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Los dos brotes habidos en Mayo persisten…

Los dos brotes habidos en Mayo persisten…

Salud aconseja aislar a los enfermos durante al menos 8 días

El rechazo a la vacuna facilita la propagación de los brotes de sarampión

Son ya 25 los afectados en la región por esta enfermedad, de la que no había casos desde hacía once años

09.07.11 – GIJÓN, en El Comercio.

El rechazo a la vacunación fue lo que contribuyó a que el sarampión irrumpiera con facilidad y se diseminara como brote por Asturias tras once años de ausencia. Después de la aparición del primer caso en Mieres, a mediados de mayo, ya son 25 los enfermos contabilizados en la región. De ellos, el 70% no estaba inmunizado, bien por rechazo a recibir la vacunación -algo que comienza a calar en algunas familias- o bien porque no se había completado correctamente el tratamiento.

Responsables de la Consejería de Salud señalaron que de los 25 casos declarados, seis están pendientes de investigación. De los 19 confirmados, «sólo cinco estaban correctamente vacunados». El resto «no estaban inmunizados. La mayoría por negativa a vacunarse y algunos, por su edad» (adultos mayores y menores de 15 meses, edad a la que está aconsejada la vacunación). El rango de edad de los que contrajeron este virus es amplio. Va desde los 9 meses a los 47 años.

La reaparición del sarampión, del que se declararon dos brotes (uno en Mieres y otro en Gijón) ha expuesto públicamente el efecto que la filosofía 'antivacuna' puede acarrear en la transmisión de enfermedades que se creían casi erradicadas en la sociedad actual. El Principado no registraba sarampión desde el año 2000. Las autoridades sanitarias asturianas han aprovechado este traspié para resaltar la importancia de la vacunación, única medida eficaz para mantener al sarampión y otras muchas patologías infecciosas a raya.

Obligados por un juez

El rechazo a la inmunización por parte de algunas familias es lo que ha provocado que la enfermedad vuelva a extenderse por la región. Lo cierto es que no se trata de un fenómeno exclusivo del Principado. Otras comunidades autónomas, de hecho, han sufrido brotes mucho más intensos. Recientemente, en Granada, un juez tuvo que obligar a unos padres a vacunar a su hijo pequeño atendiendo al interés general y al potencial riesgo que la no vacunación suponía para la salud pública del resto de niños que acudían con él a la guardería.

En Asturias, tal y como adelantó EL COMERCIO, todo comenzó en mayo cuando un joven de Mieres regresó de un viaje a Madrid. Este veinteañero se había desplazado a la capital para pasar unos días en Semana Santa. Se hospedó en un albergue juvenil. Allí, en Madrid, se sospecha que contrajo la enfermedad. Este mierense, que no estaba vacunado porque sus padres se negaron a ello cuando era pequeño, volvió a Asturias y fue cuando contagió a su hermano, de 16 años, tampoco vacunado. Ambos requirieron de atención médica en el servicio de urgencias del Hospital de Mieres, donde el virus continuó propagándose entre personas que estuvieron en contacto con ellos.

Tras los dos casos de Mieres se declaró otro en Gijón y a partir de ahí el virus comenzó a circular y a prender en personas no vacunadas, entre ellas, tres bebés menores de 15 meses. De momento, se llevan contabilizados 25 casos en dos brotes con cepas diferenciadas. Y puede que el goteo continúe.

Salud necesita al menos un mes sin enfermos para dar por concluidos ambos brotes. Los responsables sanitarios dicen que «de lo sucedido se desprende la necesidad de mantener el nivel elevado de cobertura vacunal (como tenemos actualmente), además de intentar vacunar a toda la población, incluso los renuentes ya que son ellos los que van a enfermar cuando circule el virus generando ingresos hospitalarios», reza un informe del Servicio de Vigilancia Epidemiológica.

Otra preocupación de la consejería es lo que pueda ocurrir con los bebés, puesto que el sarampión supone un «riesgo vital para ellos, así como para personas inmunodeficientes». El sarampión, recuerdan, es una enfermedad con una alta facilidad de transmisión debido a su altísima contagiosidad. Esto hace necesario «reforzar las medidas de vacunación», insisten, tanto en niños, como adultos y personal sanitario.

Salud descarta adelantar la edad de vacunación que está fijada en los 15 meses. Asegura que dicha medida puede tener el riesgo de una menor respuesta inmunitaria si se hace antes de los 12 meses de edad. La misma queda reservada para riesgos de infección más elevados que los que tenemos actualmente. El calendario vacunal incluye la triple vírica (sarampión, rubeola y paperas) en dos dosis y se da a los 15 meses y a los 3 años. Los nacidos antes de 1978 en Asturias cuentan con inmunización natural al haberse expuesto al virus durante su infancia.

Salud aconseja aislar a los enfermos durante al menos 8 días

09.07.11 - L. FONSECA | GIJÓN, en El Comercio.

Ante un caso de sarampión: aislamiento. Bien en casa o en el hospital -si el caso es algo más grave-, los afectados deben permanecer aislados durante el periodo de transmisión que se estima en al menos ocho días. Así lo recuerda la Consejería de Salud del Principado en un informe que ha remitido a los médicos y pediatras de la región, muchos de los cuales no han visto nunca un afectado por sarampión.

Las manchas rojas en la piel son la constatación de que una persona puede estar afectada por esta enfermedad, pero el periodo de transmisión empieza cuatro días antes y se mantiene activo al menos otros cuatro días después de la aparición de las primeras manchas.

Restringir el contacto del enfermo con el entorno resulta primordial para impedir que la enfermedad vírica se propague. La Consejería de Salud entiende que es necesario recordar a los facultativos algunas características de esta patología, considerada ya rara en las consultas. Apunta, en este sentido, que el sarampión no ataca a todos por igual. En bebés puede resultar especialmente grave e, incluso, provocar la muerte. En jóvenes y adultos el riesgo es menor, aunque pueden darse casos que deriven en la aparición de neumonía.

Salud apunta que el sarampión «es una enfermedad viral aguda, altamente contagiosa frente a la que se lleva vacunando a la población desde hace 30 años con vacunas seguras y eficaces». No obstante, a partir de un solo caso pueden ocurrir brotes «en personas que no hayan sido vacunadas» como acaba de ocurrir en Asturias.

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