Las urgencias de Cabueñes alcanzan los 350 pacientes al día por la gripe

El hospital ronda las 50 camas supletorias, una cifra baja frente a epidemias anteriores

Foto: Un enfermo en camilla es introducido en las urgencias de Cabueñes. archivo lne

La Nueva España. A. RUBIERA

La epidemia de gripe, que según las autoridades sanitarias asturianas está en sus momentos de mayor intensidad, ya está complicándole la vida al Hospital de Cabueñes, un centro que por el tipo de población al que atiende y sus dimensiones no es raro que se colapse en los momentos de crisis por la gripe invernal. Ese tirón empieza a ser más evidente en el servicio de urgencias, y no tanto en la hospitalización. Ayer, aunque ya había más de 50 camas de sobreaforo en las plantas de Cabueñes, sólo unas pocas habitaciones se habían tenido que convertir en triples, un porcentaje que está lejos de los momentos más duros de otras campañas invernales.

 

Por lo que respecta a las urgencias, desde que empezó el mes de enero son varios los días que han superado, con creces, los 300 pacientes adultos atendidos. A ésos hay que sumar días con más de un centenar de asistencias también a población pediátrica. «Ciertamente, estamos teniendo días de bastante intensidad, aunque no de colapso», declaraba ayer el gerente de atención especializada del área V y máximo responsable del Hospital de Cabueñes, Luis Hevia. En los registros del servicio de urgencias el pasado fin de semana quedará marcado como uno de los más complicados, con 347 pacientes (adultos) la jornada del viernes (y 76 niños), y 338 pacientes adultos el sábado (y 115 niños), unas cifras bastante superiores a la media total registrada el pasado año, que no llega a 270 pacientes por jornada. Al número de usuarios se sumó, además, que en el caso concreto del viernes «se produjeron varias atenciones de gran complejidad, porque hubo tres paradas cardiacas, y eso lo complica todo; además de una mayor dedicación de todo el servicio, también supone que haya personal que se tenga que trasladar al HUCA acompañando al enfermo si es necesario», explicó Hevia.

 

Sea como fuere, las protestas por la situación se hicieron patentes ese día y hubo pacientes que hicieron constar a los responsables de Cabueñes su profundo malestar por tener que soportar esperas de hasta doce horas. «Somos conscientes de que algo así produce un gran quebranto, y lo lamentamos tanto como el paciente, pero he oído el testimonio de algunos de los profesionales que estaban en el turno y relataban que sólo durante la mañana ya habían llegado más de un centenar de pacientes», admitió el gerente. En todo caso, garantizó que la atención «se produjo en base a la complejidad y según el protocolo de "triaje", para atender antes lo más urgente».

 

El gerente recordó que pese al gran incremento de visitas a urgencias, el servicio mantiene estos días un porcentaje casi idéntico al resto del año en cuanto a necesidad de ingreso hospitalario, en torno al 16% de todos los casos que atienden, lo que supone que muchos pacientes que en Cabueñes soportan largas esperas podrían haber sido atendidos con más celeridad en los servicios de guardia de atención primaria. Cabueñes, por ahora, no ha articulado ningún plan singular para derivar ingresos a Jove o Cruz Roja.