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El retraso de la puesta en marcha de la hemodinámica de Cabueñes…

El retraso de la puesta en marcha de la hemodinámica de Cabueñes…

GIJÓN

40 días de espera para el cardiólogo

Cerca de un millar de gijoneses fueron derivados en 2009 a Oviedo para someterse a un estudio hemodinámico

02.05.10 - LAURA FONSECA, GIJÓN, en El Comercio.

El corazón suele estar reñido con la espera. Sobre todo, en sanidad, donde la celeridad en la atención al enfermo no siempre está a la orden del día. Las demoras que suelen acumular las consultas de Cardiología de la sanidad pública son un punto negro contra el que desde hace años luchan, con escaso éxito, los gestores sanitarios. Cada cierto tiempo, los diferentes gobiernos (lo hicieron tanto socialistas como populares) ponen en marcha planes de choque para aligerar las abultadas listas de espera coronarias. En Gijón, el debate abierto por el retraso en la apertura de la unidad de hemodinámica de Cabueñes ha vuelto a sacar a la luz demoras que no siempre son bien recibidas o entendidas. Actualmente, los pacientes de Cabueñes que acuden por vez primera al cardiólogo aguardan, de media, 40 días. La cifra, aunque elevada, es más baja que la de un año atrás, cuando llegaba a dos meses. Igualmente, el tiempo se ve rebajado a 15 días para casos considerados 'preferentes'.

Con todo, el propio gerente de Cabueñes, Luis Hevia, precisó días atrás que los enfermos urgentes que requieren de atención hemodinámica «no esperan» y que si el caso lo requiere son enviados a Oviedo de inmediato, donde de momento funciona la única unidad coronaria y vascular de la sanidad asturiana. No obstante, algunos pacientes no tan graves pero sí con el corazón algo «comprometido» acaban siendo hospitalizados en Gijón para poder acelerar el proceso y 'sortear' así la espera normal para llegar al HUCA (tres meses y medio para un cateterismo), a donde son enviados en ambulancia a los pocos días de ingresar en Cabueñes.

A tenor de las estadísticas, está claro que el corazón de los gijoneses demanda cada vez más atención. Los datos asistenciales que maneja el Hospital de Cabueñes dan cuenta de un incremento notable en el número de pacientes que acuden al cardiólogo. En 2009, sin ir más lejos, la cifra de primeras consultas para Cardiología aumentó en un 50%. Fueron 4.870 los gijoneses que acudieron por vez primera a un especialista del corazón. 1.600 enfermos más que apenas un año antes.

Según pudo saber EL COMERCIO, el área de Cardiología batió récord de pacientes el pasado año. En total, se contabilizaron 15.400 consultas (4.870 son las de pacientes primerizos). De ellas, de las más de 15.400, 11.240 tuvieron lugar en el propio hospital. El resto corresponde a las consultas habilitadas en el antiguo ambulatorio de Pumarín y en Puerta de la Villa. Pero, ¿a qué se atribuye este incremento? ¿Es verdad que la salud coronaria ha empeorado y que por eso las consultas cardiológicas se llenan? Los especialistas aseguran que existen varios motivos. Por un lado, está el constante envejecimiento de la población, una tendencia que hace que las dolencias del corazón crezcan. Pero no es lo único. La mejora en las técnicas coronarias y vasculares que se aplican y el mayor acceso a determinadas pruebas diagnósticas por parte de los facultativos de Primaria, son otras de las causas. El hecho de que los médicos de los centros de salud puedan realizar electrocardiogramas, por ejemplo, no ha tenido el efecto del todo esperado. Se pensaba que acercar este tipo de pruebas a Primaria contribuiría a reducir la presión sobre los especialistas. Pero no está resultando del todo así, ya que las derivaciones al hospital se han intensificado en pocos meses. Eso, pese a que Cabueñes puso en marcha una experiencia novedosa: habilitar un busca para que los médicos de familia puedan contactar con los cardiólogos y resolver sobre la marcha dudas que tengan acerca de un paciente. Se trata, en todo caso, de «un aspecto a mejorar», precisan los facultativos de Primaria y Especializada consultados.

