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¿Faltan profesionales o faltan profesionales debidamente formados?, porque si es lo segundo, cabe preguntarse, ¿por qué los “imprescindibles” son en su mayoría eventuales o interinos? … ¡¡algo lleva fallando mucho tiempo!!

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La Unidad del Vértigo de Cabueñes tendrá que limitar la atención al paciente

Los responsables del área de Otorrino denuncian que ya cuentan con la mitad de personal, y podrían acabar con un único doctor para 50 casos semanales

Foto: La doctora Paz Pérez, en la unidad que trata los problemas de vértigo y mareos en Cabueñes

Luján PALACIOS, en La Nueva España

Han desarrollado una especialidad con profesionales cualificados y todo su esfuerzo podría venirse abajo por los recortes planteados por el Servicio Público de Salud del Principado (SESPA). El servicio de Otorrino del Hospital de Cabueñes es pionero en la atención a pacientes con problemas de oído interno, especialmente de aquellos que padecen vértigos o mareos. Para ello, se creó una Unidad Audiovestibular, que se encarga de valorar a los pacientes y de realizar pruebas especiales tanto de oído como de vértigo. Hasta ahora, venían trabajando en esta unidad cuatro profesionales, pero el tijeretazo sanitario ha dejado en la mitad el número de doctores.

Y la situación podría tornarse aún más dramática, toda vez que podría llegar a quedar un sólo médico en la Unidad. Así las cosas, «no podremos funcionar, y los perjudicados serán los pacientes», denuncia la doctora Paz Pérez, responsable de este servicio.

En la unidad, cuando funcionaba a pleno rendimiento, se citaban para pruebas, tratamientos y consultas a una media de 51 personas a la semana. De ellas se encargaban cuatro profesionales del área de Otorrino, que desarrollaba una labor de atención a los pacientes y de investigación sobre este tipo de trastornos del oído. De esta manera se creó una «especialidad dentro de la especialidad» que ha llegado a ser pionera en la región gracias a la implicación personal de los doctores. De hecho, el pasado verano las dos personas que quedan actualmente en el servicio adquirieron con el dinero de un premio por sus investigaciones un nuevo equipo para la localización de patologías concretas dentro del oído interno, el único que hay en Asturias y que donaron al Hospital de Cabueñes.

En el último año, y a pesar de que la Unidad funcionaba correctamente, dos de las personas que trabajaban en el servicio cesaron porque eran interinas, de tal manera que en la actualidad sólo dos doctoras se encargan de todo el trabajo. En esta situación «hemos estado tratando a unos 20 o 25 pacientes a la semana, con el consiguiente aumento de la lista de espera y la incomodidad para los pacientes de ver cambiada su cita hasta cuatro y cinco veces», relata la doctora Pérez.

Ahora, con los planes del Sespa sobre la mesa, con la intención de eliminar contratados e interinos, la Unidad se enfrenta un grave problema de funcionamiento, dado que «si se va la compañera contratada, con una sola persona no se puede prestar la misma atención; la lista de espera se dispararía a por lo menos cuatros meses», asegura Paz Pérez.

La solución que les propone el Principado es la de formar a algún profesional con plaza para que pueda trabajar en este servicio. Una paradoja, como explica la responsable, toda vez que «ya hemos formado a gente para echarla ahora a la calle, cuando es capaz de realizar con efectividad una actividad, para empezar otra vez de cero y volver a formar gente». Además, si se reduce plantilla la doctora pronostica que «no será fácil que alguien se pueda dedicar a aprender en lugar de realizar su actividad asistencial, por mucho que quieran estirar las dos horas y media de más que tenemos que trabajar a la semana».

El pronóstico que se hace desde la Unidad es «desolador», con «gente formada en el paro, equipos de última generación infrautilizados y la gente esperando para que alguien pueda solucionar su problema», advierte la responsable.

Los problemas de vértigo y mareos suponen el 17 por ciento de las consultas que reciben los especialistas de Otorrino. Tal y como indican los médicos, la mitad de estos problemas se pueden curar o controlar para que los pacientes puedan llevar una vida normal. Con ese objetivo nacieron las unidades específicas, y los profesionales tienen claro que en el caso de Cabueñes, que atiende a una población de 300.000 personas, «debe haber un servicio en correcto funcionamiento».

Sobre todo, cuando el hospital gijonés se aplican maniobras específicas para la curación del llamado vértigo posicional paroxístico benigno, o cuando con un manejo adecuado los profesionales de Cabueñes están logrando controlar las crisis de los pacientes de la enfermedad de Meniere -que ocasiona vértigos y mareos-. Precisamente, la ciudad acoge el próximo día 5 de octubre una reunión del Grupo de Estudio de la Enfermedad de Meniere, coincidiendo con el congreso de Otorrino que se celebra en Oviedo. Un ejemplo de la importancia de esta unidad, que quiere seguir desarrollando su labor.

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