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Alas: crónica de un cierre anunciado

Alas: crónica de un cierre anunciado

El juzgado autoriza la extinción de empleos en Aluminium y asegura que no hay constancia de ninguna oferta por la factoría langreana

Foto: Los trabajadores de Alas continúan con su campamento delante del Ayuntamiento. :: JUAN CARLOS ROMÁN

El Comercio. 08.06.11  - MARTA VARELA | LANGREO.

Alas Aluminium nunca alcanzó la producción anual para la que estaba capacitada la factoría«La situación económica actual de la empresa no deja otra alternativa». Es uno de los argumentos, casi todos contundentes, esgrimidos por Alfonso Muñoz Paredes, titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Oviedo, para autorizar, en un auto dictado el pasado 3 de junio, la extinción colectiva de los 258 puestos de trabajo que componen la totalidad de la plantilla de Alas Aluminium. Un desenlace que comenzó a fraguarse a principios del presente año cuando se dieron a conocer los graves problemas económicos de la empresa ubicada en Langreo.

La extinción de empleo debe ser ejecutada, en un plazo máximo de seis meses, por los administradores concursales. Extinción que, según han comunicado los propios administradores al comité de empresa, «se hará en un breve periodo de tiempo y de manera paulatina». Los administradores tratan de mantener viva la posibilidad de encontrar algún inversor. De hecho, en el auto se considera que la empresa, de no proceder a la extinción de los empleos, estaría abocada «al cierre en dos meses, sin posibilidad siquiera de afrontar los gastos mínimos de mantenimiento y vigilancia de las instalaciones, lo que implicaría desterrar toda posibilidad futura de encontrar un comprador». Cabe recordar que Alas tiene sus activos de calidad hipotecados -en torno a 59 millones de euros- y un remanente de tesorería de tan sólo 1,3 millones ,

El juez hace hincapié en la difícil situación de la aluminera, lo que supone que la búsqueda de un inversor «no se antoje tarea fácil» aunque tampoco «pueda descartarse». Añade también, a pesar de las declaraciones del consejero de Industria, Graciano Torre, de la existencia de conversaciones con inversores, que «no se tiene constancia en el juzgado de ninguna oferta o interés por parte de terceros».

Bien es cierto que los 258 empleados ven un pequeño rayo de esperanza en la parte del auto que recoge su posible regreso al trabajo «en el supuesto de que alguno de los contactos que se están manteniendo con diferentes grupos de inversores se materializara en la llegada de una nueva empresa a las instalaciones, cualquiera que fuera su actividad, debería contar preferentemente a la hora de conformar la plantilla de la empresa que se adecúe a sus necesidades productivas con personas seleccionadas de entre las afectadas». Bien es cierto que, como recoge el mismo auto en otra parte de su texto, «no existe posibilidad legal alguna de que desde el ámbito jurisdiccional se imponga semejante condición a un futuro inversor, que podrá libremente escoger su plantilla».

Los coste mínimos para poner en marcha la factoría, según el auto, rondan los 600.000euros. El coste mensual de recuperar a toda la plantilla asciende a 520.000 euros, de los que 380.000 mil corresponden a salarios y 140.000, a Seguridad Social. Además, los costes corrientes (arrendamientos, mantenimiento, suministros electricidad, etcétera), sin actividad, ascienden a 72.975 euros al mes.Y un aviso a posibles inversores: la factoría tiene una capacidad de extrusión (o producción) de 25 millones de toneladas al año, aunque a continuación se reconoce que el «tope nunca se ha llegado a alcanzar».

En el informe de los administradores concursales, del que se recoge una parte en el auto, destaca la ineficiencia productiva en la empresa como una de las causas que la aboca al cierre. Los administradores concursales explican que, tras examinar varias empresas similares a la langreana, concluyeron que para producir un millón de euros en Alas se necesitaban 7,31 empleados, en 2008; 8,05, en 2009, y 11, 39, en 2010. La media de las quince empresas estudiadas era de 2,51, 2,87 y 3,55 en los mismos períodos». Cifras de por sí elocuentes a las que no son ajenas las otras dos causas citadas como origen de la crisis: un proyecto sobredimensionado y la incapacidad financiera. A priori razones suficientes para que la aluminera esté durante los próximos seis meses más cerca del cierre que de un futuro cierto.

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