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Hoy día decisivo en Grecia, pero no será el último porque esto, por desgracia, insisten en que vaya a peor… (todos sabemos ya quienes)

Hoy día decisivo en Grecia, pero no será el último porque esto, por desgracia, insisten en que vaya a peor… (todos sabemos ya quienes)

El Parlamento griego vota hoy su futuro entre el sacrificio y el caos

El importe del rescate de la UE y el FMI se eleva a 145.000 millones de euros

El plan de rescate resquebraja el Gobierno de Grecia

Amanda Mars, Atenas, 12 FEB 2012, en El País.

“Ya estamos en bancarrota, en realidad, pero nos van a dar dinero para salir de ella y hay que aprovecharlo”. El cineasta Sotiris Goritsas, conocido por sus filmes satíricos y sociales, se confiesa en el barrio de Exarchia de Atenas. “Es impopular lo que digo, pero lo que nos pide Europa y el Fondo Monetario Internacional debimos haberlo hecho hace años, hay mucho que reformar, combatir el fraude fiscal, por ejemplo. La gente protesta, pero en el fondo de su corazón sabe que ha vivido por encima de sus posibilidades”, dice.

La gente, en efecto, protesta. Ayer, segundo día consecutivo de huelga general, los manifestantes se enfrentaron de nuevo a la policía en la plaza Syntagma, frente al Parlamento. Dentro, los líderes políticos clamaban a sus parlamentarios para que aprueben el plan de rescate de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), y los recortes que conlleva, para evitar el adiós al euro. El ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, confirmó que los créditos de 130.000 millones de euros no bastarían y habría que elevarlos en 15.000 millones hasta 2015 y aseguró que los inspectores de la troika (UE, FMI y Banco Central Europeo) lo habían propuesto al Eurogrupo.

El primer ministro, Lukas Papademos, logró un acuerdo de su Gabinete el viernes, pese a las renuncias de varios miembros, pero hoy el Parlamento debe refrendarlo y teme a los rebeldes. Papademos mandó un mensaje al país por la noche, advirtió que el rechazo a los ajustes supondría “la bancarrota” y “el caos social”. “Los demagogos dicen que es mejor la bancarrota [que el acuerdo con la troika], pero la bancarrota sólo creará una explosión social y el caos”, afirmó. “Sabemos que el aguante de la gente está llegando a su límite”, admitió, pero “debemos arreglar lo que hemos hecho mal”.

Fue curioso oír en el Parlamento a Yorgos Papandreu, que cayó en noviembre, rechazado por esa Cámara, precisamente porque quería someter a un referéndum ese programa. Lo recordó: “He perdido amigos, mi familia ha sufrido, renuncié a mi cargo, fui insultado y vilipendiado como ningún otro político lo ha sido nunca en este país”, pero “nada de eso es comparable con lo que sufrirá nuestra gente si no hacemos lo correcto”.

El líder de los conservadores de Nueva Democracia, Antonis Samaras, advirtió de que, quien vote no, “no será candidato en la próxima elección”. El Gobierno, respaldado por Pasok y Nueva Democracia, cuenta con una holgada mayoría parlamentaria —236 de los 300 miembros— pese a la deserción de 16 los derechistas de Laos. Pero hay socialistas y conservadores que planean votar contra el plan, que incluye el recorte en un 22% del salario mínimo, rebaja de las pensiones y el despido de 15.000 funcionarios este año (150.000 hasta 2015). Además, los acreedores privados renuncian a cobrar la mitad de los 206.000 millones que tienen en deuda griega. Venizelos concretó ayer que el país emitirá 70.000 millones en nuevos bonos y que 30.000 de estos serían pagados por los socios europeos a los prestamistas, según Bloomberg.

Bruselas reclama los compromisos sobre las reformas por escrito, se fía poco de los políticos griegos. Goritsas remata: “Los gobernantes sienten algo así como que tienen que matar a sus propios hijos, pero, como en la tragedia griega, estos deben a su vez matar al padre, ser adultos”.

La amenaza de quiebra condiciona el voto en Grecia

El Parlamento vota esta noche los duros recortes exigidos por la troika y la tensión aumenta

YIANNIS MANTAS, 12/02/2012, en Público.

La jornada de hoy determinará el futuro de Grecia. Esta noche, el Parlamento heleno votará un nuevo memorándum que implica dolorosas medidas de austeridad que tendrán un gran impacto social. En medio de una situación de descomposición gubernamental y de efervescencia social, el Gobierno se enfrenta al reto de aprobar medidas que por un lado bajarán considerablemente el nivel de vida de los griegos, pero que por otro lado evitarán una quiebra desordenada. No obstante, los recortes adoptados en los últimos 20 meses no han dado resultados y el país ahonda su depresión.

