Desde Sevilla Rajoy no da la impresión de que vaya a rectificar ni un ápice
Los sindicatos, contentos y sorprendidos ante la respuesta contra la reforma
Se esperaban protestas “suficientes” para forzar al Gobierno a rectificar la reforma laboral
Los asistentes que salieron a las calles de 57 ciudades españolas superaron las expectativas
Foto: 500.000 ciudadanos en las calles de Madrid ayer.
Manuel V. Gómez, Madrid, en El País.
Los sindicatos esperaban que las manifestaciones que convocaron para ayer fueran “masivas y suficientes” para forzar al Gobierno a rectificar la reforma laboral aprobada el pasado 10 de febrero. Pero el número de asistentes que salieron a las calles de 57 ciudades españolas les sorprendió incluso a ellos. “La verdad es que ha sobrepasado las expectativas”, admitía el secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, ayer por la tarde. “Sí que me ha sorprendido. No mucho, porque estos días ya se palpaba”, abunda Cándido Méndez, líder de UGT.
También Toni Ferrer, numero dos del mismo sindicato UGT, y Fernando Lezcano, portavoz de CC OO, se confesaban contentos y sorprendidos, aunque inmediatamente matizan que esperaban el éxito por lo visto en las asambleas que habían convocado en los días anteriores por toda España. Solo Ramón Górriz, secretario de Acción Sindical de CC OO, siempre sobrio y correcto, decía no estar sorprendido.
“La gente está bastante madura”, cree Méndez. Los sindicatos saben que la crisis ha extendido entre la población el temor a perder el empleo y la empuja a aceptar los recortes con resignación. Pero creen que el Gobierno ha ido muy lejos y ha preocupado a la gente, explica Lezcano. En sus cálculos para convocar o no una huelga general también está esto presente. “El que haya huelga, si no hay cambios, es incontestable”, apunta el número de UGT, Toni Ferrer, “pero si se convoca es para ganarla”.
Ambos sindicatos analizarán estos días los siguientes pasos a dar con el refrendo de las decenas de miles de personas que acudieron a las manifestaciones. “Ahora hay que bajar a las empresas a explica la reforma”, ha anunciado Lezcano.
Por su parte, Silvia Sazatornil, de UGT, y una de las lectoras del manifiesto ayer en Madrid, reclama al Gobierno que retome el diálogo y le emplaza a rectificar. "Si el Gobierno no rectifica, continuaremos con la movilización creciente”, concluía el comunicado. Los sindicatos todavía no concretan en qué consistirá esa “movilización creciente”. Todavía se resisten a dar por segura una huelga general, y aún más a especular con la fecha en la que se podría convocar. Conscientes de que la situación económica es crítica, los líderes sindicales no quieren que se les acuse de irresponsables. “Voy a seguir hablando de la reforma, y no me voy perder en el debate sobre la respuesta”, defendía ayer el cabeza de UGT, Cándido Méndez.
Pocas veces un Gobierno con una mayoría tan absoluta y a apenas tres meses de lograr un amplio apoyo en las urnas se ha encontrado frente a unas movilizaciones del calibre de las de ayer por las primeras medidas que ha adoptado. Claro que, también es cierto, que nunca un Ejecutivo ha llegado al poder con 5,3 millones de parados y una situación económica tan difícil.
Un discurso dramático
En su discurso de clausura del congreso del PP este domingo, Mariano Rajoy evitó dirigirse a los sindicatos, que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría había atacado previamente insinuando que "deberían representar a todos esos que no tienen un empleo”.
El líder del Ejecutivo prefirió dirigirse directamente a los asistentes a las concentraciones: “La reforma laboral es justa y buena para España. Es necesaria. Y lo saben bien quienes llevan tanto tiempo buscando empleo sin encontrarlo. Ninguna de las medidas hará milagros. No basta con ponerle ruedas a un coche para que ande, pero sin ellas es imposible que se mueva”. E insistió en recordar a los más de 5 millones de parados con un tono dramático: “A los que protestan les digo: ¿Saben que hay madres solas haciendo milagros? ¿Saben que hay padres de familia que ya ni imaginan cuándo trabajarán de nuevo? ¿Qué hacemos frente a ese desaliento?”. “Cuando hacemos reformas laborales, lo hacemos pensando en la gente que está en el paro”, ha asegurado.
¿¡Y dice que habla en nombre de los parados!?...
