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No estamos hablando de un remoto país del tercer mundo, está ocurriendo aquí…

No estamos hablando de un remoto país del tercer mundo, está ocurriendo aquí…

“Si cierran, moriré en la calle”

Una deuda del Consell de más de 400.000 euros provocará la clausura del único centro para enfermos terminales de Sida

Ezequiel Moltó, Alicante, en El País.

Canor de 37 años y de Guinea Ecuatorial descubrió que era portador del VIH cuando llegó a España. Ahora vive en la Casa Véritas de Alicante, que gestiona Cáritas. Se trata del único centro que atiende a seropositivos en toda la Comunidad Valenciana, pero está apunto de cerrar porque la Generalitat no les paga desde hace dos años, y la deuda supera los 400.000 euros, y a final de año será de 600.000. “Para mí sería un golpe muy duro, no tengo donde ir y moriré en la calle”, admite resignado.

Asunción Torrente, de 53 años, también confiesa que estar aquí “me permite luchar contra la enfermedad, cada día me tomo 25 pastillas, y estoy controlada”. Ella cogió el Sida en 1996, y lleva tres años en Casa Véritas.

Una compañera, Elena, contrajo la enfermedad a los 16 años, y conoce ya en sus carnes qué se siente cuando un centro de estas características cierra sus puertas. Ella estaba en el Mas al Vent, en Valencia, pero por los impagos de la Generalitat cerró en marzo pasado. “Tuve la suerte de venir aquí, estamos controlados y cuidados, y si ahora cierran a mí me hunden, no estoy preparada para vivir en la calle”, asegura.

Rosa Prieto, directora técnica del programa VIH-Sida Véritas, recalca que son enfermos en grave situación de exclusión social y en una fase terminal de la enfermedad. “Intentamos que recuperen la dignidad, y les ayudamos a morir”, admite la responsable de este centro que desde 2001 gestiona Cáritas Diocesanas, y que ahora está malviviendo gracias a las pólizas de crédito pero “pagamos muchos intereses, y la subvención del Obispado no es suficiente”, admite.

La Casa Véritas dispone de 14 plazas para enfermos terminales y cuatro en un piso de acogida de enfermos que están mejor, y la lista de espera para entrar supera las 20 solicitudes.

“Si cerramos muchos de ellos acabarán muriendo en la calle, no les atienden en ningún sitio”, asegura abatida Prieto. Y es la mayoría de ellos son inmigrantes subsaharianos a los que detectaron la enfermedad en una fase muy avanzada.

Uno de ellos, además del Sida tiene cáncer y se está sometiendo a sesiones de quimioterapia en el hospital, el problema ahora es que la semana pasada le retiraron la tarjeta sanitaria. Los servicios jurídicos de Cáritas en España han presentado una reclamación y está en vías de solución.

El drama en el que viven estos enfermos ha movilizado a Esquerra Unida. Su diputada en las Cortes Valencianas, Esther López, ha presentado una proposición no de le Ley en la que insta al Consell a que “pague urgentemente” su deuda. Y el concejal en el Ayuntamiento de Alicante, Rogelio González, llevará al Pleno una declaración institucional exigiendo que Casa Veritas siga abierta.

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