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De la entrevista al Presidente del Principado ayer en la RTPA…

De la entrevista al Presidente del Principado ayer en la RTPA…

Javier Fernández achaca al proceso de selección el retraso en los planes de empleo

Foto: Javier Fernández, ayer, durante la entrevista emitida por la TPA.

22.05.2013, Oviedo, Á. F., en La Nueva España.

El presidente del Principado, Javier Fernández, achacó ayer a los procesos de selección que ahora exige la ley el retraso en la aplicación del plan de empleo local para mayores de 45 años, algo que soliviantó a los dos partidos que sostienen su gobierno en minoría, IU y UPyD.


«Va a tardar más de lo que preveíamos por un reparo formal de la intervención general. Esto antes se hacía mediante convenios con los ayuntamientos y ahora tendrá que ser de manera competitiva, mediante concursos, pues así lo exige Europa. Es lo que nos dice la intervención y no me voy a saltar un reparo suyo», aseguró ayer Javier Fernández en una entrevista en la TPA.


Casi 700 asturianos podrán beneficiarse de estos planes, dotados con 10 millones de euros. Cada ayuntamiento recibirá 14.400 euros por contratación.

 

Fernández: «Hay una demora lamentable en los planes de empleo que yo asumo»

El presidente del Principado atribuye el retraso a «las normas que emanan de Europa» y advierte de que la región «no se va a saltar un reparo de la Intervención»

22.05.13 - AIDA COLLADO | GIJÓN, en El Comercio.

«El plan de parados de larga duración va a tardar más de lo que preveíamos en ponerse en marcha». El presidente del Principado, Javier Fernández, reconocía ayer en una entrevista a la TPA, el retraso de los planes de empleo anunciados por el Gobierno regional, debido a un cambio legal que afecta a la tramitación de los contratos. «Esas son las normas que emanan de Europa y lo que nos dice la Intervención y yo, desde luego, no me voy a saltar un reparo de la Intervención», advertía. El jefe del Ejecutivo habló del conflicto entre la agilidad administrativa, «que es deseable», y la seguridad en la aplicación de los procedimientos, «que es obligada», pero aún así se comprometió a «trabajar y apretar para que se flexibilice y agilice».

 

Fernández descargó de culpa al Gobierno en lo referente al cambio de proceso y explicó que no es que el Principado se hubiese inventado una fórmula ahora censurada, sino que «el procedimiento que se venía aplicando, por razones que incumben a quienes tienen que suscribirlo desde el punto de vista normativo ahora ya no sirve». De este modo, zanjó el tema: «Efectivamente hay una demora lamentable que yo asumo».

 

El presidente no orilló uno de los temas que le han enfrentado a uno de sus socios de Gobierno, Izquierda Unida. Mientras la coalición propone la aprobación de una ley que incluye expropiaciones de viviendas a los bancos -tal y como hace la norma aprobada en Andalucía con votos socialistas- el Ejecutivo apuesta por la vía del acuerdo. Fernández instó a «abordar el problema» en todas las comunidades, pero puntualizó que «las circunstancias no son las mismas». Argumentó que en Asturias hay menos desahucios que en Andalucía y que «aquí contamos con un recurso que parece ser que tienen agotado en aquella comunidad: disponemos de viviendas sociales por parte del Principado, que ponemos a disposición de las personas que tengan que pasar por esa tragedia». A esto, sumó el acuerdo con las entidades bancarias para que cedan voluntariamente sus inmuebles y «puedan ser habitados». Y añadió que en Extremadura, «donde hay un gobierno apoyado por IU, no he escuchado que vaya a haber expropiaciones», aunque «tratándose de Monago -ironizaba- puede ser que lo hagan en cualquier momento».

