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Entrevista en El Comercio al presidente nacional de Médicos del Mundo…

Entrevista en El Comercio al presidente nacional de Médicos del Mundo…

«La reforma sanitaria nos pone a la altura de países como Chipre o Estonia»

Álvaro González Facultativo en el Hospital Central de Asturias, es el presidente nacional de Médicos del Mundo

Foto: Álvaro González, en un momento de la entrevista en el HUCA.

01.09.12 - LAURA FONSECA | OVIEDO, en El Comercio.

Varios médicos, con sus dedos cruzados tras la espalda, juran ante la cámara que no recetarán medicamentos para el sida a quien no pague a la Seguridad Social; que no utilizarán instalaciones del Estado para atender inmigrantes ’sin papeles’, o que se saltarán los derechos humanos para ahorrar en sanidad. A continuación aclaran que en realidad están mintiendo (muestran sus dedos cruzados) y que lo que sí juran es que serán objetores a la prohibición de atender extranjeros sin regularizar, como exige la reforma sanitaria a partir de hoy, 1 de septiembre. El relato anterior forma parte del spot ’Derecho a curar’ que ha realizado la organización Médicos del Mundo que preside el asturiano Álvaro González, de 41 años, para movilizar conciencias contra la reforma sanitaria. La campaña ha tenido un gran éxito dentro y fuera de España, dice. González trabaja como médico en el Hospital Central de Asturias (HUCA) y preside Médicos del Mundo desde hace dos años.

-¿En qué consiste la campaña?

-Tenemos que darnos cuenta de que la reforma sanitaria destruye el derecho universal a la salud y convierte al sistema sanitario en un modelo de aseguramiento. Es sencillo: si tienes trabajo y pagas, tienes atención sanitaria, si no, quedas fuera.

-¿Cuáles pueden ser sus efectos?

-En materia de salud, tremendos.

-El Ministerio de Sanidad dice que reducirá el gasto sanitario.

-Es mentira. La reforma sanitaria y, en particular, la exclusión de los inmigrantes sin regularizar está basada en mitos. Los inmigrantes no son los que más usan el sistema sanitario sino los españoles. Los extranjeros que vienen a trabajar son personas jóvenes y con buena salud, por tanto, no vienen a usar los hospitales de forma premeditada.

-¿Y el llamado turismo sanitario?

-Esa es otra cuestión. Han querido mezclar las dos cosas de forma intencionada. La factura del turismo sanitario en España fue, según el propio gobierno, de 900 millones de euros en 2011. Quienes generan ese gasto son personas europeas que sí tienen convenios con España. Lo que debería hacer Sanidad es pasar la factura a esos países, que es lo que no es capaz ni de hacer ni de resolver.

-¿Cómo va la campaña de objeción?

-Ha tenido un gran impacto. Estamos desbordados. Incluso nos han llamado de medios de comunicación de Bolivia y Ecuador para preguntarnos por la medida.

-Piden a los médicos que se declaren objetores al decreto, ¿por qué?

-Todo esto surgió un poco para apoyar la medida que sacó en julio la Sociedad de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc). Queremos movilizar conciencias y que nos demos cuenta de que la sanidad tal y como la conocemos va a desaparecer.

-¿Qué va a pasar a partir de ahora?

-Es una buena pregunta porque nadie lo sabe, ni siquiera el propio ministerio. El decreto dice que sólo se dará atención sanitaria normalizada a embarazadas y niños. Luego salieron a rectificar e incluyeron a los enfermos crónicos. Sinceramente no sé qué va a pasar. Asturias y otras comunidades han dicho que continuarán atendiendo a este colectivo, pero no han aclarado muy bien cómo.

-¿Qué consecuencias sanitarias puede traer la decisión de excluir a los inmigrantes ’sin papeles’?

-Es algo aberrante y va a traer consecuencias serias de salud pública.

«Van a quedar tirados»

-¿No cree que el decreto pone a los inmigrantes en el disparadero?

-Completamente. Quieren dar la visión errónea de que el inmigrante viene a quitarte lo que es tuyo. Este país se ha beneficiado de la llegada de inmigración, que contribuyó a aumentar las tasas de natalidad y a que este país creciera económicamente. Además, los inmigrantes sí que pagan impuestos, al menos los indirectos. Desde luego, la crisis no la han generado los inmigrantes.

-Pero alguien dirá que en tiempo de crisis hay que tomar medidas excepcionales.

-Sí, pero en la crisis no vale todo.

-¿Pueden los médicos negarse a aplicar una ley?

-Los servicios jurídicos de la Semfyc lo han estudiado y dicen que el juramento hipocrático nos obliga a atender a las personas al margen de su situación legal en el país.

-¿Algún ejemplo de lo que podrá pasar desde hoy?

-Una persona que esté recibiendo diálisis el viernes ya no podrá ir a la sesión del lunes. Si eres enfermo de VIH te quedas sin tratamiento. Es muy fuerte. Además, hay que pensar que no sólo estamos hablando del inmigrante que llega en patera, sino de cientos de extranjeros que llevan diez o quince años viviendo en España y que han tenido la mala suerte de perder el trabajo. Eso hace que directamente queden en situación irregular y se conviertan en sin papeles. Estamos hablando de gente que está totalmente integrada y cuyos hijos van al colegio.

-¿Se volverá a los años 80, cuando había un sistema de beneficencia?

-Espero que no, pero vamos hacia eso. No tiene sentido que como Médicos del Mundo reclamemos fuera de España la existencia de un sistema sanitario universal y que luego aceptemos parches en nuestro país.

-¿Cómo lo regulan otros países?

-Con este decreto, España, que hasta ahora tenía el mejor sistema sanitario del mundo, pasará a ser uno de los más restrictivos. Nos pondríamos a la altura de países como Chipre o Estonia.

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