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Fatídico suceso que ha conmocionado al concejo de Llanes y ante el cual la consejería abre una investigación reservada y urgente…

Fatídico suceso que ha conmocionado al concejo de Llanes y ante el cual la consejería abre una investigación reservada y urgente…

Salud investiga la muerte de María Oliva Barreiro y su bebé durante un parto en el hospital de Arriondas

El bebé nació muerto y la mujer, de 39 años, fue trasladada al Hospital de Cabueñes adonde llegó ya de madrugada con parada cardiaca

Foto.- Familiares, conocidos y amigos, ayer en el exterior del tanatorio llanisco.

22.10.13 - TERRY BASTERRA | LLANES, en El Comercio.

La villa de Llanes se encontraba ayer en estado de shock tras conocer el fatal desenlace del embarazo de una de sus vecinas María Oliva Barreiro García, muy conocida en la localidad porque su padre regenta una popular sidrería del puerto. La noticia corrió como la pólvora, María Oliva había perdido la vida entre la noche del domingo y la madrugada del lunes durante el parto de Diego, el bebé que nació muerto después de nueve meses de gestación. Ayer aún no había una explicación oficial para aclarar la muerte de la madre y su bebé, aunque sus familiares, desde el principio, achacan el suceso a un «error médico». La Consejería de Sanidad tiene abierta una investigación para esclarecer lo sucedido, aunque no facilita ningún dato sobre las posibles causas por tratarse de «información reservada».

 

Los que sí quisieron hablar de lo ocurrido fueron los familiares de los fallecidos. Según explicó ayer Juan Manuel Oliva, hermano y tío de la madre y el bebé, junto a su cuñado Fernando Pérez y Raúl Campo, otro miembro de la familia, María había tenido un embarazo «perfecto», sin ningún tipo de contratiempo. De hecho el jueves su ginecólogo le dijo que el niño se encontraba perfectamente «y que iba a ser muy grande». El viernes le realizaron la última revisión en el hospital de Arriondas, donde le habían realizado todo el seguimiento ya que allí es donde iba a dar a luz. «La mandaron de vuelta para casa porque estaba todo correcto y dejaron el parto programado para hoy lunes (por ayer). Había salido de cuentas el día 8», explicaban.

 

El domingo por la tarde María se empezó a encontrar mal y presentaba unas décimas de fiebre. Sus familiares la llevaron al centro de salud de Llanes sobre las 16.30 horas donde le detectaron una infección de orina y decidieron que acudiese a Arriondas ya que tenía programado el parto en el Hospital del Oriente para el día siguiente. Una vez allí, siempre según el relato que hacen los familiares con los datos que les comunicaron en el Hospital de Cabueñes, a la fallecida la monitorizaron, le dieron un medicamento para bajarle la fiebre y, una vez éste hizo efecto, le suministraron «oxitocina para provocarle el parto». «Minutos después María dijo que se encontraba mal y se cayó al suelo», recuerdan sus familiares.

 

45 minutos de reanimación

A partir de ese momento a la fallecida se le practicó, según el relato de la familia, una cesárea de urgencia para salvar al bebé. «El niño estaba ya muerto cuando nació. Estuvieron 45 minutos tratando de reanimarlo sin lograrlo. A la madre le quitaron el útero y en Cabueñes nos dijeron que en Arriondas también le habían puesto cinco bolsas de sangre porque no conseguían parar la hemorragia», afirman.

 

Según recuerda Raúl Campo, en torno a las 00.15 del lunes, «llamaron a los familiares que estábamos en la sala de espera y nos metieron en otra sala. Yo me quedé fuera y vi cómo sacaban una camilla a toda prisa hacia la ambulancia para que no la viésemos. Me dijeron que yo no podía estar allí, pero vi que la de la camilla era ella. Tenía los ojos en blanco. Nunca se me olvidará esa imagen. También vi a todo el equipo médico consolando a una doctora». Raúl Campo afirma que en ese momento tuvo la certeza de que María estaba fallecida.

 

Los familiares también aseguran que, «una vez la ambulancia salió hacia Cabueñes los médicos de Arriondas le preguntaron a su madre si María era alérgica a algo. También le dijeron que como había entrado tan bien por la tarde no habían mirado nada». Juan Manuel recalcó que «mi hermana pidió de forma clara que no quería que le diesen ningún tipo de antibiótico. No quería ni siquiera le pusieran la epidural».

