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Algo inaudito que amplifica la sombra de la duda sobre posibles casos de niños robados aunque las denuncias se archiven…

Algo inaudito que amplifica la sombra de la duda sobre posibles casos de niños robados aunque las denuncias se archiven…

El Hospital Avilés quemó en 1996 todas las historias clínicas de sus pacientes

Un buen número de documentos fueron quemados en bañeras geriátricas del antiguo Hospital de Caridad

Foto: El centro sanitario en la actualidad.

23.10.12 - JOSÉ MARÍA URBANO | AVILÉS, en La Voz de Avilés.

Ni las familias ni la Policía que ha investigado los casos denunciados en los Juzgados de ’niños robados’ pudieron encontrar los documentos que buscaban en el antiguo Hospital de Caridad, hoy Hospital Avilés. La razón es sencilla: no existen. Un elevado número de historias clínicas o de simples apuntes sobre personas atendidas en sus instalaciones, en este caso mujeres que dieron a luz en sus quirófanos, fueron destruidas por orden de la dirección. Muchas de ellas fueron quemadas entre las cuatro paredes del centro sanitario.

Según ha podido saber LA VOZ, un informe redactado por el entonces asesor jurídico del Hospital concluyó que la ley entonces vigente no obligaba a conservar las historias clínicas de los pacientes, por lo que en 1996 se decidió deshacerse de ellas. En aquel momento era director del centro José María Fernández Miranda, que en la actualidad ocupa el cargo de director médico.

Los testimonios recogidos por este periódico constatan que muchas de aquellas historias y documentos, que permanecían en cajas, fueron quemados, utilizando en algunos casos las bañeras geriátricas de la instalación.

LA VOZ intentó en la mañana de ayer recabar la opinión del doctor Fernández Miranda, quien visiblemente irritado se negó a contestar sobre la desaparición de los archivos. «Es una insidia lo que se está publicando» sobre las denuncias de ’niños robados’ respecto al Hospital Avilés. Fue su única respuesta, informa José F. Galán.

Denuncias en el Juzgado

Las denuncias sobre ’niños robados’ en Avilés, realizadas por varias familias, y algunos de cuyos testimonios fueron recogidos entre abril y mayo de este año en estas mismas páginas, tienen un mismo hilo conductor: las mujeres dieron a luz en el antiguo Hospital de Caridad y allí se les dijo que sus hijos habían fallecido. Es el caso de M. L. C. D., que dio a luz el 14 de noviembre de 1965, aunque a la mañana siguiente comunicaban a su marido que su hija había muerto. Su caso se llevó al Juzgado, quien acaba de archivarlo.

C. M. G. es otra mujer avilesina que dio a luz en el centro el 28 de agosto de 1970. Nunca vio a su hijo. Por la noche una monja la avisó, «casi desde el pasillo», de que «el hijo de C. murió».

El 14 de abril de 1956 E. S. G. dio a luz a la que iba a ser su primera hija, un bebé que tuvo en sus brazos, que pesó cinco kilos. Horas después le comunicaron su fallecimiento y a la mañana siguiente le entregaban un féretro a su marido. En este caso, una monja del hospital le entregó la fotografía de un féretro con un bebé muerto. «Esta era tu hija», le comentó.

Milagros Gutiérrez -no le importa que salga su nombre y apellidos- es el último caso conocido: dio a luz en el Hospital de Caridad el 1 de setiembre de 1964. Ella tuvo a su sexta hija en su regazo, hasta que sacaron a la recién nacida de la habitación «porque está grave, se está muriendo». No la volvió a ver, una monja le comunicó que había muerto.

En todos estos casos, las familias coinciden en dos cuestiones fundamentalmente: en denunciar al antiguo Hospital de Caridad, por ser donde se produjeron los hechos, prácticamente con un mismo ’modus operandi’, y por la imposibilidad de conseguir las historias clínicas o cualquier otro documento que pudiese documentar el objeto de la investigación.

Lo mismo se puede decir de la Policía. Agentes adscritos al Servicio de Atención a la Familia de la Policía Judicial de la Comisaría de Avilés estuvieron en el Hospital Avilés demandando la misma documentación, a petición de los Juzgados correspondientes, y en ningún caso pudieron aportar datos por la ausencia de esos documentos, lo que al final ha provocado el archivo de las diligencias.

Fue una de las madres denunciantes, C. M. G., la que el 30 de abril de este año desvelaba por primera vez «la desaparición de los archivos del Hospital Avilés de los años 70 y 80», según se le había comunicado oficialmente en el mismo centro cuando acudió a recabar los datos.

Sólo veinticuatro horas después, el director gerente del Hospital Avilés, José Menéndez Guerra, confirmaba que los historiales médicos disponibles en el Hospital Avilés «no se remontan más allá de 1996». Preguntado por este periódico, Menéndez Guerra aseguró que «no sabemos si se hacían esos archivos o, en su caso, cómo se hacían. Cuando se dice que han desaparecido los archivos de la década de 1970 ó 1980, lo cierto es que ni siquiera sabemos si existieron». Y más adelante añadía: «A lo largo de la historia de este hospital se han realizado muchas reformas. Cabría la posibilidad de que, en este última (se refería a la de 1999) pudiera haberse destruido documentación previa, si es que existía».

La orden de destruir buena parte de la documentación existente, entre ella la de los historiales clínicos, se dio en 1996, por lo que no admite ninguna duda la existencia de la misma.

Los casos de ’niños robados’ denunciados por las familias provocaron un gran malestar en la dirección del hospital, al considerar que se podría estar dañando la imagen de la institución, que tras superar años de dificultades, es hoy un centro asistencial de referencia en atención geriátrica y en especialidades como vascular, mamografía y oftalmología.

