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Rescindir el contrato en España es más caro, pero más fácil

Rescindir el contrato en España es más caro, pero más fácil

Zapatero enmienda al gobernador del Banco de España por pedir un despido más barato

El Presidente tacha las recetas de Fernández Ordóñez, nombrado por él, de «neoconservadoras»
PP y sindicatos también cargan contra el directivo, y la patronal rearma la exigencia de reformas

 

Madrid / Oviedo, Agencias para La Nueva España
La receta de Miguel Ángel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España, de ir a una reforma laboral que incluya un despido más flexible y barato para hacer frente a la destrucción de empleo ha avivado la confrontación que comenzó días antes con una protesta análoga de la patronal CEOE y que rápidamente cosechó el rechazo del Gobierno. José Luis Rodríguez Zapatero mostró ayer su contrariedad por las recomendaciones de Fernández Ordóñez, tesis que, pese al historial socialdemócrata del prestigioso economista madrileño, el Presidente ligó con el neoconservadurismo. «Ése no es el camino», dijo Zapatero. Aunque sin entrar en harina sobre el coste del despido, el PP también enmendó al primer ejecutivo del Banco de España por sembrar «alarmismos».

Anteayer, Fernández Ordóñez, nombrado por el propio Gobierno y con vínculos históricos con el PSOE -fue secretario de Estado con Felipe González en la Presidencia-, abogó por cambios «urgentes y pactados» en la regulación española del mercado laboral. Y aunque en el discurso pronunciado en Zaragoza trató de evitar que la reflexión sobre sus palabras se redujera a la indemnización por despido, no lo logró. En Zaragoza dijo que ese coste desincentiva la contratación y la creación de empleo. Zapatero replicó ayer que tales planteamientos «dan lugar a resultados no satisfactorios» y que por ahí no se llega a la recuperación económica.

Tras la presentación de los objetivos de la Presidencia española de la UE para el primer semestre del 2010, Zapatero subrayó que este tipo de propuestas y tesis «están dentro del catálogo de los postulados neoconservadores de no regulación, no intervención y de adelgazar el Estado del bienestar».

No obstante, el Presidente admitió que hay opiniones diversas sobre las «necesidades más imperiosas» para recuperar la competitividad y la productividad tanto en España como en Europa. «Hay algunas cosas que ha dicho el gobernador con las que estoy de acuerdo y otras que no», señaló el jefe del Ejecutivo, tras destacar que estas discrepancias suponen un «buen síntoma» de salud democrática.

Pese a las comentadas diferencias, Zapatero dejó claro que confía en la labor de Ordóñez. «Procuro nombrar a responsables de estas instituciones más que por sus fidelidades por su cualidades, y el gobernador las tiene bien acreditadas». Fernández Ordóñez fue designado por el Ejecutivo en 2006 como sucesor de Jaime Caruana.

Zapatero afirmó que lo que crea empleo es la actividad económica, y que una sociedad que cuenta con trabajadores con derechos, unos salarios cada vez mejores y un Estado de bienestar «sólido» es una economía «más competitiva».

El portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, también arremetió ayer contra el gobernador del Banco de España por lanzar lo que calificó como «mensajes que suponen más amenaza para los trabajadores». Montoro aseguró que ahora «su crédito es muy reducido» tras haber sido incapaz de «anticipar» los acontecimientos que han conducido a la actual recesión económica.

El ex ministro Hacienda de Aznar censuró que Fernández Ordóñez lance propuestas «cuasi alarmistas» ahora que España se encuentra «en mitad del incendio» de la recesión. A su juicio, la responsabilidad del Banco de España era haber anticipado los acontecimientos y plantear entonces reformas «razonables y sensatas» para mejorar las relaciones laborales «con acuerdo de los agentes sociales».

El tono de la CEOE sonó crecido ayer tras las manifestaciones de Fernández Ordóñez. El presidente de la patronal española, Gerardo Díaz Ferrán, advirtió ayer en Santa Cruz de Tenerife que, si empresarios y sindicatos no son capaces de llegar a un acuerdo en el marco del diálogo social ante la escalada del paro, «lo que tiene que hacer el Gobierno es gobernar, que está para eso». Ahora bien, precisó que «si por las circunstancias que sean no hay acuerdo, el que tiene que gobernar es el Gobierno».

Díaz Ferrán aseguró que «si no se acomete una reforma laboral cuando la crisis toque fondo, a España le costará más salir». E insistió en que la propuesta que hacen los empresarios no es sólo un abaratamiento del despido, sino que incluye desde la flexibilización del contrato a tiempo parcial, hasta rebajar el absentismo laboral. Los sindicatos, muy críticos también con Fernández Ordóñez, no se fían.

 

Rescindir el contrato es más caro, pero más fácil

España está entre los países de la UE con menos trabas al despido, aunque las indemnizaciones son de las mayores

 

Oviedo, Javier CUARTAS
España no está a la cabeza de Europa en dificultad de despido. Un informe del Banco Mundial con datos de 2007 atribuye a España un índice de dificultad de rescisión de contrato laboral de 30, inferior a Holanda (70), Portugal (50) y Alemania, Francia, Italia Grecia, Luxemburgo y Suecia (40), pero superior a Irlanda (20), Bélgica, Dinamarca y Reino Unido (10). El coste por despido sitúa a España en una media de 56 salarios semanales, menor que en Portugal (95) y Alemania (69), pero mayor que en Luxemburgo (39), Francia (32), Suecia (26), Grecia e Irlanda (24), Reino Unido (22), Holanda (17), Bélgica (16) e Italia (11).

Los sindicatos alegan además que España es el país europeo con mayor tasa de contratos eventuales, por lo que buena parte de la población laboral está sujeta a una mayor facilidad de despido y menor coste indemnizatorio.

El raudo crecimiento del paro en España en la actual crisis internacional, en una intensidad y celeridad sin parangón en la OCDE, es el argumento que esgrimen quienes ligan los modelos de contratación y las indemnizaciones por despido con ese virulento deterioro del mercado laboral. Sin embargo, con esa misma legislación y con esas mismas cuantías indemnizatorias, España fue en la época de bonanza internacional uno de los países que más empleo creó del área. Entre 1993 y 2007 España pasó de 12 millones de ocupados a más de 22 millones. Un aumento del 83,33% en 14 años. Sólo en los tres años anteriores a la crisis (2004-2007) España aumentó en 2 millones los afiliados a la Seguridad Social. La facilidad y rapidez con que España crea y destruye empleo tiene que ver sobre todo con su modelo de desarrollo, basado históricamente en sectores de baja cualificación, poco intensivos en tecnología, de escaso valor añadido, poco competitivos internacionalmente y, por todo ello, extremadamente dependientes del ciclo económico (para bien en épocas de prosperidad mundial pero para mal en tiempos de crisis).

En España el contrato temporal da derecho al cobro de 8 días por año de servicio cuando expira el plazo o finaliza la obra. En contratos indefinidos, si el despido es improcedente, la percepción es de 45 días por año trabajado con un límite máximo de 42 mensualidades. En despidos colectivos (ERE) y despidos objetivos por causas técnicas, organizativas, económicas y otras, se percibe el salario de 20 días por año con un máximo de 12 meses (cuando son aprobados) y de 45 días con un máximo de 42 meses si se declaran improcedentes. Los contratos de fomento de la contratación indefinida otorgan derecho a 20 días por año con límite de 12 meses si el despido es estimado y a 33 días por año con límite de 24 meses si es improcedente.

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