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Hoy, segundo día de la Huelga de Urgencias ...

Hoy, segundo día de la Huelga de Urgencias ...

El primer día de huelga en urgencias se salda sin incidentes y sin visos de solución

• El paro durará hasta el viernes, pero el SIMPA amenaza con nuevas movilizaciones si el Sespa no negocia

• Los convocantes aseguran que, pese a los servicios mínimos del 100%, «nos apoya la inmensa mayoría de médicos»

La Nueva España en su edición de hoy.

La primera jornada de huelga en los servicios de urgencias de los hospitales asturianos, desarrollada ayer, se saldó sin incidentes reseñables en la asistencia y sin perspectivas de acercamiento entre las dos partes en conflicto: el Servicio de Salud del Principado (Sespa) y el Sindicato Médico de Asturias (SIMPA).

De no mediar acuerdo, el paro de los médicos se prolongará hasta el viernes, si bien el Sindicato Médico de Asturias (SIMPA) advirtió ayer de que la persistencia de la Administración sanitaria en su negativa a la negociación puede abocar a los facultativos a una segunda convocatoria de huelga.

La demanda de los médicos (un colectivo de 187 profesionales de plantilla) se resume esencialmente en la exigencia de que los cambios organizativos que impulse el Sespa en los servicios de urgencias de sus hospitales no merme los derechos adquiridos en materia laboral y salarial. Los dirigentes del SIMPA sostienen que la reorganización que tienen planeada los responsables sanitarios, y que ya consideran esbozada en algunas medidas recientes, propiciarían una merma de sus retribuciones mensuales que oscilan «entre 600 y 1.000 euros al mes». El objetivo del Sespa es unificar unas condiciones que actualmente son muy heterogéneas en los diversos centros de la red pública.

Según las versiones de unos y de otros, el paro no generó grandes distorsiones en el servicio sanitario. Este balance parece bastante lógico, puesto que los servicios mínimos impuestos por la Administración son del 100 por ciento, una medida que el SIMPA llevará a los tribunales por considerar que anula el derecho a la huelga. Los dirigentes del Sindicato Médico enfatizaron que, pese a la imposibilidad de materializar el paro, «sabemos que la inmensa mayoría de los facultativos de urgencias secunda la movilización». Queda la duda, que la Administración quiere aclarar, sobre si el conflicto retrajo a algunos enfermos y la afluencia de pacientes fue inferior a la habitual.

El comité de huelga tildó de «simplemente protocolaria» la reunión entre el comité de huelga y el Sespa, convocada por la Administración regional. Algunos miembros del citado comité definieron el encuentro como «un paripé» con el que los representantes de la Administración «sólo pretenden no quedar ante la ciudadanía como los que se niegan a negociar».

El Sespa mantuvo ayer su laconismo de los últimos días. Su único pronunciamiento fue un comunicado difundido al final de la mañana, según el cual «el inicio de la huelga en urgencias (...) ha transcurrido con normalidad absoluta y sin ningún tipo de incidencia en los hospitales de la red pública asturiana». El Sespa añade que «los servicios mínimos establecidos se han cumplido en su totalidad y no se ha apreciado ningún impacto sobre la asistencia prestada».

El Hospital San Agustín, de Avilés, sí se vio saturado, hasta el punto de que el aumento de los ingresos obligó a «habilitar nuevos recursos de hospitalización», según otro comunicado de la Administración regional, que atribuye este intenso trasiego al «incremento de la incidencia de cuadros respiratorios, debido a diversas causas». «Estos problemas respiratorios están afectando sobre todo a algunos pacientes de más edad y a personas con patologías crónicas», precisa la nota.

«Esta huelga no es contra usted, no debe temer por su asistencia», afirmaba un cartel

«La actividad en el servicio de urgencias se viene realizando con todos los recursos disponibles dentro de los habituales parámetros de calidad y eficiencia», indicaba la nota del Gobierno asturiano referida al Hospital San Agustín. Según fuentes hospitalarias, al elevado número de pacientes de los últimos días se sumó ayer la puesta en marcha del sistema de radiografía digital en urgencias, circunstancia que ralentizó las pruebas de diagnóstico de traumatología. De ahí que las esperas fueran prolongadas.

