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Jiménez pide un esfuerzo adicional, en esta ocasión, al personal sanitario para evitar su contagio y, sobre todo, el de las personas enfermas a las que atienden ...

Jiménez pide un esfuerzo adicional, en esta ocasión, al personal sanitario para evitar su contagio y, sobre todo, el de las personas enfermas a las que atienden ...

Sanidad pide «responsabilidad» del personal sanitario para que se vacune contra la gripe A

A. VILLACORTA | OVIEDO, para El Comercio

El Ministerio de Sanidad adquiere 400.000 dosis «sin activar» especiales para las embarazadas

El Gobierno central estudia si el excedente se comercializará o si se guardará para el año que viene

Comienza la batalla contra la gripe A. Más de 200.000 asturianos, alrededor de un 20% de la población del Principado, podrán ser vacunados contra el virus N1H1 a partir del próximo lunes, día 16, fecha de inicio de la campaña de inmunización de manera simultánea en todo el territorio nacional.

La ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, anunció ayer que su departamento distribuirá por todas las comunidades diez millones de dosis para inmunizar a las personas incluidas en los grupos de riesgo (las embarazadas, los trabajadores sociosanitarios y de los servicios públicos esenciales, así como los mayores de seis meses con patologías crónicas) y apeló especialmente a «la responsabilidad» del personal sanitario para que se proteja contra la infección.

El día 16 estarán ya disponibles cuatro millones de dosis en los centros de salud, que recibirán las restantes esa misma semana. Las vacunas se suministrarán en una sola dosis a toda la población elegida, excepto, de momento, a los niños con edades comprendidas entre seis meses y dos años, que recibirán dos. No obstante, Jiménez admitió que lo más probable es que estos menores también reciban una única dosis, si bien se está a la espera del consejo de las autoridades internacionales.

La campaña de inmunización se extenderá al menos durante un mes, aunque esta previsión tampoco está cerrada. Lo que sí confirmó la ministra es que, como estaba previsto, los destinatarios de la vacuna no han variado y son los mismos que los de los países de nuestro entorno. Aconsejó además que las personas que se encuentren en algún grupo de riesgo pregunten en sus centros de salud, a los médicos de familia o a las enfermeras sus dudas sobre la vacuna, máxime cuando Sanidad mantiene la «recomendación firme» de que todos los colectivos diana acudan a inmunizarse. E insistió en que la vacuna ha demostrado su «seguridad y eficacia» en aquellos países donde ya ha comenzado la campaña de vacunación.

«Una enfermedad leve»

En el caso de las embarazadas, se les suministrará una vacuna «sin activar». Es decir: sin adyuvante para añadir un plus de seguridad, una sustancia que aumenta la respuesta inmune a la vacuna, lo que permite que se necesite menos cantidad de vacuna para obtener una inmunidad satisfactoria.

El Gobierno ha adquirido a la compañía farmacéutica Sanofi Pasteur 400.000 dosis de esta vacuna sin adyuvante para las embarazadas y ahora se está a la espera de que, previsiblemente el día 16, se reciba la pertinente autorización para vacunar. Jiménez dijo que, por esa razón, se prevé que las embarazadas comiencen a vacunarse dos o tres días después de la fecha de inicio de la campaña.

«Hay vacunas más que suficientes» para cubrir a los colectivos prioritarios de inmunización», resumió la ministra, que cree que a estos colectivos vulnerables se destinarán 10 de los 37 millones de tratamientos que compró el ministerio en previsión de que se emplearan dos dosis o de que se ampliaran los grupos susceptibles de vacunación. En cuanto al excedente, se estudiará si se comercializa o si se guarda para el próximo año. Jiménez insistió finalmente en que la población sana no tiene necesidad de vacunarse porque, a pesar de la alarma, la gripe A es «una enfermedad leve».

 

Los médicos asturianos, reacios a la vacuna «por su escasa efectividad»

12.11.09 - A. V. | OVIEDO, para El Comercio

La propia ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, lo admitió ayer: los trabajadores sanitarios son «tradicionalmente reacios a vacunarse», pero, a pesar de saberlo, les pidió un esfuerzo adicional en esta ocasión para evitar su contagio y, sobre todo, el de las personas enfermas a las que atienden y que pueden sufrir complicaciones de sus patologías. Y no se equivocaba Jiménez en lo de «reacios».

José Luis Sánchez Barbero, secretario general del Sindicato Médico del Principado (Simpa), alejado del ejercicio de la profesión en activo, explicó ayer que él, personalmente, no se vacunará. Y que, «aunque ejerciese como médico, tampoco lo haría».

La razón fundamental que esgrime el secretario general del Simpa para no inocularse es que «la vacuna tendrá la misma efectividad que la de la gripe normal». Es decir: escasa. «No pasará del 40%», aseguró.

«No podemos vacunarnos por el mero hecho de ser personal sanitario», subrayó Barbero, que, no obstante, considera que «cada persona debe obrar según su propio criterio». Criticó, eso sí, la actitud de las autoridades sanitarias, una actitud variable en la que «lo grave es que se está desorientando al personal con voces discordantes».

«Si lo que buscan es que desaparezcan las bajas laborales no lo conseguirán. Disminuirán algo, pero no mucho», calculó, por último, el portavoz de los facultativos asturianos, que se mostró bastante más combativo que la representante del sindicato de enfermería, Margot Marqués.

«Los trabajadores sanitarios siempre actúan con responsabilidad. La ministra está en su derecho de aconsejar que se vacunen, pero, si alguien tiene conocimiento y sabe cómo debe de actuar, son ellos», concluyó la portavoz del Satse, que zanjó: «Se vacunarán si realmente están en riesgo».

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