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Pasaron casi 5 años desde el lamentable suceso...

Pasaron casi 5 años desde el lamentable suceso...

Condenan al Sespa por la tardía asistencia que causó la muerte de un ovetense
El Tribunal Superior de Justicia censura que el centro de salud de Teatinos sólo quedara atendido por un vigilante que tardó en avisar al médico
Oviedo, Pablo ÁLVAREZ, en La Nueva España

El Servicio de Salud del Principado (Sespa) ha sido condenado a indemnizar a una familia ovetense por la tardanza en la atención que se le prestó a un paciente en el centro de salud de Teatinos de la capital del Principado. Una negligencia que se saldó con la muerte del enfermo por parada cardiorrespiratoria a causa del retraso en la asistencia. El trágico suceso tuvo lugar el sábado 18 de marzo de 2006.

El Tribunal Superior de Justicia de Asturias ha dado la razón a Marián de Caso, esposa del fallecido, y a sus hijos José Antonio y Jorge. La Sala de lo contencioso-administrativo esgrime un argumento concluyente: «No resulta correcto que, durante los períodos de guardia localizada, la decisión de avisar al médico para la atención de un paciente a través de un vigilante de seguridad dependa de la valoración del propio paciente y su familia, que lógicamente carecen de conocimientos clínicos necesarios».

La citada aseveración adquiere pleno significado al recordar los hechos. Eran las tres y veinte de la tarde cuando José Antonio Cienfuegos Gallego llegó al centro de salud de Teatinos acompañado de su esposa. Sufría mareos y presentaba mal estado general. La primera sorpresa que se llevaron ambos es que el único personal allí disponible era una vigilante de seguridad, ya que tanto el médico como la enfermera que estaban de guardia se hallaban fuera del centro en aquel momento. Era la hora de la comida.

Veinte minutos después, el enfermo empeoró y se tumbó en un banco de la sala de espera. La vigilante decidió entonces avisar al médico, que llegó cuando ya habían transcurrido 40 minutos desde la entrada del paciente. Pudo comprobar entonces que el hombre estaba sufriendo una dolencia cardiaca. Le suministró medicamentos y oxígeno, le realizó un electrocardiograma y avisó a una ambulancia. Pero ya era demasiado tarde: José Antonio Cienfuegos falleció camino del Hospital Central, dos horas después de llegar al centro de salud de Teatinos.

Sostiene la sentencia -adelantada por Oviedo Televisión- que lo sucedido pone de relieve «el defectuoso funcionamiento del servicio por tener abierto un centro de salud que atiende urgencias sin personal sanitario». Una pésima organización que fue corroborada por los servicios de inspección de la propia administración sanitaria, según los cuales una asistencia a tiempo «tal vez hubiera producido un desenlace diferente del ocurrido». Esta conclusión contradice la valoración del Sespa, que defendía que el fatal desenlace se habría producido «cualquiera que hubiese sido el funcionamiento del servicio de atención continuada».

Marián de Caso, esposa del fallecido, se muestra muy dolida con la administración sanitaria: «El Sespa contrató a un abogado privado, pagado con los impuestos de todos los ciudadanos, para ir contra nosotros, y no escatimó esfuerzos para causarnos el mayor daño posible, tanto psicológico como moral».

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