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Un somero resumen de la legislatura que acaba a ojos de “El Comercio”…

Un somero resumen de la legislatura que acaba a ojos de “El Comercio”…

La sanidad se aprieta el cinturón

La legislatura estuvo marcada por el conflicto médico y por los intentos de Quirós de introducir nuevos modelos de gestión

La crisis económica llevó al Principado a reducir por vez primera el presupuesto sanitario

11.05.11 – El Comercio.

La sanidad pública se aprieta el cinturón. Durante décadas, el sistema sanitario se mantuvo como un bien intocable, como una joya a la que se lustraba a diario sin rechistar y sin cuestionarse cuánto nos costaba mantenerla tan reluciente. Pero la crisis económica acabó con ese aura. La sanidad pública, incluida la asturiana, se volvió un poco más mundana y bajó algunos peldaños en el Estado del Bienestar. Así, hasta llegar al primer recorte presupuestario de su historia, como el propiciado este mismo año, cuando el Principado acordó rebajar la asignación sanitaria en 90 millones de euros.

La legislatura que toca a su fin estuvo marcada, sobre todo a su término, por los ajustes económicos, pero también por el conflicto médico. Los intentos del consejero de Salud por introducir nuevos modelos de gestión y por modificar horarios, jerarquías, jubilaciones y contrataciones, entre otras muchas cosas, puso al sector sanitario en pie de guerra y sus efectos aún colean.

Ramón Quirós hizo gala de un estilo propio, alejado en ocasiones de lo políticamente correcto. Pero no siempre sacó buen partido de ello. Su enconado enfrentamiento con los facultativos le impidió extender la gestión clínica (lo que sería bautizado como la 'reforma Quirós') a toda la red de Atención Primaria. Al final, apenas logró adhesiones en los centros de salud. No así en los hospitales, donde encontró bastante más aceptación.

2.000 pacientes más

Tampoco le fue muy bien con las listas de espera, a las que no consiguió meter en cintura. Al menos, no como se había comprometido nada más tomar posesión, el 13 de julio de 2007, cuando anunció que uno de sus principales objetivos sería reducir los tiempos de demora para operarse y para lograr una cita con el especialista. Quirós llegó a la Consejería de Salud con una herencia de 15.000 pacientes, de los que un millar acumulaban esperas superiores al medio año. Cuatro años después, deja 17.076 personas pendientes de intervención quirúrgica, según los datos correspondientes al pasado mes de enero, colgados por Salud en su página web. Se trata de 2.000 pacientes más que los que había cuando Quirós cogió las riendas de la sanidad asturiana. Eso sí, como dato positivo hay que destacar que se logró erradicar las esperas superiores al medio año, que en 2007 afectaban a cerca de un millar de enfermos.

Pero si algo ha marcado y marcará el futuro de la sanidad pública, son los dineros. ¿Es posible garantizar en tiempos de vacas flacas la sostenibilidad de un sistema como el sanitario que se financia con los impuestos de la ciudadanía? ¿Se puede mantener en el tiempo un gasto sanitario que creció un 70% en una década? ¿Podremos financiar el nuevo HUCA y equiparlo al completo como estaba previsto? Los expertos, lo dudan y los políticos ya han empezado a ponerse a techo. El propio consejero de Salud asturiano ya ha pedido a los pacientes que tomen conciencia y que piensen que cada vez que van al médico generan gasto. Y no es de extrañar cuando hablamos de una factura que en Asturias llega a los 1.476 millones de euros. Aunque se trata de un 5,76% menos que el asignado a Sanidad en 2010, estamos ante una cifra que representa casi el 40% del presupuesto de todo el Principado.

500 millones para el HUCA

Con esos 1.476 millones, que son 90 menos que un año atrás, habrá que financiar toda la actividad sanitaria de la región (que continúa creciendo) y pagar las nóminas de los más de 14.000 trabajadores. También costear el gasto de farmacia, que ahora está bajando, y los costes de los tratamientos clínicos. Cataluña ha sido la primera comunidad en dar un paso adelante, anunciando recortes puros y duros en las prestaciones sanitarias que ofrece.

De momento, la sanidad asturiana ha aguantado los primeros estoques, aunque ya ha habido mermas, como ocurrió con los hospitales concertados y las nuevas contrataciones que se autorizan a cuentagotas. Ahí está el HUCA, cuya construcción requirió casi 300 millones de euros, y para el que se necesitarán otros 200 millones más para equiparlo y darle contenido. De momento la joya sigue luciendo brillo, pero habrá que ver por cuánto tiempo.

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