El documento definitivo (¿ ?) será enviado la próxima semana al Consejo de Gobierno para su posterior publicación en el BOPA
La gerente del Servicio de Salud reconoce que las medidas son «duras» pero «excepcionales» para evitar la «ruina» del sistema público
El Sespa pide a los médicos «sacrificios para salvar la sanidad»
Pese a no haber acuerdo con los sindicatos, la nueva jornada se aplicará desde el 1 de septiembre. «Es un imperativo legal», dice la gerente del Servicio de Salud
Foto: Concentración de ayer en el Hospital “Valle del Nalón”
25.08.12 - LAURA FONSECA | GIJÓN, en El Comercio.
«Espíritu de sacrificio para salvar la empresa hasta que pase el chaparrón». Eso es lo que le pide la gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa) a los trabajadores sanitarios y, en especial, a los médicos que ya hablan de convocar una huelga en octubre en protesta por los ajustes. Celia Gómez, que el miércoles acudió a la reunión de la Mesa Sectorial de Sanidad, salió ayer al paso de las críticas realizadas por los sindicatos, que acusan al Gobierno asturiano de aplicar el recorte sanitario «más duro» de España. Las centrales sindicales de la sanidad, todas sin excepción, han rechazado la propuesta de ampliación de horarios elaborada por el Principado para los que trabajen en hospitales y centros de salud. De hecho han recibido el planteamiento de la Administración como «una declaración de guerra».
El aumento de la jornada (pasar de las 35 a las 37,5 horas semanales) es una exigencia del Gobierno central como medida para reducir el déficit público. En Asturias, el Ejecutivo del socialista Javier Fernández calcula que la medida permitirá reducir el gasto sanitario en una cuantía que oscila entre los 13 y los 17 millones de euros anuales. La hará reduciendo las contrataciones eventuales y convirtiendo en jornada ordinaria lo que ahora se abona como horas extra (peonadas médicas) y guardias. También modificará los turnos, los descansos y las vacaciones. Se pasará de una jornada de 1.519 horas o otra de 1.650 horas anuales.
La gerente del Sespa entiende el malestar de los trabajadores. «A ninguno nos gusta ir hacia atrás, pero hay que entender que son muy malos tiempos y que son medidas para tiempos de crisis». Gómez insiste en que la situación financiera «es grave. Han bajado los ingresos y ya no hay capacidad para mantener el mismo nivel de gastos», explicó. Pese a todo, «en Asturias hemos preferido que el aumento de jornada salga de medidas extraordinarias, como pueden ser las peonadas o las contrataciones eventuales, que no del cierre o desaparición de servicios. Además, lo hacemos manteniendo la provisión pública, algo que no pueden decir todas las comunidades», detalló.
La nueva responsable del Sespa lamentó la falta de acuerdo. No obstante, y pese a que el Principado se ha quedado solo en su planteamiento, la ampliación de jornada sanitaria se aplicará a partir del 1 de septiembre, confirmó. El documento será enviado la próxima semana al Consejo de Gobierno para su posterior publicación en el BOPA. Gómez cree que son tiempos «de negociación con sacrificios» y aunque se mostró totalmente partidaria del diálogo, reconoció que «el margen que tenemos es estrecho. La ampliación de jornada es un imperativo legal».
Críticas a los facultativos
Por su parte, los sindicatos CC OO y UGT criticaron la postura de determinadas centrales (en alusión a los médicos), «que sólo buscan proteger los privilegios de unos pocos». Los secretarios generales de UGT y CC OO de Asturias, Justo Rodríguez Braga y Antonio Pino, respectivamente, pidieron al Gobierno regional que muestre su compromiso con los servicios públicos y que no dicte recortes que «socaven» su calidad. En este sentido, indicaron que «hay algún tipo de trabajador de la sanidad que parece que está más en aquello de lo mío que en proteger el sistema de forma global». Ambos recalcaron que «los médicos no son los únicos que forman parte del sistema sanitario» y que «hay multitud de trabajadores que no llegan a los mil euros». Similares críticas se oyeron en la concentración que se celebró por la mañana frente al HUCA para protestar por los recortes. Alejandro González, de CC OO, advirtió de que «no nos movilizaremos porque vayan a desaparecer las peonadas que son un privilegio de algún colectivo de este hospital». Finalmente, la presidenta de la Junta de Personal del HUCA, María José Fernández, instó a sus compañeros a «dejar de trabajar como chinos y hacerlo por la cuantía que nos pagan. Trabajamos a ritmo de orquesta, pero se tienen que enterar de que la orquesta se ha quedado muda».