 

Por otra parte, en cuanto a la posible deslocalización de las empresas de la región, Fernández acotó la función del Gobierno regional a «generar condiciones que hagan a Asturias atractiva» para esas compañías. Se refería a condiciones logísticas, como ofrecer un transporte lo más eficiente posible. Para ello apuntó hacia la conclusión de la variante de Pajares y al establecimiento de «tarifas y servicios adecuados» para aquellas que acceden a la comunidad por el Musel o el Puerto de Avilés. Pero hablaba también de facilitar el acceso de las empresas a la materia prima y a la energía eléctrica, con «precios competitivos»; así como de formación, para que cuando dichas compañías «tengan necesidad de trabajadores muy cualificados, el dispositivo educativo y formativo del Gobierno los haya preparado».

 

Rechazó actuar con rebeldía o insumisión ante el Ejecutivo central, porque, «en la realidad de la vida, lo que se hace es plantearle al Gobierno con toda firmeza que tiene que buscar soluciones». Y esa firmeza, dijo, no es garantía de que «las busque y las encuentre».

 

Admitió, sin embargo, que no hay «la reprocidad que sería necesaria» entre la Administración central y la regional -por culpa, a su parecer, de la primera- y avisó: «Tendremos que plantear nuestras exigencias en otros términos, porque evidentemente el Gobierno de España no está actuando con lealtad hacia esta comunidad».

 

La relación del Ejecutivo socialista con los partidos de la oposición en el Parlamento asturiano no parece mucho mejor. Fernández anunció que volverá a proponerles un acuerdo para que todos los grupos muestren la misma cara llegada la hora de negociar la financiación autonómica, «porque ahí sí que nos jugamos mucho», pero no ocultó que hasta el momento y en su opinión, ni Foro ni PP le han dado razones «para pensar que podemos llegar a acuerdos respecto a otros asuntos». Foro, completó, porque «se mueve en un oportunismo atroz y nos pide a nosotros las cosas de las que no se ocupó cuando estaba en el Gobierno», y el Partido Popular, por su «defensa cerrada» de las políticas «nocivas» de Mariano Rajoy «en todo lo que tiene que ver con Asturias».

 

Ponía así encima de la mesa el conflicto de la minería. «Yo tengo muy claro que la intención del Gobierno no es otra que terminar con el sector minero», acusó. Al retrasar las ayudas, explicó, es «un ejercicio inútil» hablar de alargar la actividad más allá de 2018, «porque en 2014 ya estaremos con las minas cerradas».

 

Volvió a insistir en la necesidad de que se flexibilice el objetivo de déficit -el mismo para todas las comunidades-, e informó de que «cada décima supone 21 millones». Pidió que las administraciones tengan más holgura para desarrollar políticas «contracíclicas» que incentiven la demanda y dotar a las empresas de financiación suficiente para que «puedan tener circulante y respirar». Y restó importancia a las cifras positivas obtenidas por el Principado el primer trimestre: «Podría sacar pecho, pero no voy a hacerlo porque el superávit de este periodo no es un indicador».

 

El Gobierno regional agradece la «lealtad» de sus socios

Javier Fernández optó ayer por contestar con elogios a sus socios de Gobierno, IU y UPyD, que entre otras cosas acusan al Ejecutivo regional de una baja ejecución presupuestaria. «Un gobierno en minoría tiene que hablar continuamente, dialogar y renunciar a veces a sus pretensiones», introducía. «Lo único que puedo decir hasta ahora de los socios del Gobierno es que se han portado con lealtad y han dado a Asturias esa estabilidad que necesitaba», añadía a continuación. Fernández recordó que gracias a su colaboración, el Principado pudo sacar adelante su proyecto de presupuestos, lo que ha permitido que «podemos hablar sobre si se retrasan pero hay medidas» puestas en marcha. Por eso, no pretende cambiar su relación con ninguna de las dos formaciones: «Espero continuar en esta tónica, porque hasta ahora no hay ningún motivo de peso para pensar que esto va a cambiar». Pero no dejó pasar la oportunidad de señalar que «la obligación de todos los socios del Gobierno es generar estabilidad y proporcionar a Asturias cierta estabilidad».

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