Rajoy defiende su reforma laboral en una jornada de protestas en toda España
El presidente del Gobierno salió este domingo en defensa de la reforma laboral porque "es la que esperaban los más de cinco millones de parados" y arremetió contra los que quieren “desarbolar” la voluntad mayoritaria de los españoles para salir de la crisis en alusión a los sindicatos.
nuevatribuna.es
El presidente del Gobierno defendió este domingo la reforma laboral porque es “lo que estaban esperando más de cinco millones de parados”. En el discurso de clausura del XVII Congreso Nacional del PP, Mariano Rajoy, hizo un alegato en defensa de los ajustes acometidos y de las reformas puestas en marcha y advirtió de que la situación económica aún no ha tocado fondo y que la tarea será “dura, ingrata y difícil” ya que “exige más sacrificios frenar el deterioro que construir”.
“Todo el mundo sabe que los problemas son extraordinariamente graves, que no se van a resolver en dos tardes, y que las medidas no siempre serán agradables”, dijo, y apeló al, a su juicio, sentir mayoritario de los españoles para poner en marcha reformas “vitales” para “salir del marasmo”. En este punto, Rajoy se congratuló de haber hecho en siete semanas más reformas que el PSOE en siete años, entre ellas “un drástico recorte del gasto público, con más de 9.000 millones de euros”.
El jefe del Ejecutivo citó la reforma financiera aprobada por el Congreso y se refirió de forma más precisa a la del mercado laboral que ha llevado este domingo a las primeras manifestaciones de protesta por toda España. “Es la reforma que España necesita para evitar que seamos el país que destruye más empleo en toda Europa. Una reforma que moderniza nuestra legislación y que, sobre todo, acaba con las injusticias y las discriminaciones que arrastraba nuestro mercado de trabajo. Una reforma que es justa y buena para España. Y eso lo saben muy bien quienes llevan tanto tiempo buscando un empleo sin encontrarlo”, subrayó.
Rajoy no aludió de forma directa a las protestas ni citó en ningún momento a los sindicatos, pero sí a los que “se están quejando porque las medidas son duras”, acusándoles de intentar “desarbolar la voluntad mayoritaria de recuperación”.
“Sé que a algunos no les gusta lo que estamos haciendo. Quizá porque les gustaba más lo que había antes. En ese caso es natural que protesten”, señaló. En todo caso, mostró su confianza absoluta en que los españoles “no van a sacrificar esta oportunidad entorpeciendo la tarea del Gobierno en el que han puesto su esperanza”, insistió.
El ‘decretazo’ de Rajoy echa a Asturias a la calle
La protesta contra la reforma laboral congrega en Gijón a más de 50.000 manifestantes
20/02/2012, Pablo á. Rubio, Gijón, en La Voz de Asturias.
Ni la lluvia ni el frío pudieron ayer con miles de asturianos que decidieron acudir a Gijón a decir un no tan claro como rotundo a la reforma laboral que el Gobierno del Partido Popular (PP) ha puesto en marcha, la más dura de la historia de la democracia. Alrededor de 50.000 personas, según los cálculos de los sindicatos, secundaron una de las manifestaciones más multitudinarias de los últimos años en Asturias. No era para menos. La movilización salió pasadas las 12 de la mañana de la plaza del Humedal y una hora y tres cuartos después, cientos de manifestantes aún estaban llegando al punto final de la marcha, en la sede del ayuntamiento gijonés.
Los convocantes de la protesta, CCOO y UGT, reiteraron lo que vienen expresando públicamente desde que el ejecutivo que dirige Marino Rajoy publicase el decreto en el Boletín Oficial del Estado (BOE) hace poco más de una semana: que se trata de un recorte de derechos flagrante, un abaratamiento claro del despido y que será totalmente ineficaz a la hora de crear empleo. Para el líder de CCOO, Antonio Pino, el cambio legislativo solo pretende favorecer el interés de unos pocos. “Del PP, de los partidos nacionalistas de derecha y de los empresarios”, comentó en su intervención al finalizar la marcha.
Tanto Pino como su homólogo en UGT, Justo Rodríguez Braga, no dudaron a la hora de precisar que los sindicatos se verán en la tesitura de convocar una huelga general si finalmente el Gobierno no suaviza la reforma. “Si hay que convocarla se convocará, pero cuando digamos nosotros, no cuando quieran ellos”, indicó Braga, en relación a las palabras de Rajoy hace unas semanas cuando -en un corrillo- admitió que la reforma le iba a costar a su Gobierno una huelga general. “Si no la rectifican, la convocaremos, que nadie lo dude”, aseveró Pino.