Descongestionar la atención

Precisamente, la idea de montar una unidad de hemodinámica en Cabueñes surgió para intentar descongestionar la atención coronaria en Gijón, donde la espera para someterse a un cateterismo en Oviedo ronda los 3,5 meses (siempre que el caso no sea grave o preferente). Actualmente, el HUCA es el único hospital público de Asturias que dispone de esta prestación. La unidad de hemodinámica del Central trabaja a doble turno y dispone de un servicio de guardia de 24 horas. Así y todo, le resulta ciertamente difícil poder atender con celeridad la demanda de toda la región. De ahí que las demoras se disparen por temporadas. En 2009, el servicio de hemodinámica del HUCA practicó 3.987 exploraciones coronarias (la cifra incluye cateterismos y angioplastias). De ellas, 1.379 fueron de pacientes derivados desde Gijón, Langreo y Arriondas, áreas sanitarias que hipotéticamente iban a verse beneficiadas por la apertura de la unidad de hemodinámica de Cabueñes, actualmente paralizada por la falta de dotación de equipos y de personal.

La creación del servicio vascular y coronario de Gijón se vinculó al proyecto de ampliación y reforma del hospital, cuyos trabajos finalizaron el pasado mes de marzo. La obra civil requirió de una inversión de 9,4 millones de euros y tocó a su fin tras dos largos años de ejecución. Ahora se necesita de al menos otro millón y medio de euros más para que el servicio pueda empezar a andar. Este es el coste estimado para la adquisición de un arco quirúrgico (valorado en un millón de euros) que se encargaría de realizar cateterismos y angioplastias y para dotar de instrumental y aparataje a los dos nuevos quirófanos coronarios.

«Acompasar las inversiones»

Pero el consejero de Salud, Ramón Quirós, echó un jarro de agua fría a las aspiraciones de la ciudad cuando confesó el pasado jueves, en los pasillos del Parlamento regional, que había dificultades económicas y que el inicio de la hemodinámica se vería demorado. Quirós habló de la necesidad de «acompasar las inversiones con la realidad económica» y advirtió de que la Consejería de Salud no podía abrir un nuevo servicio en Gijón si no tenía garantizados ingresos futuros para su mantenimiento.

De esta forma, el titular de Salud no sólo se refería a la dificultad para encontrar financiación para comprar el equipamiento tecnológico, sino también para realizar nuevas contrataciones de personal. No hay que olvidar de que la apertura de hemodinámica, un servicio que viene acompañado de una UCI coronaria de siete camas y un hospital de día de seis plazas, necesitará plantilla. Según datos que el gerente del hospital facilitó a la Junta de Personal, la unidad hemodinámica requerirá en global de 10 enfermeras y 8 auxiliares de enfermería, amén de algún cardiólogo más. En la actualidad, el servicio de Cardiología de Cabueñes dispone de 13 especialistas. Esta cifra incluye al hemodinamista de Cabueñes que desde junio de 2007 está en el HUCA, en la sala cuyo equipamiento pertenece a Gijón y que el hospital gijonés pretende ahora recuperar.

La demora en hemodinámica, un proyecto por el que el movimiento vecinal gijonés lleva tiempo peleando al igual que lo hizo en su día con la radioterapia, ha disparado las alarmas. Los vecinos temen que el servicio pierda fuelle y que no sea abierto en las condiciones en las que estaba previsto. Eso, a pesar de que el consejero de Salud insistiera en que su departamento «mantendrá los compromisos adquiridos». La cada vez más cercana inauguración del HUCA, donde habrá una «gran unidad de hemodinámica», podría hacerle sombra a las aspiraciones de Gijón. En tiempos de crisis y cuando se habla de rentabilizar servicios sanitarios e inversiones no sería descabellado que el Servicio de Salud apostara por mantener concentrada en Oviedo, al igual que ahora, la atención coronaria de carácter más complejo.

Pero los vecinos no son los únicos temerosos por el futuro de la hemodinámica de Cabueñes. El PSOE local también mostró públicamente su preocupación y así se lo trasladó al consejero de Salud, que se ha comprometido a estudiar una solución para poder desbloquear el proyecto.

El 60% de los cateterismos se usan para curar la dolencia

El cateterismo es un procedimiento complejo, pero de riesgo bajo para el paciente. Se trata de una prueba que aporta datos imposibles de obtener con otras técnicas. Para la realización de este examen el paciente suele ser sedado para que se relaje. Seguidamente, se habilita una vía intravenosa en uno de los vasos sanguíneos del brazo, el cuello o la ingle. A través de esa vía se introduce un catéter, que sube por el vaso sanguíneo hasta el corazón. Una máquina de rayos X va reproduciendo imágenes en tiempo real y los médicos van observando si hay algún daño coronario. Cuando la exploración se emplea para desobstruir arterias, se lo denomina angioplastia. El 60% de los cateterismos son terapéuticos, es decir, se usan para curar.

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