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La prioridad asturiana, con la vista puesta en el 25-M, no necesita tanto de la “unidad”, nada afectada en este Congreso, como del “cambio” que propugna el nuevo Secretario General del PSOE…

La prioridad asturiana, con la vista puesta en el 25-M, no necesita tanto de la “unidad”, nada afectada en este Congreso, como del “cambio” que propugna el nuevo Secretario General del PSOE…

Rubalcaba se impone a Chacón por 22 votos

La mayoría cree que la elección la decantaron delegados de Andalucía, gracias a una alianza entre los seguidores de González y los de Guerra

05/02/2012, GONZALO LÓPEZ ALBA, SEVILLA, en La Voz de Asturias

El vértigo pudo más que el deseo de cambio. No fueron sólo nueve votos, como cuando en 2000 resultó elegido contra pronóstico José Luis Rodríguez Zapatero, pero la diferencia tampoco fue mucho mayor. 22 votos dieron el triunfo a Alfredo Pérez Rubalcaba (487, que suponen el 51,0% de los votos emitidos) frente a Carme Chacón (465, equivalentes al 48,7%). El exvicepresidente del Gobierno, con un triunfo al sprint, se convierte así en el cuarto secretario general del PSOE desde la recuperación de la democracia, tras Felipe González, Joaquín Almunia y Zapatero.

El establishment se empleó a fondo para evitar lo que hubiera sido una revolución en el PSOE tras 132 años de historia: ser liderado por una mujer y catalana. Especialmente en evitar que el futuro del PSOE quedara en manos de alguien procedente de un partido que, como el PSC, no se reconoce una federación más, sino que se ha reclamado siempre autónomo. Para impedirlo, se aliaron felipistas y guerristas, con los viejos patriarcas Felipe González y Alfonso Guerra a la cabeza, y también una parte del zapaterismo.

El nuevo secretario general del PSOE antepone la unidad al cambio

La trascendencia de la votación celebrada este sábado se puso de manifiesto en el dato de que sólo uno de los 956 delegados acreditados no emitió su voto y únicamente se registraron dos en blanco y uno nulo. A pesar de que el recuento duró casi dos horas, fuentes de la comisión electoral aseguraron que no se hizo más que una vez y que la candidatura derrotada no presentó tampoco impugnaciones. Para el anecdotario queda que en la primera urna empataron a 103 y la balanza se desequilibró en la segunda (donde votaron aquellos cuyo apellido comienza por d, e y f), en la que Rubalcaba obtuvo 115 votos frente a 93 de Chacón.

La división andaluza

La primera explicación sobre lo ocurrido apunta a que en la prevotación promovida entre los delegados andaluces por José Antonio Griñán para intentar inclinar la balanza en favor de Chacón hubo votos falsos o bien cambiaron de opción en las últimas horas. La figura de Griñán será preservada porque es el candidato para las elecciones autonómicas del 25 de marzo, pero su secretaria de Organización, Susana Díaz, está en la diana de quienes apoyaron a Rubalcaba en Andalucía, donde la hegemonía socialista está seriamente amenazada.

Rubalcaba promete "no cobrar facturas ni emitir salvoconductos"

En su discurso de postulación como candidato, Rubalcaba aseguró que tiene "odio al sectarismo" y, por tanto, prometió que con él "no habrá rubalcabismo". "No emitiré salvoconductos ni voy a cobrar facturas y tampoco pediré un cheque en blanco a mi partido", garantizó Rubalcaba tras la victoria. Y Gaspar Zarrías, mano derecha de Chaves, rechazó públicamente que Griñán haya perdido el Congreso y dijo estar convencido de que habrá "integración". La primera prueba será el proceso de confección de las listas para las elecciones del 25-M, ante el que los seguidores de Chaves han salido reforzados tras lo ocurrido este sábado.

Más que el discurso, la noche

A Rubalcaba el sorteo con moneda al aire le deparó hablar en primer lugar, aunque su representante había solicitado hacerlo después de Chacón. La importancia que pudo tener la alocución de los candidatos en el resultado final de la votación es objeto de controversia, pero la mayoría opina que fue escasa, si la hubo.

Se propone "recuperar el liderazgo de la Ejecutiva federal"

"Los congresos se ganan por la noche", señalaba alguien que ha participado en todos los celebrados por el PSOE desde Suresnes (1974). La del viernes al sábado fue la noche de las llamadas. Los chaconistas supieron entonces que Felipe González se había remangado para ganar las últimas voluntades a favor de Rubalcaba, y también Alfonso Guerra. A partir de este conocimiento empezaron a temer que la victoria que habían cantado acabaría en derrota.

En su discurso ante los delegados, Rubalcaba habló más con el tono de quien ya ejerce de líder que el de quien es sólo un aspirante. Y anticipó algunas de las pautas de comportamiento que tendrá como nuevo secretario general. En particular, su propósito de "recuperar el liderazgo para la Ejecutiva federal", con el objetivo de "restablecer la unidad y la coherencia" de su "discurso político, atributos" que ha "perdido o que, por ser más suave, se han difuminado".

