Blogia
La información es la base de tu opción ... y nosotros nunca te la ocultamos.

Por GERMÁN TEMPRANO

Por GERMÁN TEMPRANO

Los puños de Rodiezmo

La obscenidad de conocer día sí y día también los beneficios de miles de millones de euros de bancos y grandes empresas o las pensiones multimillonarias de ejecutivos financieros sólo es equiparable a la indecencia que supone que el desastre económico que ellos generaron se trate de sofocar con las estrecheces de quienes han sido las víctimas de su brutal avaricia.

NUEVATRIBUNA.ES

La caligrafía del socialismo no se ciñe a saberse más allá del estribillo de La Internacional ni a levantar el puño en Rodiezmo para pegar luego la foto en el álbum justo después de las de la boda del primo Enrique. La liturgia acaso sea más cómoda y emotiva para quien considera que uno es lo que es simplemente por decirlo o por aparentarlo. Sólo desde este fanfarronismo ideológico se entiende que un gobierno que se pregona de izquierdas haya acometido un recorte social que hubiera indigestado el té de las cinco a la propia Thatcher.

De nada sirve ese gesto compungido de Zapatero para hacernos partícipes de que él lo siente como el que más. Seguro que mucho más lo lamentan aquellos socialistas de a pie que no tratan de tú a Botín en la intimidad del Palacio de la Moncloa pero que conocen el nombre de todos y cada uno de los pensionistas de su pueblo y les resulta ahora más difícil mirarles a la cara. Y mucho más aún explicarles, a pesar de la doctrina del señor Blanco desde el púlpito de La Noria, cómo es posible que sus ya de por sí escuálidas nóminas se congelan mientras el impuesto que gravaba a quienes más tienen sigue suprimido por orden y decreto de quien hoy pide sacrificios a aquellos que menos tienen.

La obscenidad de conocer día sí y día también los beneficios de miles de millones de euros de bancos y grandes empresas o las pensiones multimillonarias de ejecutivos financieros sólo es equiparable a la indecencia que supone que el desastre económico que ellos generaron se trate de sofocar con las estrecheces de quienes han sido las víctimas de su brutal avaricia.

Ni el aluvión de siglas bajo las que se pretende sepultar este disparate social, llámese FMI o UE o BCE, ni las tesis interesadas de estas eminencias de la economía que cobran por dos horas de conferencia el triple de lo que se paga al mes por esas pensiones de viudedad que aconsejan recortar, alivian en nada esta descomunal falta de vergüenza política y de atributos ideológicos. Está visto que para gobernar hace falta algo más que dos talantes.

Aún así hay quien cree que, por el contrario, este atropello es todo un ejemplo de valentía y audacia. Entre los primeros el ex ministro Solbes para quien es todo un acto de osadía limítrofe con la temeridad que el gobierno de ZP baje el sueldo a un maestro rural en vez de subir los impuestos a los beneficios empresariales. Algo tan revolucionario que, en ese país en el que antes íbamos a comprar albornoces y ahora algunos deberían ir a aprender algo de justicia social, ya se ha hecho con un aumento del dos por ciento para aquellas compañías que rebasen los dos millones de euros de saldo positivo. También en Portugal se subirán de manera progresiva en función de los salarios.

Lo mismo que aquí a los casi 600 ejecutivos de las empresas del Ibex que ganaron el año pasado una media de un millón de euros pese que algunos sumaron a su currículo haber arruinado la vida de los muchos empleados que, a causa de su pésima gestión, dejaron en la calle. Eso ni tocarlo aunque, claro está, se les encarecerá unos centimillos la barra de pan por el aumento del IVA que, pese a lo que se diga, no afecta a todos por igual. Una cosa es que suban con carácter general dos puntos y otra bien distinta que eso melle lo mismo la economía del rentista que del jubilado. Por tanto más impuestos para todos, menos recursos para la mayoría y los mismos privilegios para los de siempre. Lo dicho. Socialismo en estado puro. Aquí y en Rodiezmo.

Germán Temprano es escritor y periodista

0 comentarios