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Análisis por Javier Cuartas en La Nueva España…

Análisis por Javier Cuartas en La Nueva España…

El parado tira la toalla

La emigración al extranjero y el desistimiento de los desempleados explican que en 2013 se redujeran a la vez el empleo registrado y el censo de cotizantes

04.01.2014, Javier CUARTAS, en La Nueva España.

En España el paro registrado en las oficinas del Servicio Público de Empleo bajó en 2013 pero la ocupación, en vez de aumentar -que es lo que cabría esperar cuando mengua el desempleo-, también se redujo. Así que España siguió destruyendo puestos de trabajo en el pasado ejercicio por sexto año consecutivo pese a que se redujo el paro.

El registro oficial de parados sólo incluye a aquella parte de los desocupados que deciden seguir inscritos en el antiguo INEM. Que este censo caiga y que sin embargo también lo haga el de trabajadores cotizantes a la Seguridad Social pone de manifiesto que el drama del paro se está atenuando -y de forma lenta- por métodos inadecuados: no por un aumento de la oferta de trabajo sino por la vía del desistimiento y de la renuncia. Los parados están tirando la toalla. Los hay que, con una edad avanzada y sin visos de hallar un empleo, optan por la jubilación anticipada -aun con merma de la pensión a la que tendrían derecho de culminar su carrera de cotización- para asegurarse el sustento una vez que han agotado las prestaciones por desempleo. Hay quienes siguen siendo parados pero ya no constan en las listas oficiales porque no confían en que el Servicio Público les depare un nuevo empleo y prefieren confiar en las relaciones personales y en otros procedimientos de búsqueda. Hay un posible trasvase de fuerza laboral a la economía sumergida. Y existe una fuga y éxodo constatado de trabajadores inmigrantes pero también nativos que abandonan España en busca de una ocupación en el extranjero. Por esta razón la población activa -y también la población total española- están disminuyendo.

Es decir, buena parte de la corrección del paro se está produciendo no por el crecimiento del país y de su economía y por la creación de empleo -que sería lo óptimo- sino por el camino contrario: España se está encogiendo. Hay menos población, menos ocupados y menos cotizantes a la Seguridad Social. Y muchos parados abandonan y tiran la toalla.

Desde que empezó esta legislatura, en diciembre de 2011 (hace dos años), se han perdido 872.282 cotizantes. Es decir, han desaparecido 872.282 empleos. De ellos, la mayor parte en 2012. Pero en 2013 aún se destruyeron 85.041. Esto supone una amenaza para la economía, para las arcas públicas y para la sostenibilidad de las pensiones y del sistema de protección. El éxodo de población al exterior también reduce el mercado interior y deprime más la demanda interna.

El desempleo y la caída de cotizantes se están atenuando, aunque con empleo cada vez más precario, de peor calidad y menor remuneración. Pese a ello, en diciembre había 278.979 más parados inscritos en España que cuando Rajoy llegó a la presidencia. Y esto pese a que 2013 dio un respiro, con una reducción de 147.385. Esta mejora -aunque encomiable- lo es en relación al año precedente. Y 2012 fue un año desastroso: el segundo peor desde que estalló la crisis en 2008.

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