Blogia
La información es la base de tu opción ... y nosotros nunca te la ocultamos.

El desmantelamiento de la sanidad publica catalana: “… de mal en peor”

El desmantelamiento de la sanidad publica catalana: “… de mal en peor”

Las nuevas listas de espera no aseguran que los casos más graves sean operados

Salud evaluará la situación laboral o personal del enfermo antes de su entrada en el quirófano

El futuro sistema perjudica a los ancianos y los parados


FERRAN BALSELLS - Barcelona - 06/10/2011, en El Pais.
Pacientes con las cataratas más avanzadas o "muy afectados" y con "dolor grave" a la espera de una prótesis no tendrán garantizado su acceso a las listas de espera para ser operados en la sanidad pública. Así lo establece el formulario que criba la entrada en los registros que el Departamento de Salud, dirigido por Boi Ruiz, aplicará antes de fin de año y al que ha tenido acceso EL PAÍS.
El nuevo modelo fija una escala de puntos que el médico deberá calcular para incluir a un paciente en la lista de espera. La gravedad de la enfermedad, sin embargo, no aporta en ningún caso los puntos suficientes y el caso dependerá entonces de factores ajenos a la enfermedad, como su situación personal o laboral.
Por ejemplo, en las operaciones de prótesis de cadera o de rodilla, el paciente deberá sumar 75 puntos. Para llegar a ellos, el baremo da 18 puntos si se tiene "la patología muy avanzada", 33 si se sufre "dolor grave" y 20 si se "es incapaz de realizar la mayor parte de las actividades cotidianas". Con el peor diagnóstico, un enfermo alcanzaría 71 puntos y no tendrá garantizada la operación.
Sería el caso de una persona que no trabaje, que tenga una persona que le cuide y sin nadie a su cargo, tres variables que suman cero puntos y que son habituales en pacientes ancianos (véase la escala de puntos en la página 3). El sistema puede perjudicar, por ejemplo, a los parados.
En las cataratas, el enfermo deberá sumar 50 puntos, pero en el caso de "incapacidad visual muy grave", solo recibirá 45; en los casos "graves", 35, y en los "moderados", 20. Tampoco aquí los casos "muy graves" tendrán su intervención asegurada.
La necesidad de limitar la entrada de pacientes en las listas de espera ha llegado a la sanidad pública de la mano de los recortes, que pretenden reducir el gasto sanitario el 10% (1.000 millones de euros). Hasta ahora, los médicos decidían si introducir o no a un enfermo en la lista de espera solo por criterios clínicos. En algunas operaciones, entrar en las listas garantizaba, además, ser operado en un plazo de seis meses.
Con los recortes, esta garantía ha quedado eliminada en la mayoría de las situaciones. En el caso de las cataratas y las prótesis, sin embargo, la Generalitat no puede eliminar esta garantía porque está respaldada por un decreto del Ministerio de Sanidad. La clave para poder aplicar los recortes es, pues, restringir la entrada de enfermos en las listas.
"Esta escala de puntos ya la utilizamos, pero nos sirve para priorizar a los pacientes que ya están en lista de espera. Salud quiere ahora que la usemos para excluir a enfermos de las listas, lo que es una perversión", afirma un oftalmólogo de un hospital público. Otro médico considera que es un modelo "demasiado restrictivo". "Una persona muy grave siempre debería ser una urgencia. Ahora, por más grave que esté, podrá quedar fuera".Una portavoz de Salud admite que es posible que los pacientes más graves se vean relegados a la hora de entrar en quirófano, pero precisa que "los pacientes graves que no accedan a la lista también podrán ser operados antes de seis meses aunque queden sin garantía. La última decisión la tendrán las respectivas juntas clínicas", insiste Salud. Sobre el papel, sin embargo, nada queda garantizado, reconoce esta portavoz.
Los profesionales consultados critican que el nuevo sistema de gestión de las listas de espera se base en "un estudio de la Agencia de Información, Evaluación y Calidad en Salud en el que no participaron profesionales médicos y que estaba hecho para otros fines". Los propios autores del estudio, concebido como una herramienta teórica para explorar mejoras en la gestión de las listas de espera, destacan en las conclusiones las limitaciones de su trabajo: "No era objetivo del estudio" su uso para el "diseño de un plan de choque o un abordaje de los tiempos de garantía". El trabajo también alerta de la composición incompleta del grupo de autores. "La ausencia de expertos en patologías como urología, ginecología, medicina familiar y comunitaria puede haber modificado la clasificación de criterios como el de la calidad de vida", sigue el estudio, antes de concluir que "la falta de expertos en bioética hace que los criterios no incluyan con suficiente potencia aspectos como la dependencia de personas a cargo del enfermo o la equidad social".
Por otra parte, los recortes y la gestión de las listas de espera siguen sumando rechazos en el sector sanitario. Seis de los ocho hospitales de referencia de Cataluña, los que gestiona directamente el Instituto Catalán de la Salud (ICS), ya se han posicionado a favor de la huelga indefinida tras la votación realizada ayer en el hospital de Viladecans y en el Joan XXIII de Tarragona, informa Mercè Pérez. La hipotética huelga solo se hará efectiva si hay unanimidad con los otros hospitales que todavía deben pronunciarse.
Pero la oleada de votaciones añade presión a Salud para que dé marcha atrás en la pretensión de ahorrar 47 millones de euros a costa del salario de los cerca de 41.000 profesionales de la sanidad pública. Tras semanas de reuniones, la Generalitat ha lanzado un ultimátum para recortar la mitad de la paga de Navidad o despedir a 1.500 interinos. Los sindicatos rechazan la medida y sopesan convocar la huelga, que ya apoyan la mayoría de los hospitales.

Acceso a las listas de espera

- Las cataratas y prótesis de rodilla o cadera acceden a lista de espera si el paciente alcanza 50 y 75 puntos, respectivamente. Los más graves de cataratas obtienen 45 puntos y 71 puntos los de prótesis. Aspectos ajenos a la enfermedad condicionan el acceso a las listas de espera.
- La limitación para trabajar puntúa de 10 a 14 en función de las dificultades que implica la enfermedad en la vida laboral. Si el paciente no trabaja, la puntuación es siempre cero.
- La probabilidad de recuperación puntúa de cuatro a siete, la más alta para el paciente que tenga altas posibilidades de recuperarse. Los enfermos más graves o de más edad ("probabilidad moderada") obtendrán un cero.
- Condiciones del entorno El paciente del que dependan otras personas obtendrá entre seis y ocho puntos; en caso contrario, como ocurre con los ancianos, no puntuará. El hecho de que nadie le cuide supondrá de 9 a 11 puntos; ninguno si dispone de alguien, algo habitual también entre las personas mayores.

0 comentarios