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Opinión con visión global y sin mediatizaciones de ningún tipo…

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En la sanidad se puede crear empleo y ahorrar a la vez…

El conflicto sanitario: Los datos, los hechos y la información.

Por Luis Vega, Enfermero del SAC en el área sanitaria IV.

Como consecuencia del famoso Real Decreto de aumento de la jornada laboral en el sector público las distintas Administraciones autonómicas se ven obligadas a incrementar en dos horas y media la jornada semanal pasando esta a ser de 37,5 horas. Puede  considerarse paradójico que una de las medidas de la Reforma Laboral haya sido propiciar una negociación entre trabajadores y empresarios para que se reduzca la jornada y el salario con el objetivo de mantener el empleo y las decisiones del mismo gobierno para la empresa pública sean aumentar la jornada y reducir el salario

lo que indudablemente produce un aumento del desempleo y peores condiciones laborales.

En la sanidad significa una jornada anual para el personal que realiza el turno fijo diurno de 1650 horas, aunque algunos sostienen que son 1645 horas. En cualquier caso esta jornada nos lleva a la jornada que existía en el año 1992, que era de 1645 horas.

En ese año por lo tanto se hacían 37,5 horas semanales. Para el personal que trabajaba a turnos se establecía una ponderación de esta jornada en función de las noches que realizaban al año. Esta ponderación consistía en aplicar un coeficiente de 1,28 a las horas realizadas de noche. El turno más frecuente era y es aquel en el que el profesional realiza 42 jornadas de noche anuales, es decir, 420 horas. Aplicando el coeficiente señalado significaba que estos profesionales debían realizar no las 1645 horas del turno fijo diurno sino 1530 horas anuales. Había otros profesionales que tenían un turno fijo nocturno y su jornada era de 147 noches al año, es decir 1470 horas anuales.

Teníamos, por tanto, en el año 1992, tres jornadas: una jornada diurna de 1645 horas, una jornada a turnos de 1530 horas con 42 noches anuales debido a un coeficiente reductor de 1,28 y una jornada fija nocturna de 1470 horas.

Algunos aspectos del conflicto sanitario:

La negociación.

No parece muy adecuado que el Gobierno haya enviado su propuesta a los agentes sociales con apenas dos semanas de antelación de su aplicación, con fiestas y en pleno verano.

Parece más bien un trámite que una convicción en la importancia de una de las características claves de las relaciones laborales, la negociación de las condiciones de trabajo con los representantes de los trabajadores. A esta Administración le han fallado las formas, algo muy importante en la democracia y aunque se pueda coincidir en el fondo con alguna de las medidas adoptadas, estas nacen debilitadas por la falta de negociación y acuerdo, algo que va a influir en su aplicación.

La ponderación del trabajo a turnos.

Es difícil entender por qué, si existe la misma jornada diurna que en el año 1992, no se establece el mismo coeficiente reductor que en ese año y el SESPA haya decidido que estos profesionales trabajen más horas al aplicarles un coeficiente de 1,144 a las horas nocturnas. Esto significa una jornada de 1590 horas anuales. Es decir empeoran mucho más sus condiciones laborales con respecto a las del año 1992 ya que a la disminución del sueldo se une una disminución de los descansos. Trabajan 60 horas más que en el año 1992, mientras que el turno fijo diurno trabaja las mismas horas que en el año 1992.

Esta decisión del SESPA significa más ahorro y más desempleo pero en unos límites que sobrepasan los que han decidido otras comunidades, por ejemplo, la comunidad de Madrid, donde se establecen las tres jornadas que había en al año 1992.

En este sentido parece bastante razonable la pretensión sindical de que se mantenga la ponderación del año 1992, es decir de 1,28. Es decir, hay que ahorrar pero no hasta extremos de lo decidido por

el SESPA para el personal que trabaja a turnos. Además otras comunidades y del PP no han sido tan agresivas como lo es la asturiana y del PSOE. No parece congruente con una administración

socialista que, mientras su partido se opone en el Parlamento a muchas de las medidas económicas de “la derecha”, cuando gobierna y tiene que hacer un necesario esfuerzo ahorrador se aplique con

este “exceso” sobre las condiciones laborales de los que tienen más penosidad en su horario laboral.

“Trabajar gratis” y los módulos de actividad asistencial.

