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En la asamblea de trabajadores del taller de Barros que se celebró ayer en la sede de CC OO del Nalón…

En la asamblea de trabajadores del taller de Barros que se celebró ayer en la sede de CC OO del Nalón…

La plantilla de Barros asume el recorte de 75 empleos tras el ultimátum de Duro

Los trabajadores volverán a negociar con la empresa y exigen garantías para los operarios que van a ser trasladados y un plan industrial para la planta

Langreo, L. M. D., en La Nueva España

Los trabajadores de Felguera Construcciones Mecánicas, el «tallerón» de Barros, aceptan con condiciones la última propuesta de Duro para la factoría langreana, que incluye un recorte de 75 empleos. En una larga asamblea de más de tres horas, los trabajadores de Barros decidieron abrir de nuevo los cauces de negociación con la compañía, que esta misma semana había lanzado un ultimátum en el que amenazaba con el cierre definitivo de la filial.

La reunión de trabajadores comenzó a las diez de la mañana en las instalaciones del sindicato CC OO del Nalón en Langreo. Pablo Barroso, secretario del comité de empresa, señaló al término de la asamblea que los trabajadores habían decidido, por mayoría (68 votos a favor, 33 en contra y 6 abstenciones), reabrir las negociaciones con Duro Felguera y retomar las conversaciones «tomando como base la última propuesta de la empresa», que en principio sería aceptada «con condiciones» por la plantilla.

De esta forma, los trabajadores aceptarían dejar la plantilla definitiva de Felguera Construcciones Mecánicas en 69 personas. Para llevar a cabo el ajuste, Duro Felguera procedería a la prejubilación de 35 empleados; se tramitaría la baja por incapacidad a nueve y otros nueve más serían trasladados «a centros de trabajo en el Principado», según apuntó Pablo Barroso. Además, 22 operarios se incorporarían de forma definitiva a las filiales de Duro a las que ya han sido desplazados temporalmente. Hasta ahí, lo que la plantilla estaría dispuesta a aceptar. A partir de este punto, habría que «negociar algunos detalles antes de poder dar por cerrado un acuerdo con la empresa». Estos puntos en los que aún hay divergencias con la dirección de la compañía son los relacionados con la elaboración de un plan industrial para la factoría de Barros y, sobre todo, una serie de condicionan tes para los nueve empleados trasladados a otros centros de trabajo. Así, el comité de empresa pedirá a la dirección que estos trabajadores tengan una cláusula por la que no podrán ser despedidos de forma improcedente; la posibilidad de retornar a Barros en caso de que haya vacantes y que se les mantenga su antigüedad y categoría en el taller al que se trasladen.

El secretario del comité de empresa de Felguera Construcciones Mecánicas también criticó los métodos utilizados por Duro en el conflicto laboral. Esta misma semana, la empresa afirmó que estaba dispuesta a cerrar directamente el taller de Barros si no se seguía con las negociaciones. «Podemos calificar directamente su actitud como terrorismo patronal, chantajea a la plantilla no abonándole su paga cuando el grupo empresarial ha tenido este año 107 millones de euros de ganancias», señaló ayer Pablo Barroso.

Los conflictos laborales en el «tallerón» de Barros se han sucedido de forma intermitente durante los últimos tiempos. Sin tener que remontarse a las grandes huelgas de la década de los años 90, en 2006 la plantilla ya protagonizó varios días de protestas y negociaciones con Duro que acabaron con la firma de un ERE (expediente de regulación de empleo) para el taller por el cual se aseguraba su continuidad, pero se reducía la plantilla. A finales del año pasado, Duro propuso un nuevo ajuste de empleo para el taller de Barros, por el cual se reducirían en 86 sus puestos de trabajo, una medida que incluía el despido de 47 de ellos. El plan fue rechazado frontalmente por los trabajadores, que a partir de ese momento comenzaron una serie de duras movilizaciones, con cortes de carreteras y del tráfico ferroviario.

A mediados de enero, la Dirección General de Trabajo rechazó los argumentos esgrimidos por Duro en la petición formal de ERE que realizó ante la administración. Según la dirección del grupo Duro Felguera, el taller de Barros «ha soportado constantes pérdidas anuales», que la empresa estima en 77 millones de euros desde 1990. Según la compañía, hasta el momento «ha evitado su liquidación y disolución» gracias «a la inversión de 22 millones de euros» en los talleres. Sin embargo, esta misma semana la empresa se mostró dispuesta a «tomar cualquier tipo de medida», incluido el cierre, antes de seguir con la actual situación. Ahora las negociaciones se retomarán.

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