La historia clínica, un derecho del paciente que debe custodiar y conservar el centro hospitalario

El paciente tiene derecho a la entrega de su historia o a un determinado dato contenido en la misma

23.10.12 - J. M. U. | AVILÉS, en La Voz de Avilés.

Los historiales clínicos y todos los documentos que hagan referencia a un paciente son «palabras mayores» para cualquier centro hospitalario y para todos los trabajadores que pudieran acceder a esos datos. Su regulación ha ido concretándose a través de las sucesivas leyes de sanidad, que dejan meridianamente clara la responsabilidad que los hospitales y sus trabajadores tienen con esa documentación.

La Ley de Sanidad 14/1986 de 25 de abril recogía ya que el paciente tiene derecho a que quede constancia por escrito de todo su proceso, en una historia clínica, así como recibir un informe de alta al finalizar su estancia hospitalaria y el informe de consulta externa. Y además, la ley era clara al señalar que la historia debe ser almacenada de forma centralizada en un único lugar.

El Real Decreto 63/1995 abundaba en estas cuestiones, al indicar que el paciente tiene derecho a la comunicación o entrega, a petición del interesado, de un ejemplar de su historia clínica, «o de determinados datos contenidos en la misma», sin perjuicio de la obligación de su conservación en el centro sanitario. En ese sentido se hacía hincapié en que el sistema público debe preservar y garantizar la confidencialidad de los datos contenidos en la historia clínica, una obligación que deben observar tanto los centros públicos como los privados que colaboren con el sistema público, que es el caso del Hospital de Caridad. Una reciente sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid establece que los delitos por robo de bebés no prescriben, de ahí la insistencia de esas familias por conocer los detalles de los historiales clínicos.

«No hay historia clínica, ni registro de quirófano ni libro de bautismo»

La investigación de una familia sobre un ’niño robado’ desveló la ausencia de cualquier dato en el centro sanitario avilesino

23.10.12 - J. M. URBANO | AVILÉS, en La Voz de Avilés.

El Juzgado de Instrucción número dos de Avilés decidió el pasado cuatro de junio archivar las diligencias que se habían seguido tras la denuncia presentada por la familia de M. L. C. D., la mujer que dio a luz en el antiguo Hospital de Caridad el 14 de noviembre de 1965. El caso de esta mujer estuvo envuelto en una serie de circunstancias especiales que hicieron que numerosos medios de comunicación del país se interesaran por él, tras aparecer su primer testimonio en LA VOZ DE AVILÉS el pasado 29 de abril. Fue su hija, M. L., la que hizo el relato de su investigación cuando acudió al Hospital Avilés a recabar los datos que necesitaba para decidir si interponía o no la correspondiente denuncia en el Juzgado. Este fue su testimonio:

«Con fecha de 20 de junio de 2011 se señala que ’examinada su solicitud, consultado nuestro fichero ’Historial clínico’, inscrito en la AEPD con el código de inscripción 210158211, no figura en el mismo ninguna persona con los datos facilitados por la solicitante. Asimismo, he de manifestarle que no existe en el fichero ’Historial clínico’ anteriormente citado, datos relativos al año por usted solicitado, 1965, correspondientes a ninguna persona’. La firma es del director gerente del centro».

»Lo primero que hice es ir a hablar con la trabajadora social del centro y es la que me dice que me buscarán la ’Historia clínica’. No la encuentran. ’Pero como tu madre tuvo una cesárea, tiene que figurar en el registro de quirófano, en el que se hace constar a los pacientes que entran y salen de una operación’. Pero en ese registro me dicen que tampoco hay datos de mi madre. Otro día me dicen que van a mirar en el certificado de bautismo, ’porque al morir los bautizamos igual, con el nombre de socorro’, me dicen. Y, efectivamente, me traen el libro. Lo vemos entre las dos y la monja me dice que cómo no habíamos denunciado el caso en aquel momento. En el libro no figura el bautismo de nadie. Fuimos a la iglesia de La Luz por si acaso allí constaba algo y el sacerdote, muy atento, miró y vio que allí tampoco figuraba nadie. Al principio todo fueron buenas palabras, pero a medida que iba insistiendo y las cosas no encajaban, fueron dando marcha atrás».

La ausencia de esos datos, que ni la familia ni la Policía pudo encontrar en el Hospital Avilés, fueron determinantes para que el Ministerio Fiscal, primero, y el Juzgado de Instrucción número dos de Avilés después optasen por archivar la causa «al no poder acreditarse la existencia de infracción penal alguna».

En el último caso archivado, también por un Juzgado avilesino, se indica que el archivo de diligencias se hace, al menos de forma provisional, a la espera de que cualquier indicio pudiera servir para reabrir el caso. Así se lo comunicaron a Carmen Gutiérrez, hija de Milagros Gutiérrez, que también optó por denunciar el caso de su hija muerta, tras considerar que los hechos posteriores a su parto ofrecían muchas dudas.

De ahí la importancia que para las familias denunciantes -66 en Asturias, siete de ellas en Avilés en este momento- tiene toda la documentación que se pudiera conseguir en los centros hospitalarios en donde esas mujeres dieron a luz. En el caso de Avilés, fue el Hospital de Caridad el que centró la inmensa mayoría de alumbramientos que se dieron en Avilés en la década de los sesenta y setenta -en plena ebullición demográfica, coincidiendo con el boom de Ensidesa-, hasta que se inauguró el Hospital San Agustín. La desaparición de esa documentación deja a todas esas familias sin una de las pruebas capitales que se están manejando en todos los casos denunciados de niños robados.

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