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Este año, como el precedente, los presupuestos dependen de las negociaciones con IU y UPyD que no sólo tratarán de cifras…

Este año, como el precedente, los presupuestos dependen de las negociaciones con IU y UPyD que no sólo tratarán de cifras…

El Gobierno regional prepara para 2014 un Presupuesto inferior al de este año

El Ejecutivo asume que apenas tiene margen para plantear otra subida tributaria

El nuevo límite del déficit impone más ajustes en el gasto

Foto: Ángel González (I.U.) y Javier Fernández charlan en los pasillos de la Junta General.

03.09.2013, Oviedo, Álvaro FAES, en La Nueva España.

La crisis seguirá haciéndose notar en Asturias y la región tendrá el año que viene un Presupuesto inferior al de este ejercicio, cifrado en 3.808 millones de euros. El Gobierno regional trabaja con esa hipótesis, aunque trata de minimizar el impacto del presumible descenso, motivado por lo apretado del límite de déficit, por la bajada de los ingresos y por lo ajustada que ya está la región en el ámbito de los impuestos, con poco margen de maniobra para el Ejecutivo.

El departamento de Hacienda, con Dolores Carcedo al frente, ya ha cumplido la ronda consultas con los respectivos consejeros y tiene una idea clara de las necesidades de cada uno de los departamentos de la Administración asturiana. Está previsto que la semana entrante, en principio tras el Consejo de Gobierno del miércoles, se conozca el techo de gasto, primera piedra sobre la que construir las cuentas del próximo ejercicio.

En el Principado ya saben cuánto dinero llegará desde Madrid como anticipo a cuenta del sistema de financiación, de donde sale el 75% del Presupuesto regional. Hasta ahora, la Administración aguardaba a que el Gobierno central concretase la parte de la financiación que le corresponde a las competencias como diputación, pero el retraso les ha llevado a trabajar con estimaciones y descartar la espera.

Los indicadores que manejan en Hacienda inclinan al departamento de Dolores Carcedo a inclinarse por vaticinar un techo inferior a los 3.542 millones de este año, una cifra que en el anterior ejercicio se conoció el primero de agosto y que en la Consejería consideran que no debe demorarse más allá de los próximos días.

El límite de gasto se fijará, no obstante, con algunas incertidumbres, a la espera, por ejemplo, de despejar la incógnita en torno a los fondos europeos, pendientes del reparto para el nuevo período 2014-2020. Asturias, en cualquier caso, perderá también por ahí, al haber salido del grupo de regiones consideradas «objetivo prioritario».

Será difícil que ese techo de gasto experimente modificaciones al alza, como ha sucedido este año por los nuevos ingresos que el Gobierno encontró explorando las posibilidades impositivas, como lo fueron el tributo a la banca (30 millones) o la subida en el impuesto de patrimonio, que pasó a entregar 3 millones a la caja regional.

En la sede del Gobierno asturiano se asume que la capacidad de actuación fiscal es «más bien escasa» y además parten con la norma de que no habrá impuestos que lesionen a las economías más desfavorecidas. «El impacto siempre ha sido para los que más tienen, ningún pequeño se ha visto perjudicado», dicen desde los despachos de la Consejería de Hacienda.

En cuanto a ingresos por impuestos, Asturias cuenta con la aportación del de sucesiones y donaciones (120 millones este ejercicio), «que siempre se ha comportado bien», aseguran en Hacienda. El canon de saneamiento (58 millones), el tributo a la banca (30 millones), el de Patrimonio (23 millones) y el de establecimientos comerciales (8,2) conforman el espectro de ingresos tributarios, que se completa con el gravamen de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos (104 millones en la última previsión), pero siempre sujeto al rumbo de la actividad económica. El Gobierno asturiano duplicó además la carga sobre la gasolina, lo que limita el margen de maniobra para el año próximo.

La mayor queja del Gobierno regional a la hora de elaborar el Presupuesto es el límite de déficit que ha marcado para Asturias el Ministerio de Hacienda. Los números negativos del Principado no podrán superar el 1% del Producto Interior Bruto ni este año ni el siguiente.

En realidad, la consejera Carcedo tendrá algo más de holgura que cuando elaboró el Presupuesto actual. Entonces, lo hizo con una previsión de déficit del 0,7%, aunque después, el margen que la Unión Europea concedió a España, abrió el arco hasta el 1,5%. Asturias cerró 2012 en el 1,06%, lo mismo que le piden tras el reparto asimétrico para 2013 y, en principio, un porcentaje idéntico al de 2014, cuando, según comprometió el Ministerio de Hacienda, el modelo volverá a imponer objetivos iguales para todas las autonomías. Por lo tanto, a unos 22 millones de euros por décima, tendría ahora 66 millones de colchón sobre el modelo de las últimas cuentas aprobadas.

De todas formas, en Hacienda calculan que esa diferencia no compensa la previsible caída de ingresos. Dolores Carcedo ya reclamó menor presión, teniendo en cuenta que la Unión Europea concede hasta 2020 para llegar al superávit.

Asturias llevará a los tribunales las decisiones del ministro Montoro en este apartado, basándose en que no respeta la Ley de Estabilidad. Ideológicamente, los socialistas defienden que el Presupuesto ha de servir como herramienta de descomprensión cuando la economía va a la baja. «Deberíamos tener ahora más capacidad de déficit y no cuando todo esté mejor», dijo la consejera tras el último Consejo de Política Fiscal y Financiera.