Es una de las quejas que se oyen y leen en estos días. Es elemental que si se aumenta la jornada es para trabajar más horas por el mismo salario.

Los módulos de actividad asistencial que realizan los médicos de especializada mayores de 55 años exentos de guardias seguirán realizándose pero no se pagarán pues se computarán a cuenta del aumento de jornada. El ahorro es evidente y en este caso no repercute en el empleo. ¿Cuál es el problema?. ¿Qué se dejan de cobrar esas horas?. Claro, como nos pasa a todos con el aumento de jornada. Vamos a trabajar 131 horas más al año cobrando lo mismo. Es otra rebaja salarial para todos. Aunque algunos parece que piensan que estas medidas solo les afectan a ellos.

Las peonadas.

Uno de los mayores despilfarros económicos del sistema público son las peonadas hospitalarias. Las peonadas solo pueden estar justificadas en dos circunstancias que además deber ser simultáneas: Debe de existir una lista de espera inaceptable unida a un déficit de profesionales que impida contratar u organizar un trabajo por turnos que consiga la utilización a pleno rendimiento de las instalaciones sanitarias. En relación con el personal de enfermería existe un exceso de demandantes de empleo perfectamente preparados para ser contratados y no tiene ningún sentido económico ni social darle más empleo al personal de plantilla y mantener en el paro a otros profesionales. Una jornada mensual en peonadas de enfermería de quirófano suponen aprox. 6.000 euros mensuales de sobrecoste sobre la contratación de enfermeras demandantes de empleo. Es un despilfarro irresponsable e inmoral de nuestros escasos recursos y desacreditan cualquier gestión que las mantenga así como a cualquier sindicato que no las denuncie. Es pluriempleo público indecente.

Tiene por tanto todo el sentido económico que el aumento de jornada se dedique a reducir una parte de las peonadas que se pagan. Pero sigue sin tener ningún sentido que se mantengan en parte para compensar “imaginarios e interesados” agravios laborales. Las peonadas deben desaparecer. Si fuese necesario y posible aumentar la actividad asistencial se debe contratar a profesionales en el paro. Se reduce el desempleo y es muchísimo más barato.

La libranza después de la guardia.

La ley establece que es obligatorio descansar 12 horas entre dos jornadas de trabajo. Este descanso es un derecho necesario, obligatorio, es decir, no se puede negociar pues se considera necesario para proteger la salud de los profesionales y de sus pacientes.

¿Qué sucede en la actualidad?.

En Atención Especializada, después de una jornada de 24 horas (7 horas de jornada ordinaria por la mañana y 17 horas de guardia) los médicos se iban para casa a descansar, algo obligatorio y a lo que tienen derecho, pero había un acuerdo “tácito”, “de caballeros”, se lee en la prensa, por el cual se les consideraba que habían trabajado esas 7 horas de la mañana del día siguiente. “El problema es que

hasta ahora no había una exigencia de cumplimiento de la jornada anual” dice nada menos que la actual Gerente del SESPA en una reciente entrevista. Es decir, el pacto entre caballeros significa cobrar sin trabajar. Se escuchan quejas de algunos médicos diciendo: “hice 5 guardias este mes y encima ahora voy a deber 35 horas”. Elemental. Hizo 5 guardias y las cobró integras y dejó de hacer

5 mañanas de salida de guardia pero quiere seguir cobrando su sueldo como si las hubiese trabajado. Se pregunta alguna periodista si esto no es irregular. No solo es irregular sino que tiene toda la pinta de ser un fraude laboral evidente. Ese médico va a trabajar por las mañanas 400 horas menos al año que sus compañeros que no hacen guardias pero va a cobrar el mismo sueldo que ellos y además todas las horas de guardia que haya hecho. Pero, ¿pueden enfermeras, auxiliares de enfermería, administrativos, celadores, personal de mantenimiento de los hospitales dejar de trabajar 400 horas al año y cobrar íntegramente su sueldo?. Esta organización es la que algún sindicato considera irrenunciable y denuncian que el actual gobierno quiere acabar con la libranza después de la guardia.

¿Qué pretende el nuevo gobierno?.

No parece que pretenda acabar con el descanso obligatorio después de una guardia de 24 horas horas sino todo lo contrario. Reconoce que es un descanso obligatorio pero que no se puede considerar trabajo pues se está descansando. No se puede seguir cobrando sin trabajar. Para acabar con esa “irregularidad” laboral resuelve que esas 7 horas que no se pueden trabajar después de una guardia sean computadas en las horas de próximas guardias a cuenta de la jornada no trabajada por la mañana y así todos cumplan con su jornada mensual ordinaria.