Sin embargo, los médicos avilesinos querían destacar un mensaje: «Si confían en nosotros para atender a 600 pacientes en un fin de semana, también deben hacerlo para negociar». Los facultativos del San Agustín temen, al igual que sus colegas de los restantes hospitales, que la reorganización que propone la Consejería de Salud merme sus condiciones laborales, pactadas con la gerencia.

Un impreso distribuido en el aparcamiento del Hospital de Cabueñes, de Gijón, indicaba: «Esta huelga no es contra usted, no debe temer por su asistencia». Una aseveración que pareció cumplirse en los servicios de Urgencias del centro, a tenor de las consultas realizadas por este periódico a varios familiares de los afectados.

«Mi padre llegó hace unos minutos y ya le están atendiendo», afirmaba Alberto Gutiérrez. Junto a él, una veintena de familiares de otros enfermos aguardaba en la sala de espera. Joaquín Jesús Hevia llegó acompañando al hijo de su pareja y destacó la rapidez con la que fueron atendidos por el servicio de pediatría: «Nos han comentado que quizá sea un proceso vírico. No hemos notado ningún contratiempo».

Con tranquilidad se lo tomaba María Jesús Iglesias: «Desgraciadamente, tengo que venir muy a menudo para que atiendan a mi madre, de 88 años. Siempre estoy mentalizada para una larga espera. No sé si la huelga estará afectando, porque siempre suelo estar el mismo tiempo que hoy». El caso de Mercedes Centeno es similar. Tras acompañar a su tía Concepción, de 84 años, aguardaba tranquila una respuesta de los médicos tras un par de horas de espera: «No es la primera vez que venimos y hasta ahora no hay motivo de queja. No hay nada diferente a experiencias anteriores».

Menos complaciente se mostraba José Antonio Vázquez González, quien acompañó a su suegra al Hospital Central de Asturias. Llegaron a las cuatro de la madrugada y, cerca de las doce del mediodía, continuaban pendientes de hospitalización. Las iras de este gijonés residente en La Foz de Morcín se centraban en el Gobierno regional: «Seguro que si fuéramos parientes de un pez gordo habría cama, pero como somos unos probes...».

«Si el Sespa no quiere negociar con el SIMPA, que lo haga con nosotros, que conocemos perfectamente la problemática»

Médica de urgencias del Hospital Valle del Nalón

«Todos los pacientes fueron bien atendidos. Si hubo retrasos, fue por la acumulación de enfermos del fin de semana»

Dirigente del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA)

El SIMPA destaca «la comprensión de los pacientes y familiares» ante el conflicto

Oviedo, La Nueva España

«Nos ha sorprendido favorablemente la receptividad de los pacientes y los familiares cuando les explicamos las razones del conflicto», señaló ayer Ricardo Baldonedo, dirigente del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA) y uno de los promotores de la huelga. Baldonedo enfatizó que todos los enfermos que ayer acudieron a los servicios de urgencias de los hospitales públicos «fueron atendidos adecuadamente». Y agregó que si se produjeron retrasos en los ingresos en planta «fue debido a la acumulación de pacientes del fin de semana que es habitual los lunes».

En la zona de urgencias del Hospital Central de Asturias eran bien visibles los carteles amarillos que indicaban: «Urgencias hospitalarias en huelga». También estaban colgadas en las paredes notas explicativas que, dirigidas a los usuarios, señalaban: «Queremos aclararle que en todo momento usted será atendido adecuadamente y con la máxima diligencia que podamos».

El comunicado añadía que la Consejería de Salud «nos ha llevado a esta huelga no deseable para nadie porque se niega a dialogar con nuestros representantes y trata de imponer unas nuevas condiciones laborales perjudiciales y distintas de las del resto de los médicos que trabajan con nosotros en el hospital». La nota concluye enfatizando: «quieren pisotear nuestros derechos laborales a nuestras espaldas, y la huelga es para evitarlo».

Entre tanto, varios médicos de urgencias del Hospital Valle del Nalón se ofrecieron ayer voluntarios para mediar en el conflicto. Su portavoz, Conchita Saavedra, explicó que se trata de un colectivo «no afiliado al SIMPA» pero que está a favor de la movilización. «Si el Sespa no quiere negociar con el Sindicato Médico, que lo haga con nosotros, que conocemos perfectamente la problemática existente en el servicio».