Una vez estén claros los números llegará el momento de negociar en el Parlamento. El año pasado, IU y UPyD se pusieron duros al inicio. La coalición de izquierdas se dio por satisfecha con el tributo a los bancos y el partido magenta consiguió algunas de sus peticiones. Ninguna parecía inaccesible. Hasta ahora, han sido socios colaboradores. Y en el Gobierno de Javier Fernández se confía en que así seguirán las cosas.

 

IU insta a Fernández a «anteponer el interés general al del PSOE» si quiere presupuestos

Tanto la coalición como UPyD mantienen que su respaldo a las cuentas y a otros proyectos del Ejecutivo está vinculado a la tramitación de la reforma electoral

03.09.13 - ANDRÉS SUÁREZ | OVIEDO, en El Comercio.

La reforma de la ley electoral asturiana y el proyecto de presupuestos para 2014 son dos asuntos entrelazados que a buen seguro colisionarán en más de una ocasión en el periodo de sesiones que está a punto de comenzar en la Junta General. El presidente del Principado, Javier Fernández, llamó el domingo a sus aliados parlamentarios de IU y UPyD a un acuerdo en torno a las cuentas del próximo ejercicio, destacando la necesidad de «exprimir hasta el último euro» en políticas de apoyo al empleo y de mantenimiento de los servicios básicos. Ambas formaciones, cada una a su manera, le replicaron ayer, dejando claro que su posición al respecto dependerá en buena medida de la actitud del PSOE durante la tramitación de la reforma electoral.

La madeja está enmarañada y es difícil de desenredar. Los socialistas se niegan a apoyar una nueva ley electoral solo con el voto favorable de los 23 escaños que dan sustento parlamentario al Gobierno, reclamando una mayoría más amplia que sume a Foro y PP o al menos a una de las dos fuerzas. IU y UPyD, que ya antes del parón vacacional amenazaron al Ejecutivo con no avalar sus proyectos en caso de parálisis de la reforma electoral, no se han movido de esa posición.

De hecho, el emplazamiento al consenso de Fernández en la fiesta de la rosa del PSOE de Oviedo, el domingo, no gustó en IU. A la coalición le sorprende que el presidente tenga la mirada puesta en 2014 cuando, a su juicio, las cuentas ahora en vigor no se están ejecutando al ritmo previsto. Su portavoz, Ángel González, pidió «seriedad» al jefe del Ejecutivo y le instó a dar explicaciones sobre el «bajísimo» grado de desarrollo de algunos capítulos, caso de las políticas de empleo o el salario social, «cuya percepción mucha gente está esperando desde hace muchos meses».

IU piensa que la evolución de los acontecimientos debe ser diferente a la que plantea Fernández. Primero, «cumplir lo acordado». Y después «ya hablaremos de 2014», añade González, que echa en cara al Gobierno que incumpla algunos de sus compromisos, caso de una propuesta de modelo de gestión de las escuelas de 0 a 3 años que la coalición todavía espera «sin que sepamos nada».

Molesta además en la dirección de IU que el Gobierno no haya trasladado información alguna respecto de a qué se van a destinar los recursos que salgan del mayor margen de gasto disponible a raíz del retoque al alza de los objetivos de déficit. El gabinete socialista confeccionó los presupuestos de 2013 ateniéndose a un límite del 0,7% del PIB. Sin embargo, Bruselas abrió la mano con España y eso supuso que el tope creciese hasta el 1,06%, lo que permitirá movilizar unos 80 millones extra para inversión. «Pero estamos en septiembre, faltan cuatro meses para acabar el año y no tenemos conocimiento de qué se va a hacer con esos fondos», se queja González. Que, de paso, le envía un 'recado' al PSOE y a su secretario general y presidente regional: «No apoyamos las cuentas para dar un cheque en blanco, las cosas no son así».

Mirando a 2014 González no quiere ponerse en la hipótesis más extrema, la falta de acuerdo y, por tanto, la prórroga presupuestaria. Pero recalca que de llegarse a ese escenario la culpa no será de su organización sino de la «irresponsabilidad» del Gobierno y de su presidente por «anteponer sus intereses de partido al interés general de Asturias».

 

«A la carta»

Es una alusión velada a la actitud del PSOE con la reforma electoral y a su decisión de no aprobarla solo con el apoyo de IU y UPyD. Son muchos en la coalición quienes piensan que la posición socialista tiene mucho que ver con la posibilidad de que, trasladada a la práctica, esa nueva ley electoral se traduzca en una merma de escaños. De ahí las palabras de González sobre el interés de partido y el interés general. El portavoz, además, recalca un argumento que ya deslizó con anterioridad en la Junta General: que no vale pedir mayorías de un tipo para una cosa, y mayorías reforzadas para otra distinta, en función de las necesidades del momento. Con IU, asevera, no se negocia «a la carta».

En cuanto a UPyD, cuyo único escaño es decisivo en cualquier votación, elude entrar en una batalla dialéctica en un momento en que el curso político apenas está dando sus primeros pasos. Eso sí, el partido de Ignacio Prendes deja bien claro que el discurso del último debate de julio, precisamente protagonizado por la ley electoral, sigue vigente e inalterable. Fue entonces cuando Prendes, en un mensaje dirigido a todos los grupos pero especialmente al socialista, con el que tiene un pacto de legislatura, dijo que «quien quiera nuestro apoyo, presente y futuro, tendrá que comprometerse con esta reforma».

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