El tema exige una solución inmediata
El personal y los usuarios denuncian hacinamiento en el consultorio de Colloto
Las dependencias, insuficientes para los 6.528 vecinos que atiende, han sido ampliadas en precario con un almacén cedido por un particular
Foto: Pacientes esperando junto al aparato de esterilización.
Elena FERNÁNDEZ-PELLO, en La Nueva España
En el consultorio de salud de Colloto todo parece haberse quedado pequeño y la falta de espacio da pie a situaciones que, como poco, resultan absurdas. Los pacientes esperan pasar a la consulta sentados ante un aparato de esterilización de material médico «muy peligroso», según refieren algunos trabajadores, y una mujer se prepara para que le tomen la tensión en una esquina de una especie de almacén repleto de libros, medicinas, detalles decorativos pasados de moda y otros enseres. Los vecinos de Colloto y los profesionales de este consultorio periférico denuncian el hacinamiento en el que han de ser atendidos, en un caso, y realizar su trabajo, en el otro.
Las carencias y la antigüedad de las instalaciones saltan a la vista. En la consulta más amplia, la de Vicente López, que lleva más de treinta años como médico en Colloto, están los armarios con las medicinas de todo el centro, las neveras y un aparato de buen tamaño que impide abrir la puerta completamente. Es el desfibrilador que se usa en caso de parada cardiaca y que, cuando ha de ser utilizado, debe trasladarse hasta la sala de enfermería, donde casi hay que entrar de lado. Por las tardes, ese despacho hace las veces de consulta pediátrica, y comenta el personal del centro que los niños tienen que entrar en brazos de sus padres, porque es imposible hacer pasar una silla de bebé.
Hay otras dos consultas médicas, más pequeñas, un almacén diminuto, en el que hay que entrar agachado, y poco más. Para que los pacientes estén más tranquilos cuando han de tomarse la tensión, el consultorio dispone del bajo anexo citado antes, cedido por un particular y calentado con una estufa de butano.
«De personal estamos bien, el problema es de espacio. Son consultas mínimas», comenta Vicente López. La presidenta de la Asociación de Vecinos Santaolaya, Lourdes Mencía, cuestiona incluso la higiene del consultorio. «Las urgencias son atendidas en la misma sala en la que por las tardes hay consulta pediátrica y no hay tiempo para limpiar si llega alguien enfermo», afirma.
El consultorio periférico de Colloto tiene asignados 6.528 usuarios y dispone de cinco médicos -uno de ellos un pediatra- y otros tantos enfermeros. El Ayuntamiento de Oviedo cedió en septiembre de 2011 unos terrenos en las proximidades para que la Administración del Principado construyera un centro más ajustado a las necesidades del barrio. «Nadie tuvo en cuenta las previsiones de crecimiento de Colloto y así nos vemos, cuando en la zona de La Corredoria ya van por el tercer centro de salud», se queja una trabajadora.
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