El proyecto de ley que se somete a votación contiene el marco jurídico sobre el canje de bonos, la recapitalización de los bancos griegos y la autorización del primer ministro, el exbanquero Lukas Papadimos, y del ministro de Finanzas, Evángelos Venizelos, para firmar el nuevo plan de rescate con la llamada troika (BCE-CE-FMI) por un mínimo de 130.000 millones de euros. Aunque el detalle de las medidas se conocerá en los próximos 15-20 días, con la aprobación de la legislación pertinente, las peticiones de la troika ya se han concretado en gran medida, dejando poco margen de maniobra para Papadimos.

Entre ellas, destacan la reducción sin precedentes del salario mínimo en el sector privado en entre un 22% y un 32% para los recién incorporados al mercado laboral (menores de 25 años), suponiendo un importe neto de 480 y 430 euros respectivamente; la derogación de los convenios colectivos e individuales; los recortes en las pensiones principales y auxiliares; el despido de 15.000 empleados públicos y los tijeretazos en las prestaciones sociales y los gastos estatales.

Papadimos apeló ayer al patriotismo y al sentido de la responsabilidad histórica de los diputados señalando que el país está al borde de la catástrofe. No obstante, su Gobierno se encuentra en clara descomposición (el acuerdo con la troika ha provocado las dimisiones de seis miembros del Gobierno, incluidos un ministro y cinco viceministros) y crecen las voces que piden elecciones anticipadas. El partido ultraderechista Laos ya abandonó la coalición gubernamental y votará en contra del memorándum.

Negociaciones complicadas

Al mismo tiempo, las negociaciones entre Papadimos, Giorgos Papandreu (del socialista Pasok) y Antonis Samaras (conservador) se desarrollan en un ambiente de recelo que provoca el descontento de los socios europeos y la indignación de la sociedad. Aunque tanto Papandreu como Samaras se han declarado a favor del memorándum (se necesitan al menos 121 votos positivos de los 300), al menos 20 diputados de ambos partidos se oponen a su aprobación.

En espera de la votación, la plaza Syntagma de Atenas volvió a ser escenario de protestas generales contra los recortes. Grupos de manifestantes cerraron las avenidas frente al Parlamento heleno, algo que se espera repetir en la manifestación de hoy, en la que se sumarán las confederaciones generales de trabajadores del sector público y privado. Se espera una asistencia masiva, mientras la Policía desplegará unos 5.000 antidisturbios ante el Parlamento.

OPINION

¿Quebrar Grecia? ¿Más todavía?

Isaac Rosa – Comité de Apoyo de ATTAC España

Cada vez que oigo eso de “Grecia negocia contrarreloj para evitar la quiebra”, me hago siempre la misma pregunta: ¿Quebrar Grecia? ¿Es que puede quebrar más todavía?

Ah, ya entiendo: hablan de la quiebra formal, de cara a la banca y los inversores, esa declaración de bancarrota que pondría en problemas a los bancos acreedores y a la zona euro, y que los dirigentes europeos intentan evitar a toda costa, no por compasión, sino porque mientras los carroñeros sigan cebándose con ese cadáver no picotearán demasiado en otros países.

Porque al margen de esa quiebra técnica, que no acaba de descartarse, el país no puede estar ya más quebrado. Tenemos por un lado la quiebra económica, con un país arruinado y al que el tratamiento recetado por Europa condena a no poder andar solo durante muchos años. Por otro lado, la quiebra social, con una ciudadanía abandonada a su suerte, víctima de una política de tierra quemada que extiende la miseria e hipoteca el futuro de varias generaciones.

Está también, no menos importante, la quiebra democrática: un gobierno obligado a renunciar, un Parlamento sometido al chantaje de la ‘troika’, y un gobierno tecnocrático impuesto que pese a todo no consigue los resultados esperados. Si falla también Papademos, si ni con él se dejan torcer el brazo tanto como se les exige, ¿qué será lo siguiente? ¿Bastará con imponer un comisario europeo que administre el país, como piden algunos en Alemania? ¿O habrá que ocuparlos militarmente?

Teniendo quebradas la economía, el Estado, la sociedad, la democracia, la soberanía y el futuro, ¿qué será lo siguiente que le rompan? ¿Cuál será la siguiente quiebra, como pago para evitar la Quiebra con mayúscula? ¿La quiebra territorial, perdiendo unas cuantas islas, como ya se insinuó en su día? ¿La quiebra patrimonial, subastando sus riquezas arqueológicas? ¿La quiebra nacional, disolviendo el país y dividiendo sus pedazos entre los acreedores para que hagan con ellos lo que quieran (montar un Las Vegas, por ejemplo)?

Tal vez Grecia logre al final salvarse de la quiebra, sí. Grecia, o lo que quede de ella.

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