El Principado asegura que no podrá sostener la sanidad si no amplía la jornada del personal
El Sespa subraya que «con la caída de ingresos y de la disponibilidad del gasto tenemos márgenes muy estrechos» para mantener los servicios
Oviedo, J. A. ARDURA, en La Nueva España
El Principado justificó ayer la necesidad de aplicar «medidas excepcionales y duras», que incluirán la supresión de empleos, para que la sanidad asturiana «sea sostenible». Los responsables del Servicio de Salud del Principado (Sespa) rechazaron que la aplicación de la nueva jornada laboral sea más lesiva en Asturias que en otras autonomías aunque reconocieron que supondrá «un sacrificio» para los trabajadores y eludieron dar cifras del número de empleos que se destruirán como consecuencia de la ampliación de jornada. Frente a la advertencia de una huelga general para el próximo otoño, la gerente del Sespa, Celia Gómez, apeló «a la vocación de servicio público» de las plantillas de la sanidad.
El Principado eludió entrar en una confrontación con los sindicatos profesionales de la sanidad asturiana que 24 horas antes habían calificado de «declaración de guerra» la nueva jornada laboral, resultante de la ampliación de dos horas y media semanales a toda la plantilla. La gerente del Sespa afirmó que la implantación de la nueva jornada, que pasará a ser de 1.650 horas anuales, «viene marcada por la ley de presupuestos generales del Estado y en un contexto de obligación de reducir el déficit. Hay que tomar medidas excepcionales y, lógicamente, son duras». Celia Gómez afirmó que los recortes son obligados por la actual situación económica. «Los ingresos están bajando y la disponibilidad de gasto disminuye. Aquí priorizamos los servicios públicos pero ello no impide que haya ajustes internos. Tenemos que lograr más eficiencia para permitir la sostenibilidad del sistema sanitario público», defendió la gerente del Sespa, que destacó el cambio de escenario respecto a los procesos negociadores en la época de bonanza económica. «Acostumbrados a negociar mejoras, ahora el incremento de jornada hace más difícil llegar a un acuerdo. Entiendo la posición de los sindicatos pero nuestra obligación es garantizar la sostenibilidad de la sanidad. Reconocemos que estamos ante un esfuerzo excepcional, el mismo que nos demanda la sociedad para mantener la sanidad pública», afirmó la gerente del Servicio de Salud del Principado.
Los sindicatos profesionales de la sanidad asturiana sostienen que la organización del trabajo que pretende ahora el Principado supone «un retroceso de 30 años», que hace especial mella en el cómputo de horas del turno rotatorio y en las «peonadas», los programas especiales que hasta ahora se remuneraban de manera extraordinaria y que pasarán a cubrirse dentro de la jornada ordinaria. «Si cuando disminuyó la jornada aumentaron los descansos, es lógico que ahora con la ampliación suceda al revés y se incremente la presencia de profesionales del Sespa en los centros», planteó Celia Gómez, quien evitó entrar en cifras del volumen de empleos eventuales que se suprimirán por la ampliación de la jornada.
Los sindicatos hablan de la pérdida de más de mil empleos en la sanidad, que afectará tanto a médicos como a enfermeros y auxiliares que hasta ahora eran contratados como eventuales, de forma regular. «Esos cálculos no son adecuados», valoró la gerente del Servicio de Salud del Principado, quien destacó que «no se destruye empleo estructural de plantilla». No obstante, Celia Gómez reconoció que con la ampliación de la jornada laboral «harán falta menos horas extraordinarias y menos contratos eventuales». El Principado dice estar abierto a la negociación con los sindicatos aunque el próximo Consejo de Gobierno tiene previsto aprobar la implantación de la nueva jornada, para su aplicación a partir del 1 de septiembre.
El SIMPA ya ha anunciado que presentará una contrapropuesta en los próximos días. «El diálogo está abierto pero los márgenes son muy estrechos», afirmó la gerente del Sespa, que al ser preguntada sobre la posibilidad de un «otoño caliente» en la sanidad asturiana, con una huelga general en el mes de octubre, apela a la responsabilidad del conjunto de la plantilla.
«Los profesionales del Sespa son conscientes de la situación en la que estamos y quieren que siga existiendo una sanidad pública. No renunciamos a que sea un servicio público sostenible. Plantear otras políticas sería engañarnos y llevar la sanidad a la ruina», defendió Celia Gómez, quien aseguró que las medidas excepcionales «serán necesarias hasta que la situación económica del país cambie».
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