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Alumnos en prácticas…

Alumnos en prácticas…

El nuevo Hospital Álvarez-Buylla también estrena personal

Lucía Velasco y Noelia Miranda, alumnas del grado de Fisioterapia en la Universidad de Oviedo, son las primeras en hacer prácticas en el centro de Santullano

Foto.- Lucía Velasco ayuda a Maite Moro junto a su tutora, Rocío Collado.

14.04.2014, Mieres del Camino, Andrés V. GONZÁLEZ, en La Nueva España.

 

El nuevo Álvarez-Buylla sigue recibiendo servicios, pero a su vez también a los primeros alumnos de grados relacionados con la medicina que hacen prácticas en el centro. Las dos primeras estudiantes que entran a trabajar en el centro hospitalario mierense lo han hecho en el departamento de rehabilitación. Matriculadas en el grado de Fisioterapia en la Universidad de Oviedo, Noelia Miranda y Lucía Velasco han sido las primeras dos alumnas que realizan sus prácticas en el centro de Santullano y son, además, las primeras que en su segundo año en la Universidad desde que entrase el plan "Bolonia" desarollan esta tarea en Mieres.

Apenas llevan unos días en el Álvarez-Buylla y ya se han ganado a sus compañeras y supervisoras, que no dudarían en ficharlas para el equipo. Tres de las miembros de la plantilla de rehabilitación del hospital son las que esta primera semana se están encargando de forma más específica de tutelar a las jóvenes estudiantes, que, posteriormente, rotarán por la tutela de todas las áreas y trabajadores de rehabilitación. Se trata de Rocío Collados, Gloria Fernández y Joanna Wilinska. Las tres destacan que las dos alumnas "se han acoplado muy bien desde el primer día". "Son muy voluntariosas, han venido con muchas ganas y eso es muy importante más allá de los conocimientos que traigan, que por cierto, son buenos para estar en segundo de carrera", afirma Collados. "La teoría la traen bien aprendida, ahora tienen que practicar", agrega Fernández.

Las dos alumnas van a estar tres semanas en el hospital y harán las labores que cualquiera del resto del equipo de rehabilitación realiza, eso sí, siempre tuteladas. "La idea es que se integren en el equipo de forma natural, que vayan aprendiendo como es el día a día, los casos, los pacientes, los tratamientos", apunta Joanna Wilinska, que agrega que "normalmente necesitan alguna indicación, pero es lo normal cuando son sus primeras prácticas con pacientes reales". Pero por encima de todo, destacan la "actitud y la personalidad" de las dos estudiantes.

Noelia Miranda, allerana, y Lucía Velasco, mierense, están encantadas con esta experiencia. "El primer día estuvimos muy nerviosas, en tensión, solamente estuvimos mirando lo que hacían las compañeras y aprendiendo", explica Miranda. "Pero ya al día siguiente empezamos a practicar con pacientes y la verdad es que estamos muy contentas", apunta Velasco. En unos días ya han visto casos dispares, desde rehabilitaciones de prótesis de rodilla, hasta fracturas de hombros, muñecas, o incluso pacientes más severos con dolencias como esclerosis múltiple.

 

Especialidades

También se muestran agradecidas con el trato por parte de sus tutoras en las prácticas. "Aprendemos mucho, con ellas, nos dejan hacer muchas cosas, nos corrigen, es muy diferente la teoría al trato con los pacientes", coinciden las jóvenes, que actualmente están más integradas en el área del gimnasio, aunque después pasarán por otras áreas como la hidroterapia, la electroterapia o la parafina, para que tengan una visión global de todo el departamento de rehabilitación. Además, trabajar en un hospital nuevo como el Álvarez-Buylla es para estas jóvenes una oportunidad única: "Las camillas regulables eléctricamente, todos las instalaciones nuevas, los materiales, los equipos, es una gran oportunidad".

Y los pacientes también encantados con las estudiantes. Teresa Pintos es una habitual de este área. Esta mujer lleva 20 años peleando por acabar de recuperarse de un accidente que le dejó dañada una pierna, y tras varias operaciones, encara una nueva fase de rehabilitación. Junto a su tutora, Noelia Miranda es la encargada de ayudas a la mujer a hacer los ejercicios. "Son muy majas, y nos ayudan mucho, aunque espero que esta sea ya la última rehabilitación", afirma Pintos.

Y en la camilla de al lado, Maite Moro recibe el tratamiento a su esclerosis múltiple de las manos de Lucía Velasco y Rocío Collado. "Me anima mucho la gente tan joven y me da fuerzas para poner todo de mi parte para ganar la mayor movilidad posible porque soy una persona muy activa", señala la mujer mientras realiza los ejercicios.

Las dos estudiantes estarán en Nuevo Santullano apenas unas semanas, pero sus compañeras y tutoras las considerarían un buen refuerzo para la larga lista de pacientes que tienen que atender: "Siempre viene bien tener gente con ganas e ilusión para trabajar". Y a Noelia Mirada y Lucía Velasco es eso precisamente lo que no les falta en su primera aventura "profesional".

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