En Atención Primaria, después de un jornada de 24 horas (7 de jornada ordinaria mas 17 de guardia) el médico y la enfermera siguen con su jornada de 7 horas de la mañana siguiente. Es decir trabajan

31 horas seguidas voluntariamente. En este caso cumplen con su jornada pero es una jornada ininterrumpida ilegal. La ley establece que solo se pueden trabajar 24 horas seguidas. Esta situación era estimulada por la Administración y consentida por los sindicatos. La Administración actual plantea cumplir la ley igual que para especializada, es decir, que deben descansar y que se descontarán de las siguientes guardias las horas de las mañanas que no han  rabajado. Sin embargo, esto supone que todas las mañanas habrá un médico y una enfermera menos en cada centro de salud y los pacientes de ese médico y esa enfermera serán atendidos por otros profesionales, sustitutos o compañeros del Equipo de Atención Primaria.

Existe otra solución mucho más adecuada desde el punto de vista organizativo y asistencial y es que los profesionales de los Equipos de Atención Primaria realicen su jornada de manera general de

8 de la mañana a 8 de la tarde, con lo cual se cumple siempre el descanso de 12 horas entre dos jornadas de trabajo. A partir de las 8 de la tarde y hasta las 8 de la mañana del día siguiente la población sería atendida por los profesionales del Servicio de Atención Continuada y de Urgencias de Atención Primaria que para eso precisamente se han creado. Parece razonable que los profesionales que trabajan de día descansen por la noche y que los que trabajan a turnos y por la noche vean ponderada su jornada. Esta organización es legal, distribuye el trabajo más equitativamente y crea empleo sin suponer una gran inversión pues se sigue pagando por el mismo trabajo pero a distintos profesionales. ¿Cuál es el problema?. Pues que se acaba con una organización que permitía que muchos médicos y enfermeras cobren una media de 70 horas extras al mes sobrepasando la jornada máxima legal anual. Algunos sobrepasan las 130 horas extras al mes. Pluriempleo público ilegal para unos y desempleo para otros. Acabar con estos privilegios y generar empleo parece una medida bastante progresista.

Conclusiones:

El gobierno debe cambiar su “talante” negociador. Se ha podido equivocar en algunas medidas pero puede haber acertado al afrontar algunas irregularidades inaceptables. Pero sin negociación no corregirá sus errores y sus aciertos estarán debilitados lo que condicionará su aplicación.

El Gobierno se ha quedado corto en la ponderación de la jornada a turnos. Puede perfectamente llegar al coeficiente de 1,28 que demandan los sindicatos encerrados. Claro, ahorrará menos y despedirá a menos gente. El ahorro debe buscarlo en otras partidas de gasto (p.e. Fórmula 1 en la TPA) y no en el aumento de la penosidad del personal que trabaja a turnos. Además despedirá a menos profesionales. Ambos efectos parecen de sentido común y también bastante progresistas.

El gobierno debe mantener su decisión en relación con las libranzas después de las guardias. Esas horas se deben recuperar respetando la legalidad. Si es legal que sean a costa de una parte de las peonadas y de la atención continuada de las guardias de atención primaria puede ser llevado a cabo de esa manera. Pero el resto de las peonadas deben desaparecer. Suponen un despilfarro económico

y pluriempleo de la plantilla a costa de mantener demandantes de empleo que pueden ser contratados para ese trabajo. Y es mucho más barato.

En Atención Primaria no se pueden permitir ni estimular jornadas ilegales. Las guardias de Atención Primaria son un trabajo que siempre se va a pagar para mantener la atención a la población durante las 24 horas. Por lo tanto las horas de guardia de Atención Primaria del personal de la plantilla se deben reducir a lo organizativamente indispensable y se debe crear empleo contratando a profesionales en el paro para hacer ese trabajo, a los que además se dejará de pagar la prestación por desempleo produciéndose un ahorro con su contratación.

Aunque a algunos les cueste creerlo, en la sanidad se puede crear empleo y ahorrar a la vez.

Luis Vega (enfermero del SAC Área sanitaria IV).

Oviedo a 10 de septiembre de 2012.

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