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La propuesta de reordenación del mapa sanitario, ¿inspirada por el informe de Elola presentado al CES…?

La propuesta de reordenación del mapa sanitario, ¿inspirada por el informe de Elola presentado al CES…?

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Elola: «Un hospital local puede ser muy eficiente si se integra en un complejo hospitalario»

El autor del informe del CES para la sanidad asturiana afirma que la reordenación que estudia el Principado «es más una política de mejora de la asistencia que de contención del gasto»

Oviedo, Pablo ÁLVAREZ, en La Nueva España 

La Consejería de Salud y el Servicio de Salud del Principado (Sespa) han diseñado un proyecto de reordenación del mapa sanitario asturiano que, entre otros aspectos, propone agrupar las actuales ocho áreas de salud en sólo cuatro. Asimismo, plantea la creación, en cada una de esas cuatro áreas resultantes, de un «complejo multihospitalario» configurado por un hospital «de referencia», otro «asociado» y uno o más hospitales «de apoyo». Francisco Javier Elola, especialista en consultoría sanitaria, elaboró meses atrás un completo informe sobre la sanidad pública asturiana por encargo del Consejo Económico y Social (CES). En las líneas que siguen, analiza el proyecto de reestructuración que está debatiendo el Gobierno asturiano.

De las actuales ocho áreas sanitarias a cuatro.

«En el informe para el CES propuse una adecuación de la ordenación territorial de la sanidad pública asturiana para mejorar la calidad, la seguridad y la eficiencia de los servicios. Ese objetivo requiere una mejor integración entre los hospitales locales y los de referencia, por lo que una fusión de áreas sanitarias parece una medida adecuada».

¿Es viable la gerencia única en todas las áreas resultantes?

«A mi juicio, sí. Pero teniendo en cuenta que la gerencia única no resuelve por sí misma los problemas de coordinación entre ámbitos asistenciales. Es preciso desarrollar instrumentos de coordinación e integración en el funcionamiento de los servicios».

¿Se reducirá la burocracia en la sanidad asturiana?

«La racionalidad organizativa puede reducir la burocracia. Pero también se puede reducir de una forma notable la burocracia incorporando las nuevas tecnologías de la información (TIC) y rediseñando procesos en la gestión administrativa y especialmente en la clínica. En la actualidad se hacen muchas consultas y gestiones presenciales que podrían ser resueltas mediante las TIC: desde las recetas de pacientes crónicos a las interconsultas, o las consultas de seguimiento por parte de los especialistas, que podrían evitarse, mejorando la calidad y eficiencia de la asistencia».

¿Se recortará el gasto?

«La reordenación territorial puede contribuir a la racionalización del gasto sanitario. Pero hay que subrayar que el modelo que se propone en el informe para el CES no tiene como primer objetivo la reducción del gasto, sino la mejora de la asistencia a los pacientes en términos de calidad y seguridad. Lo que sucede es que calidad y eficiencia van de la mano. Por otra parte, es más importante la racionalización de los recursos y procesos clínicos, evitando duplicidades innecesarias y facilitando las sinergias».

¿Hacen falta otras reformas adicionales?

«Sí. El impulso que están dando la Consejería y el Sespa a las unidades y áreas de gestión clínica es también muy relevante, en el sentido de transferir responsabilidad organizativa y de gestión a los profesionales y ordenar los servicios en relación con grupos de procesos asistenciales. Asimismo, como señala el Informe para el CES, existen aspectos que deberían ser abordados en el ámbito estatal como los relativos al personal del Sistema Nacional de Salud, los instrumentos de gestión operativa de los servicios y la cohesión dentro del sistema».

¿Deberían tomar ejemplo otras regiones?

«Sin duda. Los problemas de la sanidad pública asturiana son compartidos con el resto de las comunidades autónomas. La regionalización de servicios es una medida que debe abordarse en prácticamente todas ellas».

Relaciones entre hospitales grandes y pequeños.

«El objetivo principal es prestar la mejor asistencia. Para ello los diversos "niveles" y equipos asistenciales deben trabajar de forma integrada en relación con procesos asistenciales y no ser compartimentos estancos. En los complejos multihospitalarios habrá servicios que seguirán teniendo un ámbito local, mientras que otros -en general, los más especializados- tendrán un ámbito más amplio de lo que ahora es un área de salud. Y algunos muy especializados deberían tener un marco de actuación regional, para todo el Principado».

Carteras de servicios de ofertas cada tipo de hospital.

«La creación de complejos multihospitalarios no supone la disminución de la cartera de servicios de los hospitales locales, sino que algunos de estos servicios se dan con el equipo del hospital de referencia, lo que supone -entre otros aspectos- mantener un alto nivel de experiencia y conocimientos para todos los profesionales».

Consecuencias para los médicos.

«Encontrarán más ventajas que inconvenientes en el desarrollo de los complejos multihospitalarios. Tanto el mantenimiento de un alto nivel de experiencia y conocimientos, como la garantía de la continuidad del servicio (en la actualidad, puesta en riesgo en cada proceso de traslados) y la integralidad de la atención son ventajas que aprecian los profesionales».

Nuevo papel de los hospitales comarcales.

«Deben orientarse más decididamente en dos direcciones complementarias. La primera, una mayor integración con la atención primaria y los servicios sociales para prestar una atención de calidad especialmente en aspectos como la atención materno-infantil, al enfermo crónico, la asistencia en los períodos finales de la vida... La segunda, la integración con hospitales de referencia en redes asistenciales que garanticen la mejor atención, por ejemplo a los pacientes con enfermedades agudas (síndrome coronario agudo, ictus...) o con cáncer. Una amplia revisión de los hospitales europeos concluyó que el tamaño más eficiente de un hospital se sitúa entre las 300 y las 600 camas. Es una cifra orientativa, que debe ponerse en el contexto de cada sistema sanitario. Un hospital local de menos de 100 camas puede ser muy eficiente si está integrado en un complejo hospitalario. En lo relativo a la calidad y seguridad, existe una abrumadora evidencia científica que demuestra que la atención a ciertos procesos asistenciales y procedimientos -que abarcan desde la asistencia a la neumonía a la cirugía coronaria- requiere de un volumen de actividad suficiente para garantizar los mejores resultados. De ahí que el proceso de regionalización sea más una política de mejora de la asistencia que de contención del gasto».

¿Plazo de la reforma?

«Depende de muchos factores. No estoy en condiciones de poder aventurar plazo alguno, pero sí de afirmar que es una reforma necesaria. Por lo tanto, cuanto antes, mejor».

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