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“No somos mercancía en manos de políticos y banqueros”…

“No somos mercancía en manos de políticos y banqueros”…

Los 'indignados' toman Avilés

El movimiento cívico anuncia el fin de la ocupación de las plazas pero continuará con las asambleas, el debate y la movilización.

Más de 5.000 personas recorren las calles de la villa para respaldar las demandas del 15M.

06.06.11 - D. DE MIGUEL | AVILÉS, en El Comercio.

Tras tres semanas de protestas pacíficas, el Movimiento 15M en Asturias está más vivo que nunca. Miles de 'indignados' llegados desde todos los puntos de la región, más de 5.000 según miembros de la organización, recorrieron ayer las calles más significativas de Avilés para reclamar «una democracia real». La marcha partió pasadas las 18.20 de la plaza de España y casi una hora después la cabeza de la manifestación cruzaba la pasarela que comunica la avenida del Muelle con el Niemeyer para ocupar su plaza principal, con capacidad para unas 10.000 personas. «Estamos desbordados», reconocía uno de los integrantes de la organización tras comprobar la altísima participación que estaba teniendo la convocatoria, prueba, explicaba, de que «la calle clama por cambios políticos y sociales para transformar la economía y repartir la riqueza».

De hecho, a lo largo de la tarde fueron sumándose a la marcha personas de todas las edades y condición social. Muchos avilesinos lo hicieron al comprobar el tremendo eco social que tuvo la llamada del movimiento en las diferentes ciudades asturianas. Hubo mucha gente joven, pero también familias con niños que decidieron «pasar la tarde en Avilés para apoyar a un movimiento que está defendiendo lo que es justo para todos», tal y como manifestó José Luis Montes, de 48 años, que acudió a la cita junto a su mujer y sus tres hijos pequeños. Otros, como María Antonia Salinas, «con la vida ya resuelta», lo hicieron para demostrar «que comparten todas y cada una de sus reivindicaciones». Pero también hubo muchos jubilados, como Amado García, de 75 años, que no ocultó su sorpresa por la gran cantidad de personas que se sumó a la convocatoria. «Desde las manifestaciones de Ensidesa no vi una tan grande como ésta por aquí», explicó. Para García las reivindicaciones del movimiento son «más que justas porque los políticos están muy cómodos y la juventud, viviendo de lo que cobramos los jubilados». Los manifestantes llegaron a pie, en tren, autobús o coches particulares y sin perder el tiempo fueron organizándose para iniciar la marcha.

El ambiente fue festivo de principio a fin. Los miembros de la organización no dejaron ni un minuto de cantar, bailar y reír y hasta interpretaron en varias ocasiones el entierro de la democracia. Y es que tras el grupo que portaba el lema de la marcha: 'No somos mercancía en manos de políticos y banqueros', figuraba otro simulando un cortejo fúnebre, cura incluido. El ataúd de cartón, para la «difunta democracia y los derechos sociales», lo sujetaban cuatro de los miembros del movimiento que ocultaban su rostro bajo las caretas de Ignacio Fernández Toxo, Cándido Méndez, José Luis Rodríguez Zapatero y Dominique Strauss-Kahn. Un ambiente festivo que terminó por contagiar a los asistentes, que no dudaron en sumarse a las decenas de cánticos que se entonaron para acompañar la marcha por las calles de Avilés. Entre ellos, los ya habituales 'Todos al suelo que viene el banquero'; 'Manos arriba esto es un atraco' o 'El pueblo unido jamás será vencido'.

Después de irrumpir en la reciente campaña electoral, el colectivo 15M se plantea «seguir activo y mantener el tirón mediático» con nuevas acciones callejeras. Ayer, anunciaron al término de la manifestación la entrada en «una nueva fase para el movimiento» y aseguraron que a lo largo de esta semana se irán levantando las acampadas asturianas. «La ocupación permanente de las plazas finaliza, pero la lucha sigue. Mantendremos las asambleas periódicas, el debate y la movilización continuada», aseguraron durante la lectura del manifiesto. La hoja de ruta del 15M incluye la implicación de los barrios. Se pretende reforzar así el carácter global de las protestas e internacionalizar el movimiento. Para ello cuentan con las redes sociales y el eco informativo. El movimiento se sigue definiendo como «apartidista» y no tiene interés por entrar en política, sino más bien por estudiar los «problemas reales existentes» para regenerar el sistema político y económico del país.

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