Saavedra indicó que las peticiones de los médicos de urgencias pretenden «dar estabilidad a las plantillas» y reconocer «los derechos laborales de las personas que llevan años en el servicio» equiparándolas a cualquier otro especialista. «Los médicos en ningún caso pretendemos perjudicar a los usuarios. La calidad del servicio está garantizada», afirmó la médica.

AMBAS PARTES MANTIENEN UNA REUNION QUE CONCLUYE EN FRACASO.

El primer día de paro en urgencias no afecta a la atención a los pacientes

La escasa afluencia por la mañana y la saturación por la tarde fueron las dos notas más destacadas.

Los médicos se plantean prolongar la huelga más de cinco jornadas si el Sespa se niega a negociar.

24/03/2009 PABLO ZARIQUIEGUI para La voz de Asturias

Una menor afluencia de pacientes por la mañana y una situación cercana al colapso por la tarde fueron las notas más destacadas de la primera jornada de huelga médica en los servicios de urgencias de los hospitales públicos de Asturias. Así lo indicó ayer el Sindicato Médico Profesional de Asturias (Simpa). Antonio Matador, facultativo de urgencias y portavoz del colectivo, subrayó que el primero de los cinco días de paro transcurrió con normalidad y sin incidentes. Matador recordó que la Administración sanitaria fijó unos servicios mínimos del 100% y aseguró que todos los médicos estuvieron en sus puestos y atendieron a la totalidad de los pacientes que se acercaron hasta los servicios de urgencias. Fue la única coincidencia con la Administración. El Servicio de Salud subraya también que el paro no afectó en nada a la asistencia sanitaria de urgencias.

El portavoz del colectivo en paro, que aglutina a los cerca de 200 facultativos de urgencias, aseguró que lo más notable de la jornada fue la menor afluencia de pacientes a los hospitales durante la mañana. Antonio Matador, que recogió datos de los delegados sindicales en los distintos centros, manifestó que existe una coincidencia de que acudieron hasta los servicios de urgencias menos pacientes de los esperados, máxime, si cabe, un lunes, que suele ser una jornada de fuerte presión asistencial tras el paréntesis del fin de semana. El Simpa argumenta que la reducción en la afluencia de pacientes se debió fundamentalmente al conocimiento por parte de los usuarios del inicio de una huelga en las urgencias hospitalarias. Este periódico pudo comprobar de hecho que la presencia de pacientes en la sala de espera a mediodía de ayer era baja en el Hospital Universitario Central de Asturias. La mayoría de los usuarios aseguraban ser atendidos sin problemas, aunque algunos de ellos se quejaban por los tiempos de espera, normales en los servicios de urgencias hospitalarias. La situación cambió a media tarde. El portavoz del Simpa aseguró, tras recoger la información de los delegados sindicales de los diferentes centros, que los servicios hospitalarios se encontraban al borde de la saturación. Matador quiso entender que quizá los usuarios esperaron a ver el desarrollo de la jornada y decidieron, por último, dado que la atención estaba garantizada, acudir a urgencias.

Antonio Matador manifestó que la práctica totalidad de los médicos de urgencias hospitalarias, poco menos de 200, secundaron la huelga. El impacto sobre la asistencia fue mínimo por dos condicionantes. Primero, porque el propio sindicato convocante manifestó desde el primer momento su voluntad de no dañar a los pacientes. "Serán atendidos de forma exquisita", indicaron los portavoces del Simpa. Y, segundo, porque el Servicio de Salud del Principado decretó unos servicios mínimos del 100% o incluso mayores. De hecho, los mínimos han sido motivo de una impugnación general por parte del Simpa al entender que conculcan

Las salas de espera de los hospitales aparecieron ayer forradas de carteles avisando a los pacientes de las razones de la huelga. Los facultativos, representados por el sindicato convocante, el Simpa, justifican los paros por la intención de la Administración autonómica de modificar sus condiciones laborales. La premisa que rechazan los médicos se resume en una frase: más trabajo y menos sueldo. Matador señaló, a título de curiosidad, que en el hospital de Cabueñes, al margen de los facultativos de mínimos, acudieron ayer cinco médicos más para informar a pie de consulta a los usuarios sobre la situación de la huelga.

