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Si habláramos de otro contexto de relaciones, las de la consejería con sus trabajadores, por poner un ejemplo, no habría tantas contemplaciones…

Si habláramos de otro contexto de relaciones, las de la consejería con sus trabajadores, por poner un ejemplo, no habría tantas contemplaciones…

El HUCA, entre la prórroga y la sanción

El Principado vuelve a advertir a la UTE del hospital que «si no documenta la demora, nos remitiremos al pliego del contrato»

«O nos presentan la justificación del retraso, o el 1 de enero iremos a La Cadellada a recibir la obra»

11.12.10 - LAURA FONSECA | GIJÓN, en El Comercio.

Al Principado se le está acabando la paciencia. La réplica dada por las constructoras del HUCA advirtiendo de que la obra civil no podrá estar acabada, al menos, hasta mediados de 2011 (seis meses después de lo firmado), no ha sentado nada bien a la Administración regional. «Cansado» de las negociaciones que elevaron el presupuesto del proyecto del futuro hospital en un 44% hasta llevarlo a casi 300 millones de euros, y también de que se estiraran en un año los plazos iniciales de ejecución, el Principado ha decidido dar un puñetazo sobre la mesa. «O nos presentan la justificación de los retrasos, o el día 1 de enero iremos a La Cadellada a recibir la obra, esté como esté». La advertencia no puede ser más clara. Si las constructoras no documentan y justifican «con datos» las supuestas demoras en los trabajos de ejecución del HUCA, puede que haya sanciones o, incluso, que el Principado saque a concurso lo que queda por hacer. El contrato firmado entre Gispasa, empresa pública que fiscaliza el proyecto, prevé multas de 90.000 euros por cada día de retraso no justificado.

Fuentes del Principado consultadas por EL COMERCIO insisten en la misma postura: «Las constructoras no nos han dicho nada oficialmente sobre los retrasos». Estas fuentes se quejan de que la UTE, formada por Sacyr, San José y Sánchez y Lago, entable una negociación mediática, en vez de plantear todo este tipo de cuestiones «a Gispasa, que es con quien tiene que hablar de estos asuntos». El caso es que la Administración regional y sanitaria insiste en que la constructora «no nos ha hecho llegar documento alguno sobre una posible prórroga en la obra del HUCA». Sin embargo, esas mismas empresas han transmitido a este periódico que el futuro hospital «no estará acabado hasta mediados de 2011», pese a que el plazo de ejecución expira el próximo 31 de diciembre, y dicen que así se lo han hecho saber a Gispasa.

Pero el Principado mantiene su firmeza, y les advierte: «Si no se justifican y documentan los supuestos retrasos en la obra, no hay más que decir. El plazo de ejecución expira el 3 1 diciembre. El 1 de enero estaremos en La Cadellada para recibir la obra». El pliego de condiciones firmado para la construcción del futuro complejo sanitario, al que se remite una y otra vez la Administración autónoma, no deja lugar a dudas.

En caso de que llegue el plazo final del HUCA y la empresa no haya concluido los trabajos, dos son las opciones posibles: Aplicar sanciones a cuenta de 90.000 euros al día o, recibir la obra, certificar lo realizado y lo que queda por hacer, y convocar un nuevo concurso de adjudicación.

«Menor presupuesto»

En cualquier caso, ni la Consejería de Salud ni Gispasa quieren llegar a este punto. Al menos, no todavía. El Principado considera que aún hay margen de negociación y de encuentro, de forma de que el futuro hospital pueda quedar concluido «con el menor presupuesto y en el menor tiempo posible». El propio consejero de Salud, Ramón Quirós, se mostró partidario a abordar con la UTE «cosas razonables» que pudieran justificar un retraso. Aunque eso sí, nunca más allá de los dos o tres meses.

Las constructoras discrepan con el Principado y dicen que necesitan más tiempo para acabar con el conjunto de los trabajos, que no sólo se ciñen a construir un nuevo hospital, sino a todo el entramado de su alrededor. En ese complejo externo figura, precisamente, uno de los principales escollos, el edificio del viejo hospital Psiquiátrico, el único inmueble de La Cadellada que se ha decidido conservar y que no ha hecho más que traer dolores de cabeza.

Esa infraestructura, cuyo estado de deterioro obligó a demolerla casi en su totalidad (sólo se conservaron los muros de la planta baja), es actualmente la principal asignatura pendiente del HUCA. Eso y varias acometidas cuya entrega de licencias se vio demorada por parte del Ayuntamiento de Oviedo.

Nadie quiere hablar directamente de sanciones, sobre todo a esta altura del partido, cuando la obra se encuentra en su tramo final. «Que no pierdan los nervios, que no es bueno, sobre todo para ellos», advirtió el Principado a las empresas.

El penúltimo ultimátum llegó en mayo y costó 36 millones y seis meses

11.12.10 - E. C. | GIJÓN, en El Comercio.

La crónica de una obra no acabada en plazo escribió en mayo pasado el que se pensaba último capítulo. En aquella ocasión, el ultimátum de la Unión Temporal de Empresas (UTE), formada por Sacyr, Sánchez Lago y San José, que exigían más dinero para continuar con los trabajos, concluyó con la puesta sobre la mesa de 36 millones de euros más de dinero público, (casi 6.000 millones de pesetas) y el compromiso de los ejecutantes de que el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) estaría listo en seis meses.

En aquel momento, las negociaciones las llevó, directamente, el consejero de Economía y Hacienda, también presidente de Gispasa, el ente creado por el Gobierno regional para controlar todo lo relativo al nuevo hospital. Confesaba Jaime Rabanal que las discusiones con las constructoras habían sido «de cierta dureza», pero se mostró convencido de que, tras el nuevo incremento del presupuesto, «la obra será entregada a final de año».

En su comparecencia de mayo pasado ante los medios de comunicación, Rabanal no dio pie a nuevos modificados, ya que aseguró que el Principado se había marcado el techo de los 300 millones para concluir la obra, por lo que dio por sentado que «con el nuevo presupuesto, la obra se concluirá sin problemas».

A veinte días de la Nochevieja, todo apunta a que a la crónica contada hace siete meses le faltaba el epílogo, ya que tras cinco años de trabajo -las obras comenzaron en junio de 2005- y un incremento del 44% del presupuesto, que asciende ya a 296 millones, muy lejos de los 205 presupuestados inicialmente, el proyecto no parece haber encontrado aún su punto y final.

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