 

La fallecida llegó al Hospital de Cabueñes de madrugada con parada cardiaca. Fuentes de la familia aseguran que desde el centro gijonés se les comunicó que «le habían dado seis infartos en Arriondas». «Pensamos que llegó a Cabueñes muerta porque nos parece raro que allí no quisiesen firmar ningún papel (en referencia al acta de defunción) y además que fuesen ellos los que llamaron a la Policía Judicial para que se hiciesen cargo del cadáver», aseguraban. Durante la tarde de ayer la familia de María y Diego seguían sin tener ningún documento oficial ni del Hospital de Arriondas ni del de Cabueñes que recogiese la atención que se les había prestado a la madre y el bebé.

 

El tanatorio de Llanes fue en la tarde de ayer un constante ir y venir de gente ya que esta familia es muy conocida en el concejo, entre otros aspectos, porque el padre de María, Antonio Barreiro es un conocido hostelero de la localidad que regenta la sidrería El Pescador. La familia ya avanza que va a tomar medidas legales «contra el Hospital de Arriondas y contra quien corresponda».

 

La embolia de líquido amniótico, posible causa de las muertes

22.10.13 - MARCOS MORO | GIJÓN, en El Comercio.

Una de las principales hipótesis que manejan los servicios sanitarios que atendieron en Arriondas y Cabueñes al bebé y a la madre fallecidos es la del embolismo de líquido amniótico (ELA), conocido también como síndrome anafilactoide del embarazo, una de las complicaciones más devastadores y con mayor mortalidad tanto para la madre como para el feto de las que pueden presentarse durante la gestación y el parto. Recientes estudios clínicos demuestran que esta rara complicación se asocia a las mujeres de más de 35 años cuyo parto ha sido inducido por los especialistas.

 

Para que se dé esta complicación deben romperse las membranas fetales y los vasos uterinos. Esto provoca que el líquido amniótico (el fluido que rodea al bebé dentro del útero durante el embarazo) se introduzca en el sistema circulatorio (torrente sanguíneo) y viaje hasta los pulmones de la madre provocándole un colapso pulmonar y como consecuencia de ello un fallo cardíaco.

 

Como queda dicho se trata de una de las complicaciones más temibles del embarazo. No puede ser prevista por ninguna prueba diagnóstica por lo que su mortalidad continúa en la actualidad siendo muy elevada. El embolismo de líquido amniótico representa entre el 4% y el 10% de las muertes por causa obstétrica en países desarrollados, siendo un cuadro por lo general fulminante, en el que prácticamente la mitad de las muertes se producen en la primera hora posterior al inicio del episodio clínico.

 

Los resultados de la autopsia que se le realizó en la tarde de ayer en La Corredoria a María Oliva Barreiro arrojarán luz sobre las causas que provocaron el fallecimiento de madre e hijo.

 

Salud investiga la muerte de una llanisca y de su bebé cuando esperaba a dar a luz

María Oliva Barreiro, madre primeriza de 38 años, no superó la hemorragia tras una cesárea

Llanes, G. CEA / P. MARTÍNEZ / R. BATALLA, en La Nueva España.

La Consejería de Sanidad investiga la muerte de una llanisca, María Oliva Barreiro García, de 38 años, y del bebé que estaba a punto de dar a luz, durante la madrugada del lunes en el hospital de Arriondas. La mujer, que había pasado con normalidad la última revisión del embarazo, el pasado viernes, fue ingresada para controlar un proceso febril que se desató el domingo. Acudió por su propio pie al centro sanitario, donde ayer estaba previsto inducirle el parto, pero ni ella ni su bebé salieron con vida.

María Oliva, según explica su hermano, Juan Manuel Barreiro, había salido de cuentas el pasado día 8 de octubre y había superado con éxito la última revisión rutinaria. "El médico dijo que el niño estaba bien y que sería muy grande", apuntaba. El domingo por la tarde, con unas décimas de fiebre, la mujer acudió en compañía del esposo de su prima, Raúl Campo, al centro de salud de Llanes. "En el ambulatorio le diagnosticaron una infección de orina y la enviaron a Arriondas para que desde allí le controlasen la fiebre de cara al parto que le iban a provocar hoy (por ayer)", relató su hermano. Así que, en compañía de su padre, acudió al hospital, donde los médicos procedieron a monitorizarla para tenerlos controlados a ella y a la criatura.

