composición es ponderada en relación con el peso afiliativo.

P. ¿Y de puertas afuera?

R. Hay que funcionar mejor en las empresas, cubrir cada vez más tejido productivo, pelear abajo y fortalecer la acción sindical. Se ha avanzado bastante y se ha notado en afiliación. Además, continuaremos con las políticas activas, la mesa de política industrial y la de formación profesional.

P. ¿Cree que puede descuidarse la acción sindical?

R. No, hombre, no. Además él sabe que tiene un encargo que es sentarse a hablar de una nueva negociación colectiva que ya le hemos pedido a la CEOE para que los convenios colectivos sean pacíficos y sigan combinando la mejora de los salarios con la viabilidad de las empresas. Sólo falta que la CEOE componga el equipo.

ENTREVISTA: IGNACIO FERNÁNDEZ TOXO Secretario de Acción Sindical de CC OO

 

Toxo: "Me presento porque no hay disposición de cambio"

El actual secretario de Acción Sindical y dirigente de la mítica Federación del Metal durante 17 años disputará el cargo a José María Fidalgo, que aspira a renovarlo por tercera y última vez.

10-11-2008  en EL PAIS.- El IX Congreso Confederal de Comisiones Obreras, que se celebrará en Madrid entre los días 17 y 20 de diciembre próximo, ha tomado una deriva inesperada tras conocerse la intención de Ignacio Fernández Toxo de presentar su candidatura a secretario general del sindicato. El actual secretario de Acción Sindical y dirigente de la mítica Federación del Metal durante 17 años disputará el cargo a José María Fidalgo, que aspira a renovarlo por tercera y última vez. A 40 días del congreso, la cita se presenta apasionante ya que los dos candidatos aseguran contar con respaldo suficiente. Toxo, que ha estado integrado en la corriente mayoritaria que encabeza Fidalgo, ha recibido el apoyo de las corrientes críticas que lideran Rodolfo Benito y Agustín Moreno, lo que provoca perplejidad en el actual secretario general, quien sostiene que muchas de las organizaciones, incluso críticas, le respaldan. Las tensiones del punto de partida no auguran, precisamente, muchas posibilidades de pacto para formar una candidatura única, algo que persiguen los dos candidatos, según asegura cada uno de ellos en las entrevistas que hoy publica EL PAÍS. En cualquier caso, afirman que tienen la intención de hacer una nueva cúpula ejecutiva que aglutine todas las tendencias y represente a las bases del sindicato, que durante los últimos años de mandato de Fidalgo ha elevado en medio millón el número de afiliados hasta alcanzar los 1,2 millones con que cuenta en la actualidad. Los dos también abogan por potenciar el diálogo social, cubrir todo el tejido productivo y llegar hasta la empresa más pequeña.

Ignacio Fernández Toxo (Ferrol, 1952) empezó de aprendiz en el astillero Bazán (hoy Navantia), pero pronto acabó en tareas sindicales hasta llegar a ser uno de los pesos pesados de CC OO. Ofrece un discurso bien armado y fluido.

Pregunta. ¿Cuándo empieza a madurar la idea de presentarse?

Respuesta. Hace un año, más o menos, empiezo a ver que no hay disposición de cambio, que cada vez que nos aproximábamos a un tema se generaba un conflicto, que hay una concepción de la función de los órganos de dirección que obvian la realidad de los cambios que se han operado en el mundo del trabajo. Como veo que no hay voluntad de dirigir el sindicato a una reflexión, detecto que hay una corriente muy amplia de opinión que quiere impulsar una reforma de cierta importancia y que me preguntan por mi disposición; después de un proceso de maduración individual, llego a la conclusión de que era conveniente ponerme a disposición.

P. ¿Se siente el elegido?

R. Me imagino que algo de confianza habré generado en estos años y con la actitud que mostré en el relevo de Antonio Gutiérrez en 2000 cuando, teniendo la mayoría, renunciamos a presentar pelea porque creíamos que después de la crisis de 1995 no podía saldar el relevo con el surgimiento de una nueva.

P. ¿Se arrepiente de haberse retirado?

R. No, pero no estoy contento de cómo evolucionó, porque queríamos impedir una crisis y la tuvimos en 2002 con la salida de Rodolfo Benito.

P. ¿A qué aspira?

R. A que en el Congreso haya una sola candidatura. Tenemos que superar las viejas divisiones que han cuarteado y debilitado la dirección confederal y aprovechar el conjunto de potencialidades que la organización, la más importante numéricamente del país, tiene. Ahora se inicia un trabajo de aglutinar y abrir el debate para intentar que el conjunto se sienta reflejado en la ejecutiva.

P. ¿Y convencerá a Fidalgo?

R. No renuncio a convencerle, pero confío más en convencer al Congreso.

P. Y que el Congreso presione a Fidalgo.

R. No está planteado así. No sería justo achacarlo exclusivamente a la voluntad de Fidalgo. Confío que el debate permita situar condiciones para que las tesis se abran camino.

P. Pero si llegan a un acuerdo, ¿quién la encabezaría?

R. Creo que estoy en mejores condiciones que otros.

P. Es decir, que Fidalgo se retiraría.

R. No me parece en estos momentos que yo emplazase a Fidalgo a que se retirase.

P. Ha dicho una candidatura.

R. Puede haber una a la ejecutiva y más a la secretaría general, aunque no sería lo más deseable. Pensando en el equipo de gobierno que salga, la aspiración tiene que ser plural con una condición: lealtad con lo que se apruebe.

P. ¿Usted cree que la corriente mayoritaria aceptaría?

R. Hay tiempo para hablar, reflexionar y sustanciar compromisos. No creo que la estrategia desplegada en la última década tenga que ponerse patas arriba, entre otras cosas porque los que pensamos que esto tiene que cambiar éramos mayoría en la comisión del programa de acción que aprobó el congreso. Por tanto, no va a haber revolución, estamos comprometidos con el gobierno de las cosas que afectan a la sociedad y a los trabajadores desde el espacio del diálogo social, es un valor que el sindicato no puede perder de referencia.

P. Le apoyan Benito y Moreno, que lideraron corrientes que cuartearon el sindicato.

R. Eso se despeja fácil. Las trincheras ya están bastantes llenas. Hay una parte mayoritaria que tiene que ver lo que se ha venido configurando como la mayoría confederal, que ya me ha mostrado su convicción de pactar. Convendría no estigmatizar a nadie. Creo que lo fundamental es propiciar un amplio proceso de renovación. Acabar con las viejas referencias es fundamental.

P. ¿Cree que Fidalgo ha cambiado mucho?

R. Fidalgo y yo compartimos desde hace años que esta organización tiene que ser independiente, hemos compartido muchas cosas en relación con la política reivindicativa del sindicato y aspiro a que lo sigamos compartiendo.

P. ¿Qué reformas plantea?

R. Hay dos claves: superar la dinámica de divisiones internas que deriva en una suerte de balcanización y hacer un gobierno compartido entre las organizaciones del sindicato y la dirección elegida en el Congreso. El secretariado debería desaparecer y ser sustituido por una ejecutiva. Además, crear un comité confederal donde estén las organizaciones a través de sus secretarías generales.

P. Se eliminarían federaciones.

R. El tejido productivo español, nuestra presencia afiliativa y la dispersión geográfica, no dan para 12 federaciones como ahora. Con seis o siete podríamos estar presentes en el último centro.

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