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La cosa es más o menos así: primero nos ponen deberes como estado en Bruselas por el rescate a la banca, luego el estado se los pone a las CC.AA. y éstas a nosotros… ¡¡sencillísimo y probablemente durísimo!!

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Hacienda confía en cerrar el plan de ajuste de Asturias la primera semana de julio

La cumbre europea dificulta que el Consejo de Política Fiscal y Financiera, que aún no ha sido convocado, pueda celebrarse en los próximos días

Foto: El ministro Cristóbal Montoro, tras la última reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).

25.06.12 - AIDA COLLADO | GIJÓN, en El Comercio.

No está, pero se le espera. El Ministerio de Hacienda, que en un principio había retrasado el encuentro del Consejo de Política Fiscal y Financiera de mediados de junio a finales de mes, prevé ahora celebrar dicha reunión la primera semana de julio. Será entonces cuando Asturias someta a examen su plan de ajuste, que ahora cuenta con unos días más para ser perfilado. Las agendas, en Madrid, están más que apretadas con la cumbre europea que el jueves y el viernes decidirá en Bruselas cuestiones vitales para España. Pero el retraso permitirá que, cuando por fin se reúna el consejo, pueda no sólo tratar el plan de ajuste asturiano sino también -en función de lo que se decida en Europa esta semana- fijar los límites de déficit para todas las autonomías en 2013. Se pretende así matar dos pájaros de un tiro. Por una parte, dar carpetazo a la situación del Principado, la única comunidad que aún no cuenta con el visto bueno de Hacienda, y, por otra, esbozar la hoja de ruta para el próximo año una vez que se sepa si España tendrá o no más tiempo para alcanzar el límite de déficit del 3% del PIB. De esto dependerá que las comunidades dispongan de más margen de maniobra con el gasto el próximo ejercicio.

Todo hace pensar, por lo tanto, que esta semana se seguirá avanzando y «aproximando posiciones» para que el Gobierno regional y la Administración central lleguen a un acuerdo en lo relativo a los ajustes. La intención que el Ejecutivo asturiano ha reiterado una y otra vez es la de recortar en todos los campos sin excepción salvaguardando, eso sí, el estado de bienestar. Y para ello ha reducido de 618 a 498 millones el volumen del ajuste planteado por Hacienda, después de que el Consejo de Política Fiscal y Financiera rechazase el proyecto del Gobierno que entonces presidía Francisco Álvarez-Cascos.

Lo demás es aún una incógnita. El Principado ya advirtió de que no hará público el contenido del plan hasta que sea aprobado en Madrid. Y, llegado el momento, serán la consejera de Hacienda, Dolores Carcedo, y el presidente, Javier Fernández, quienes expliquen detalladamente todos sus puntos. Esta decisión no gustó nada a la mayoría de los partidos de la oposición -Foro, PP y UPyD-, que no tardaron en criticar abiertamente que se oculten los términos de la propuesta y pidieron conocer de antemano el contenido del documento definitivo, antes de remitirlo al ministerio para su análisis.

De momento, ambas administraciones continúan trabajando, según informó Fernández, «en diálogo permanente y en un proceso dinámico» para pulir el borrador remitido a Hacienda. Eso no quiere decir que se desconozca por completo el rumbo de las negociaciones. Ya se sabe, por ejemplo, que la tijera alcanzará todos los flecos. También los del sector público autonómico, compuesto por 81 empresas, entes, entidades y fundaciones.

No es una sorpresa. El presidente había lanzado el aviso en su primera intervención como tal. Durante su discurso de investidura defendió que el tamaño del conglomerado público en Asturias era bastante adecuado conforme a sus necesidades, en desacuerdo con todos los partidos de la oposición a excepción de IU, pero se deshizo de los paños calientes y anunció una reordenación de éste, para amoldarlo a los tiempos de crisis. Habló abiertamente de enajenaciones, fusiones, supresiones y «cualesquiera otras medidas» que permitan adaptarse a la situación económica actual, como la reducción en las asignaciones que permiten el funcionamiento de estas entidades. No en balde, el Gobierno regional ha garantizado, en varias ocasiones, que el plan cumplirá con los objetivos de estabilidad presupuestaria. Aún así, también ha mostrado su convencimiento de que los rígidos límites de déficit deberían ser más flexibles en el tiempo y de que las políticas de austeridad deben ser alternadas con las medidas imprescindibles de estímulo. Todavía quedan unos días para ajustar su propuesta a ese difícil equilibrio.

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