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Más privado supone, necesariamente, menos concertado y “no singular”…

Más privado supone, necesariamente, menos concertado y “no singular”…

Médicos de Jove promueven que el hospital incremente su actividad privada

El recorte de tarifas del Sespa a los centros concertados provoca que desde la plantilla se reclamen nuevas fuentes de financiación alternativas

A. RUBIERA, en La Nueva España

A los hospitales concertados de la región les ha llegado la época de vacas flacas. La Administración asturiana les acaba de imponer un duro recorte del 3,2% en los precios y tarifas que hasta ahora venía abonando por la actividad asistencial pública que se hacía en sus centros y, consecuentemente, a las gerencias afectadas les toca ponerse a pensar cómo paliar ese recorte.

En Jove, con un presupuesto cercano a los 33 millones de euros anuales en el último ejercicio, ese recorte les hará perder 1.350.000 euros por año (algo menos este año, dado que la aplicación no será desde el 1 de enero). Al margen de medidas puntuales y de urgencia con más o menos consenso, en el Hospital gijonés de Jove ese apretón impuesto por la Administración ha generado que tome fuerza un planteamiento que, desde hace algún tiempo, están lanzando colectivos de trabajadores -sobre todo médicos, puntualizan algunos- a los patronos de la fundación que gestiona el hospital. Una idea que tiene que ver con la potenciación de la actividad privada y la búsqueda de fuentes de financiación alternativas. Todo para evitar convertirse, como sostienen desde el comité de empresa del hospital, en «unos rehenes permanentes del Sespa; primero luchando para que nos homologasen como corresponde a la red pública, y, ahora, para sufrir con ellos los problemas de dinero».

Alberto Riera, cardiólogo y miembro del comité de empresa, confirma que «ya hemos mantenido varias reuniones con la gerencia en las que se plantea este tema. A los centros como el nuestro se nos había advertido hace más de un año del peligro que había por la cuenta creciente de la sanidad pública. En esa situación sabemos que el eslabón más débil siempre va a ser el de los centros concertados y, además de tomarse medidas de ahorro máximo, algunos creemos que hay que buscar otras vías para ingresar lo que no nos llega del Sespa». En esas fuentes alternativas de financiación -«sobre todo, ahora que la privada está de moda en algunos puntos del país», añade Riera- los trabajadores también verían una posibilidad no sólo de tapar ingresos no percibidos de las cuentas públicas sino de, llegado el caso y si el escenario fuera el mejor de los posibles, incrementar sus nóminas. Entre otros argumentos a su favor está el hecho de que Jove tiene una buena consideración entre la sociedad asturiana, tal y como se recoge siempre en las encuestas de satisfacción de salud que se hacen en Asturias.

Pese a que desde la Fundación nunca se ha hecho gesto de aceptar esas propuestas lanzadas por algunos trabajadores, el comité sospecha que «algunas nuevas vías ya se están abriendo». En ese marco de buscar una mayor estabilidad de futuro estaría, según los trabajadores, que la fundación de Jove hubiera invertido casi 2 millones de euros en la compra de un antiguo centro psiquiátrico en Somió, que ahora tiene alquilado a una entidad sanitaria sin ánimo de lucro (igual que la propia fundación de Jove) y que atiende a personas afectadas por daño cerebral. «No deja de ser una inversión que puede ser buena para el hospital, y como tal lo vemos. Pero también nos gustaría que se exploraran más iniciativas», piden desde el comité. Un comité que acaba de rechazar la propuesta de que se bajen sueldos para compensar la pérdida de ingresos del Sespa. «Entre otras cosas, porque sabemos que Jove hasta ahora no tenía pérdidas y suponemos que pueden hacer un esfuerzo sin que repercuta de nuevo en el personal», dicen.

Otra cosa es que se intenten diversificaciones no asistenciales…

«En esta situación, igual hay que buscar algo nuevo», afirma el gerente

«En la situación en la que estamos ahora, no digo que no tengamos que buscar nuevas alternativas de financiación». En esos términos contestó el gerente de Jove, José Luis San Miguel, al planteamiento de abrir más la puerta a la sanidad privada en su centro. Sin embargo, a título personal, este veterano gestor sanitario manifiesta sus dudas «del recorrido que pueda tener esa intención». Entre otras cosas porque Jove, que es un centro concertado muy singular, ya que depende al 99,9% del Sespa e incluso está incluido como hospital de referencia para la población del oeste del área V, tiene una estructura acorde a las exigencias del Principado, lo que les hace poco competitivos con respecto a otros centros privados. «Es posible que ingresásemos más con un parking de pago», apunta alguno.

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