"Unidad, unidad y unidad"

Unidad y cambio, por este orden, serán sus guías de actuación. Lo había dicho durante la campaña como candidato y lo confirmó en la breve alocución que hizo ante el plenario tras su proclamación como secretario general electo. Para que no quedara duda de cuál es la prioridad, él mismo señaló explícitamente que la unidad es la pata "más importante" sobre la que se propone reconstruir el edificio socialista.

"Os hablé de dos palabras que iban a impregnar mi mandato, si es que decidíais, como así ha sido, hacerme secretario general. Unidad, unidad y unidad. Y la segunda, cambio. Unidad y cambio. Fijaos que he cambiado el orden. Unidad y cambio. Este es ya el momento de la unidad", resaltó, comprometiéndose a ser "el secretario general de todos los socialistas, absolutamente de todos".

Su primera proclama como tal fue que el PSOE ha vuelto a demostrar que es "un partido fuerte" y dijo asumir el cargo con "orgullo y responsabilidad".

Pero en este breve discurso, que no llegó a diez minutos, deslizó un comentario que mantiene abierta la puerta a la hipótesis de que el suyo puede ser un mandato de transición, para reconstruir el partido y después dar paso a otro candidato electoral. De ser así, todas las miradas están puestas en estos momentos en el lehendakari Patxi López, con el que protagonizó uno de los abrazos más intensos tras su proclamación.

"Me gustaría que, cuando me despida del cargo, sea con el mismo cariño con el que despedisteis a Felipe, Joaquín y José Luis. Eso me parece que es lo más importante. Lo importante no es llegar, lo importante es saber salir", dijo recién elegido. En todo caso, pasarán años antes de que se despeje esa incógnita.

Rubalcaba tuvo palabras de agradecimiento para su contrincante, por su "trabajo" y por su "discurso", aunque algunos de sus pasajes provocaron serio malestar entre sus partidarios, particularmente la insistencia en que representa "la interinidad" para una "travesía del desierto". Y después, confirmando que su estajanovismo no es una leyenda, dijo: "Toca trabajar, trabajar y después, trabajar".

El lunes celebrará su primera reunión la nueva Ejecutiva, aunque no será en Sevilla, como prometió Chacón, sino en Madrid.

«Asturias es una prioridad», dice el nuevo secretario

«Os vamos a ayudar a ganar a la derecha que da prioridad a sus odios», promete a la FSA

05/02/2012, Raúl Álvarez, Oviedo, en La Voz de Asturias

Asturias, con elecciones a la vista, figura muy arriba en la lista de prioridades del nuevo secretario general del PSOE. Alfredo Pérez Rubalcaba conoce bien la realidad de la región. Veranea en Llanes desde hace 20 años y tiene contactos personales y lazos de amistad, más allá del trato político, con buena parte de la plana mayor de la Federación Socialista Asturiana (FSA). De manera que, en el discurso posterior a su elección, no resultó forzada una apelación directa al líder del partido en Asturias, Javier Fernández. “Andalucía y Asturias, Javier. Esos son nuestros retos: proyecto, Andalucía y Asturias”, afirmó como remate a esa breve intervención, justo antes de la salva final de aplausos Antes de la votación, en su largo discurso de la mañana, el exvicepresidente del Gobierno también había deslizado referencias a los retos electorales que el partido afrontará el 25 de marzo. Rubalcaba dirigió dardos a un antiguo adversario político, el presidente regional Francisco Álvarez-Cascos, a cuya incapacidad de entenderse con el PP atribuyó un adelanto electoral. “Os vamos ayudar a ganar a la derecha que ha puesto sus odios por encima de los intereses de los asturianos”, prometió a los delegados de la FSA.

La organización asturiana había mostrado hace quince días, en el congreso extraordinario de Siero, su inclinación por Rubalcaba. De los 42 delegados presentes en Sevilla solo cinco se habían pronunciado inequívocamente por Carme Chacón. El resultado de ayer deja a Fernández como uno de los barones que apostaron por el nuevo secretario general desde el principio. Solo el lehendakari Patxi López y la cántabra Dolores Gorostiaga se habían expuesto tanto. Otros dos asturianos, la exalcaldesa de Gijón Paz Fernández Felgueroso y el secretario de la agrupación de Oviedo, Alfredo Carreño, también dieron su aval de entrada al aún precandidato.

Ese buen entendimiento quedó patente para todo el auditorio. Fernández y Rubalcaba intercambiaron palabras mientras el segundo agradecía su elección y compartieron un efusivo abrazo cuando el secretario general se bajó del estrado. También la organizadora de su campaña, Elena Valenciano, intercambió un largo saludo con el líder de los socialistas asturianos, que confesó después que apenas recordaba las palabras pronunciadas en aquellos momentos de alegría. “Casi me he emocionado más hoy que cuando gané el congreso de Asturias en 2000, que también fue muy apretado”, explicó.

La sintonía entre Rubalcaba y la FSA es más que mera retórica para la galería. El nuevo número uno del PSOE comenzó en Gijón su ronda de contactos para exponer sus proyectos a los militantes, un gesto que la dirección asturiana no olvida. “En política, una decisión así nunca es casual”, señaló Fernández.

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