Blogia
La información es la base de tu opción ... y nosotros nunca te la ocultamos.

«Asturiano del mes» de enero de LA NUEVA ESPAÑA…

«Asturiano del mes» de enero de LA NUEVA ESPAÑA…

El equipo que realizó el primer trasplante de brazo, «Asturiano del mes» de enero

Un colectivo de casi 50 profesionales de diversas especialidades llevó a cabo en el Hospital Central una intervención que había comenzado a gestarse en el año 2000

Foto: Parte del equipo con el Consejero de Sanidad el día siguiente a la intervención.

Oviedo, P. Á., en La Nueva España

El equipo del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) que llevó a cabo el primer trasplante de brazo de la región ha sido designado «Asturiano del mes» de enero de LA NUEVA ESPAÑA. La intervención culminó con éxito, y el paciente, un gijonés de 43 años, ya ha sido dado de alta y ha iniciado el largo proceso de rehabilitación prescrito por los médicos.

El trasplante de mano y antebrazo fue efectuado entre las tres de la tarde del 31 de enero y las nueve de la mañana del 1 de febrero. Dieciocho intensas horas que dieron como fruto una operación pionera en Asturias y muy novedosa en España. En todo el país sólo se habían realizado tres con anterioridad, las tres en Valencia a cargo del cirujano Pedro Cavadas.

Los principales artífices de la intervención del HUCA fueron los miembros del servicio de cirugía plástica, dirigidos por Daniel Camporro, que llevaban desde el año 2000 preparando este trascendental avance. Equipo del que forman parte, además, Ángel Fueyo, Marcos Gutiérrez, David Vidal, Susana Carnero, Clara Martín e Idoya Ruiz de Infante. Pero el éxito fue la consecuencia del esfuerzo de un amplio dispositivo integrado por cerca de medio centenar de profesionales sanitarios, entre los que cabe destacar a Manuel Alonso y Aurelio García de la Torre (cirugía vascular); Silvia Fernández, Carmen Fernández Seijo y Julián García Marinas (anestesia); Rosario Heres y María Luisa Ruano (enfermeras de quirófano); Ernesto Gómez Huertas y Susana García Melendreras (nefrología de la Unidad de Trasplantes), y Susana Valerdiz y el equipo de enfermería de la planta de hospitalización.

El receptor del trasplante es Ángel Alcón Ramos, un soldador gijonés que cuatro años atrás había perdido los dos brazos al tocar un cable de alta tensión mientras trabajaba en la central térmica de Lada (Langreo). Sólo era posible trasplantarle el miembro izquierdo, debido a que el derecho lo había perdido por encima del codo. El donante, también asturiano, tenía 44 años. El resultado de la operación sólo podrá ser evaluado con carácter definitivo a la vuelta de «diez o doce meses como mínimo», según el doctor Camporro.

Con esta intervención, el Hospital Central demostró de nuevo el elevado nivel de sus cirujanos plásticos. Ya en 1979, la doctora Carmen Pena había llevado a buen término el primer reimplante (con un miembro del propio paciente) de una mano amputada que se efectuó en España. El año pasado, el equipo de Daniel Camporro implantó un dedo del pie en la mano del músico Manuel Paz, quien había perdido el meñique de su mano izquierda cuando cepillaba madera.

«Han logrado hacer un milagro para mí», afirma el paciente

Oviedo, P. Á., en La Nueva España

«Quiero dar las gracias eternamente y de corazón a la familia del donante, a quienes no conozco, y a estos profesionales, desde los cirujanos hasta las enfermeras de planta, que han conseguido hacer un milagro para mí», afirmó Ángel Alcón Ramos, el gijonés de 43 años al que le fueron trasplantados la mano y el antebrazo izquierdos.

El pasado día 16, poco antes de recibir el alta y abandonar el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), el paciente compareció ante los medios de comunicación y expuso con sencillez lo que pensaba y sentía. «Sólo poder rascarme la cara o el pelo, cosas de estas normales que todo el mundo ni mira, para mí son un mundo», confesaba. Y añadía que el mayor impacto psicológico se había producido cuando pudo contemplar su nuevo miembro: «Quedé alucinado. Por fin tengo ya una mano. Fue impresionante».

Frente a un buen puñado de fotógrafos y cámaras de televisión, Ángel Alcón tuvo sentidas palabras de elogio para sus familiares, mientras a algunos de ellos, allí presentes, se les saltaban las lágrimas. En esa comparecencia, el doctor Daniel Camporro incidió en el largo camino de rehabilitación, fisioterapia y controles varios (particularmente los dirigidos a evitar el rechazo del nuevo miembro) que le quedan por delante. El gijonés sabía de las dificultades de la intervención y del posterior proceso de rehabilitación, pese a lo cual pudo más su deseo de «tener algo de movilidad». «Lo meditamos muy bien y decidimos hacerlo», explicó. Y apostilló: «Ya conseguí lo más difícil; ahora es cuestión de voluntad».

VER NOTICIA ANTERIOR RELACIONADA

0 comentarios