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Quienes frenan los proyectos, está muy claro…

Quienes frenan los proyectos, está muy claro…

Las previsiones presupuestarias estatales para 2011
Los tres grandes centros de I+D llegarán con una década de retraso, como mínimo

Los institutos de nanotecnología y biodiversidad, previstos para 2006, y el de la leche, para 2009, no contarán con financiación estatal al menos hasta 2014

Oviedo, Pablo GONZÁLEZ, en La Nueva España

Las inversiones en los tres grandes centros de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) que el Ministerio de Ciencia y Tecnología tenía previsto desarrollar en el Principado llegarán a acumular, en el mejor de los casos, hasta diez años de retraso debido a los recortes que han sufrido en los Presupuestos Generales del Estado para los tres próximos ejercicios. La congelación de las partidas estatales para la I+D+i asturiana (25,8 millones) deja en el aire el desarrollo de las infraestructuras del Centro de Investigación de Nanomateriales y Nanotecnología (CINN), el Centro Nacional de Competencia de la Leche y el Centro de Recursos Naturales y Biodiversidad de la Cordillera Cantábrica. Entre 2011 y 2013 ninguno de estos proyectos cuenta con presupuesto. Y a partir de 2014 sólo el CINN tiene partida presupuestaria: 500.000 euros de los 9 millones que en principio debería aportar el Ministerio de Ciencia y Tecnología.

Todo ello cuando en alguno de estos casos los proyectos -todos ellos en colaboración entre el Principado y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)- ya deberían haber comenzado a ser una realidad en 2006. De esta forma, en verano de 2005 el Principado aseguró que el CINN, que está previsto que se construya en La Corredoria (Oviedo), podría arrancar «antes de un año». Es decir, a lo largo de 2006. En el caso del Centro del Biodiversidad de la Cordillera Cantábrica, los plazos eran similares. El CSIC quería haberlo puesto en funcionamiento en el verano de 2006.

Al final no pudo ser. Ni el CINN ni el centro de biodiversidad llegaron en la fecha prevista. Principalmente, porque los convenios en los que se recogían, entre otras cosas, sus objetivos y financiación, se firmaron el mismo día: el 19 de noviembre de 2007. Por aquel tiempo el ahora Ministerio de Ciencia y Tecnología todavía se denominaba Ministerio de Educación y Ciencia (MEC) y era responsabilidad de Mercedes Cabrera. En el caso del CINN el convenio era claro: el Ministerio pondría 9 millones para la construcción de un edificio en La Corredoria y el Principado financiaría con otros 9 millones el equipamiento. Tres años después, en agosto de este año, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), dependiente del Ministerio de Garmendia y responsable último de las inversiones, pidió al Ejecutivo presidido por Vicente Álvarez Areces modificar el trato: que el Principado adelante el dinero para la construcción del edificio.

El Centro Nacional de Competencia de la Leche también se puso plazo de entrega de la obra: 2009, e incluso se adelantaron cifras de lo que iba a costar el edificio y parte de su equipamiento -5 millones de euros- y la superficie que iba a ocupar en Villaviciosa: entre 2.000 y 2.500 metros cuadrados, pero el convenio entre el Principado y el Ministerio de Ciencia y Tecnología no se firmó hasta el 5 de noviembre de 2008, durante una visita de la ministra Cristina Garmendia al Principado. En la documentación entregada durante la presentación del proyecto de este centro se hace un resumen de la «hoja de ruta» seguida para la gestación de la idea donde se reconoce que los primeros contactos para creación comenzaron entre julio y agosto de 2003.

Quizá por eso en abril de este año, un día antes de una vista a la región de Garmendia, Herminio Sastre, por entonces viceconsejero de Ciencia y Tecnología del Principado y ahora consejero, denunció que el proyecto estaba estancado por la «falta de agilidad» del Ministerio, al que acusó de ser el «cuello de botella» del futuro del centro. Horas después Garmendia replicó que quien frenaba el proyecto era el Principado.

La Universidad de Oviedo advierte de que los recortes afectan al Campus de Excelencia

«Todo lo que sean retrasos de inversiones en investigación afecta a nuestros planes de futuro», asegura el vicerrector Santiago García

Oviedo, P. GALLEGO / P. G., en La Nueva España

La congelación presupuestaria de las inversiones en los tres grandes proyectos que el Ministerio de Ciencia y Tecnología lleva años anunciando que desarrollará en Asturias hace temer a la Universidad de Oviedo, uno de las tres patas de los proyectos, junto al Principado y al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que esto pase factura al Campus de Excelencia Internacional (CEI). El CEI es algo así como el sello de calidad de las universidades europeas, que el paraninfo asturiano ha recibido hace un año. «Está claro que todo lo que sean retrasos de inversiones en investigación afecta a nuestros planes de futuro. Todo se enlentece y surgen nuevos problemas. Este recorte, aunque no depende de nosotros, también afectará al desarrollo de proyectos vinculados con el Campus de Excelencia Internacional (CEI)», lamentaba ayer Santiago García Granda, vicerrector de Investigación de la Universidad de Oviedo.

De todas formas, García espera que la situación pueda reconducirse de alguna manera, y se refirió al acuerdo alcanzado por el CSIC y el Principado el pasado mes de agosto para modificar los calendarios de financiación previstos para la construcción del edificio de Nanotecnología en La Corredoria (Oviedo). «Sé que hay planes paralelos. Se debe a la partida de inversiones del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Sus inversiones se han parado debido al recorte en los Presupuestos, y eso afecta a los centros mixtos, como el de nanotecnología y materiales nanoestructurados (CINN)», aseguró. El vicerrector de Investigación de la Universidad ovetense recapituló y explicó que «para el desarrollo del CINN lo que se va a hacer es cambiar el calendario, de forma que los nueve millones de inversión del Principado, que en principio iban a ir destinados a equipar el edificio que iba a construir el CSIC con otros nueve millones, llegarían antes que el dinero del CSIC. Se ha hecho necesaria una reorganización para poder seguir adelante». Además, García quiso dejar claro que estos problemas financieros «se deben a recortes en el presupuesto del CSIC, no al Principado».

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