Las movilizaciones de los sindicatos no culminaron ayer. Para el próximo miércoles 29, hay prevista una jornada de lucha que persigue, con distintos actos, informar a la ciudadanías sobre las consecuencias del decretazo.
Desprestigio sindical
La jornada de ayer también sirvió para que los sindicatos volviesen a poner encima de la mesa lo que ellos ven como un intento de limitar la acción de las centrales y, al mismo tiempo, desprestigiarlos ante la opinión pública. “El ejemplo lo tenemos en la negociación colectiva, donde siempre va a primar el convenio de empresa ante el sectorial”, indicó Pino.
Se trata de una cuestión esencial, en palabras de Rodriguez Braga. El líder de UGT recordó que en España la mayoría de empresas tienen entre 6 y 10 trabajadores, con lo que el hecho de que se anteponga el convenio de empresa al del sector deja en una clara posición de desventaja a los empleados. “El Gobierno acaba de quebrar el modelo de relaciones laborales que se había impuesto desde que España volvió a la senda de la democracia”, espetó el secretario general de CCOO ante una plaza repleta de gente.
Por ello, las centrales entienden que la manifestación de ayer tiene que ser un paso previo para forzar al Ejecutivo a una negociación. “Necesitamos movilizaciones masivas”, arengaron, al mismo tiempo que recordaron que, a pesar de la mayoría absoluta del PP, la reforma tiene que pasar por el trámite parlamentario donde tiene puesta la esperanza de que se flexibilice.
Más precariedad
La reforma de Rajoy tiene su punto más duro y polémica en las condiciones del despido, que se abaratará de manera clara y que, por ejemplo, da vía libre a una empresa que acumule dos meses de pérdidas o tres trimestres de bajada de facturación para justificar los despidos. Para Rodríguez Braga se trata de un golpe en la línea de flotación de la clase trabajadora. “Aquellos empresarios que no sean capaces de soportar dos meses de pérdidas no se pueden llamar empresarios, son empleadores”, indicó.
El líder de UGT añadió una cuestión más al aspecto del abaratamiento des despido. Desde el Gobierno se argumenta que la reforma servirá para crear puestos de trabajo cuando amaine la crisis. “Claro, no dicen que lo que pretenden es sustituir a los padres por los hijos, pero con contratos precarios, con sueldos bajos”, argumentó.
Justamente, a pesar de la masiva afluencia, entre los corrillos se destaca la escasa presencia de gente joven, máxime cuando el desempleo juvenil es uno de los grandes problemas. Miembros de los sindicatos comentaron que este fenómeno es el que se intenta transmitir desde el PP. “Que la gente joven crea que la reforma les va a favorecer porque se va a prescindir de la gente más cara para contratarlos a ellos”, aseguraron. Pero lo que desconocen, prosiguieron las centrales, es que sus contratos serán “precarios”.
Deuda
El objetivo de déficit también fue objeto de reflexión por parte de Braga y Pino. Ambos coincidieron en que es imposible que España consiga rebajar su deuda hasta los límites que exige la Unión Europea (UE) sin dar un tajo enorme al gasto público, y por extensión, a las políticas sociales. “Cómo vamos a pagar la deuda si nos echan a la calle”, se preguntó Rodríguez Braga.
Los ejemplos de Grecia y Portugal estaban en el subconsciente de todos y si España necesita recortar 40.000 millones más, para los sindicatos está claro. “Irán a por la sanidad y la educación, como ya están haciendo en Castilla-La Mancha”, afirmó el secretario general de UGT. Por ello, Pino alentaba a los manifestaciones a no cejar en la lucha y en las movilizaciones, porque está convenido de que en cuanto pasen las elecciones -en especial las andaluzas- Rajoy volverá a presentar un nuevo tijeretazo que se antoja preocupante. “Si caemos en la permisividad, luego no valdrán lamentos”, aseguró.
Lo que no hubo, ni por parte de Braga ni por parte de Pino, fue referencia alguna a los comicios que se celebrarán en Asturias en poco menos de un mes debido al adelanto electoral que activó el presidente del Principado, Francisco Álvarez-Cascos, después de haber sido incapaz en siete meses de Gobierno de elaborar un presupuesto y pactar con alguna de las fuerzas de la oposición, en especial, con el PP. Los dos líderes sindicales se ciñeron al hecho que llevó a miles de asturianos a las calles de Gijón, una reforma laboral que para CCOO y UGT erosiona los derechos conquistados desde hace décadas.
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