En otros hospitales, igualmente, los médicos repartieron octavillas con información sobre los motivos del paro. Matador subrayó ayer que, más allá del impacto de la huelga sobre los pacientes, la protesta se está haciendo notar por su repercusión ante la opinión pública. Todo el mundo sabe ya que existe una huelga de los médicos de urgencias. "Eso ya es un impacto; la Administración está preocupada", dijo. Los facultativos, fieles a lo prometido, no llevaron a cabo ayer ninguna actividad que sobrepasara lo estrictamente asistencial. Así, no realizaron ningún trabajo burocrático ni supervisaron la docencia MIR, esto es, los médicos en formación no pudieron realizar su labor, pese a que la huelga no les afectaba.

De acuerdo con lo que marca la ley, el comité de huelga y el Sespa se vieron ayer las caras en una reunión que duró casi una hora y media. El Simpa manifestó, al término del encuentro, que se trataba de un "puro trámite" que concluyó sin avances. Fue el de ayer un diálogo de sordos que terminó sin el más mínimo acercamiento. En este contexto, la pregunta que se plantea ya es qué va a pasar transcurridos los cinco días de huelga. Antonio Matador manifestó ayer que el sindicato confía todavía en que la Administración acepte y les llame a una negociación seria y de verdad. El representante de los facultativos advierte también de que nadie se puede llamar a engaño. Si el Sespa no mueve ficha tras este primer paro de cinco días, los facultativos radicalizarán el conflicto. Los médicos barajan varias opciones y, entre ellas, no descartan la posibilidad de convocar un paro indefinido. Se plantean además alternativas, a más largo plazo, como institucionalizar el conflicto al estilo de lo que sucede ya con la Atención Primaria. Sus colegas de los centros de salud, con escaso desgaste público, han conseguido hacer daño a la Administración gracias a su profusa aparición en los titulares de la prensa, la radio y la televisión.

las posturas.

Dos visiones encontradas

24/03/2009

El Gobierno del Principado y el Sindicato Médico Profesional de Asturias mantienen visiones diametralmente opuestas sobre el conflicto de las urgencias hospitalarias.

LOS MEDICOS

El Sindicato Médico Profesional de Asturias (Simpa) argumenta que la Administración del Principado pretende cambiar las condiciones laborales de los facultativos. El Simpa se acoge a un decreto, hecho público en un BOPA de finales de enero, que recoge una modificación de la jornada. Los facultativos pasarían así a desempeñar una jornada ordinaria de mañana, tarde o noche y podrían llegar a perder entre 600 y 1.000 euros en sus nóminas mensuales.

LA ADMINISTRACION

El Gobierno del Principado, a través del Servicio de Salud, niega la mayor y manifiesta que no existe ningún cambio en las condiciones actuales de estos profesionales. La Administración autonómica admite, eso sí, que está en su ánimo introducir modificaciones en la organización de urgencias derivadas del acuerdo suscrito en octubre del año pasado con UGT y CCOO. El pacto no fue firmado por el Simpa. Elena Arias, gerente del Sespa, manifestó en su única comparecencia pública por este tema que no tiene previsto empeorar las condiciones laborales o económicas de los médicos de urgencias.

El Servicio de Salud quita importancia a la huelga

El Sespa dice que no se registraron incidencias durante la jornada de paro.

 

24/03/2009 PABLO ZARIQUIEGUI, para La Voz de Asturias

El Servicio de Salud restó ayer importancia al paro de los médicos de urgencias de los hospitales públicos. El Sespa aseguró que la huelga transcurrió con normalidad, sin incidencias y con un cumplimiento estricto de los servicios mínimos. La Administración sanitaria asturiana se negó a concretar, sin embargo, cuántos facultativos apoyaron la huelga.