"Pensamos que le dieron un medicamento para bajarle la fiebre y después oxitocina para provocarle el parto. De repente, y mientras se encontraba con su pareja, empezó a sentirse mal, le dio el primero de los infartos y le abrieron para hacerle la cesárea. Sacaron al niño muerto y trataron de reanimarlo durante 45 minutos. A mi hermana la vaciaron por dentro, le sacaron el útero y la matriz, y le metieron cinco bolsas de sangre, pero no consiguieron parar la hemorragia de la cesáera", narraba el hermano de la fallecida.

Juan Manuel Barreiro prosigue su relato: "Cuando estaban en la sala de espera llamaron a los familiares para meterlos en otra sala. Entonces salieron con una camilla por otra puerta para meterla en la ambulancia. Todo fue muy raro. A ella solo se le veía el pelo e iba con los ojos en blanco", explicó Raúl Campo.

Según la información que ha podido recabar la familia, la mujer, en evidente mal estado, fue trasladada al hospital de Cabueñes, donde llegó en parada cardiorrespiratoria. Dicen que sufrió hasta seis infartos. Fernando Pérez, cuñado de María Oliva, explica que los médicos que recibieron a la parturienta en el centro sanitario gijonés se negaron a firmar su defunción y llamaron a la policía judicial: "Sólo sabemos lo que los médicos de Cabueñes nos contaron, de los de Arriondas no sabemos nada".

El hermano de la fallecida aseguró que ésta, madre primeriza, tuvo un embarazo buenísimo. "Era un niño muy buscado y estaba perfectamente sana, no tuvo ni vómitos ni nada. Mi hermana pidió desde el primer momento del embarazo que no quería que la suministrasen ningún tipo de antibióticos ni epidural. De hecho, mis padres se lo dijeron a los médicos cuando llegaron a Arriondas. Solo tomaba nolotil para los dolores de cabeza", dijo.

Tras realizársele la autopsia en Oviedo, y pasadas las nueve de la noche, el cadáver de la llanisca llegó entre la desolación de familiares y amigos al tanatorio de Llanes. Un lugar donde, ya desde por la mañana, se encontraba el cuerpo del bebé.

A la vista de los acontencimientos, el Principado aseguró ayer que abrirá "un procedimiento de información reservada" para conocer con exactitud qué sucedió. Para ello se recabarán datos para conocer en qué estado ingresó la mujer, su historia clínica, qué tipo de embarazo había tenido y qué actuaciones médicas se le practicaron. Estos datos y el resultado de la autopsia conformarán el mapa final de lo sucedido para informar a la familia. De momento, ésta tiene claro que se trata de una negligencia y ya ha puesto el caso en manos de un abogado.

La consternación por lo sucedido era ayer la tónica dominante en la villa de Llanes. Los familiares de la mujer estaban en estado de shock por lo acontecido y apenas podían articular palabra. Se trata de una familia muy conocida en la capital del concejo, donde regenta la sidrería El Pescador, ubicada en la calle Manuel Cue.

 

"Esto es una injusticia", dicen los allegados de la familia, que regenta un conocido restaurante

22.10.2013, Llanes, La Nueva España.

"No hay derecho" o "esto es una injusticia" fueron algunas de las frases repetidas por las cientos de personas que ayer se desplazaron hasta el tanatorio de Llanes para acompañar y dar el pésame a la familia. La muerte de María Oliva Barreiro García y del bebé que esperaba con tanta ilusión corrió como la pólvora por las calles de la villa. No había corrillo en el que no se hablase del fatídico suceso, que ha dejado hundido al marido y padre, José Manuel Fernández Simón. "El abuelo (Antonio Barreiro, propietario del restaurante El Pescador) estaba muy ilusionado. Ayer estuve hablando con él y me dijo que hoy por la tarde (por ayer) ya sería abuelo. Ha sido un golpe durísimo. Nadie se esperaba algo así", aseguraba un amigo de la familia.

 

El funeral de cuerpo presente por el eterno descanso de la madre y del pequeño, que ya tenía nombre (Diego) tendrá lugar hoy a las cinco de la tarde en la basílica de Santa María del Conceyu de Llanes. Posteriormente ambos serán enterrados en Llanes.

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