El comunicado hecho público ayer por el Servicio de Salud, de apenas cinco líneas, dice más por lo que calla que por lo que afirma. Desde el principio, la Administración sanitaria asturiana ha tratado de quitar trascendencia al paro de los facultativos. El Servicio de Salud, de hecho, no compareció públicamente hasta el mismo día en que se hizo oficial la convocatoria para desmentir, eso sí, que existan razones que justifiquen el paro. La nota se limita a señalar que desde el inicio de la huelga, a las 0.00 horas del día 23, la normalidad ha sido la nota más destacada. La Administración asegura que los mínimos se han cumplido en su totalidad y manifiesta que no se ha apreciado impacto sobre la asistencia.

 

La huelga reduce la afluencia a Urgencias y el Principado dice que «no tiene ningún impacto»

24.03.09 - A. VILLACORTA, OVIEDO / GIJÓN, para EL COMERCIO

El paro hizo desistir a algunos pacientes de acudir al médico por la mañana, pero la asistencia se reactivó por la tarde

El Simpa amenaza al Sespa con «prolongar la protesta todo lo que sea necesario» y alerta de «sus efectos a medio plazo»

No hubo colapso, sino desahogo. Una pegatina en las batas de los médicos y decenas de carteles repartidos en las salas de espera y adheridos a los muros fueron lo único extraño que advirtieron los pacientes que acudieron ayer a los servicios de Urgencia de los hospitales asturianos. Era lunes, un día tradicionalmente «pesado» en Urgencias, con mucha gente decidida a acudir al médico, y la primera de las cinco jornadas de la huelga en las urgencias hospitalarias convocada por el Sindicato Médico (Simpa), un paro que, según informó el Servicio de Salud (Sespa), no tuvo «ningún impacto» sobre la asistencia prestada.

El Simpa sí señaló que la protesta provocó una menor afluencia de pacientes al servicio, estimada en unas 1.400 visitas diarias, un extremo que también confirmaron algunas de las personas presentes en los centros hospitalarios, aunque precisó que «la asistencia se reactivó en gran medida por la tarde».

Un decálogo elaborado por los médicos en pie de guerra les informaba de que reaccionaban ante la pretensión del Servicio de Salud del Principado de modificar unilateralmente sus condiciones de trabajo.

Uno: «No pedimos más dinero». Dos: «Queremos que todos los ciudadanos tengan la misma calidad de atención en las Urgencias hospitalarias y la misma accesibilidad». Tres: «Queremos tener los mismos derechos y deberes que el resto de médicos del hospital». Cuatro: «Queremos participar en la organización de los servicios de Urgencias hospitalarias». Y cinco: «Queremos condiciones laborales que nos permitan atenderle con calidad».

Con esas justificaciones sobre la mesa, la jornada transcurrió sin hechos destacables en los siete hospitales que secundaron la protesta (Central, Cabueñes, San Agustín, Valle del Nalón, Álvarez-Buylla, Jarrio y Cangas del Narcea). Y así, según el Sespa, «la huelga iniciada a las 00.00 horas se llevó a cabo con normalidad absoluta y sin ningún tipo de incidencia en los hospitales de la red pública asturiana».

«Los servicios mínimos establecidos se han cumplido en su totalidad y no se ha apreciado ningún impacto sobre la asistencia prestada», señaló el Sespa a través de un comunicado.

Desde el Simpa, su portavoz de Urgencias, Antonio Matador, destacó también la normalidad, ya que el cien por cien de los profesionales convocados se encontraban prestando los servicios mínimos fijados por la Administración. Porque, aunque la práctica totalidad de los 187 médicos que trabajan en Urgencias -además de otros tantos residentes y especialistas que hacen guardias en el servicio- estaba dispuesto a secundar el paro, precisó, todos estaban también «obligados a trabajar». De nada sirvió la enésima reunión -hora y media de «discusiones peregrinas»- entre el comité de huelga y el Sespa, a última hora de la mañana. Fue, en palabras de Matador, un encuentro «de trámite».

«Como no hubo incidencias, piensan que van a salir de rositas de esta huelga», advirtió al Sespa el vicepresidente del Simpa, Ricardo Baldonedo, que aseguró que prolongarán la protesta «todo lo que sea necesario» y que los hospitales empezarán a resentirse «a medio plazo». Hoy, segundo día de paro en boxes.

 

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