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Que se funcione en el viejo HUCA, a la vez que en el nuevo, hasta noviembre para así atajar listas de espera de determinado tipo de pruebas, no puede parecer mal a nadie, al contrario…

Que se funcione en el viejo HUCA, a la vez que en el nuevo, hasta noviembre para así atajar listas de espera de determinado tipo de pruebas, no puede parecer mal a nadie, al contrario…

Sanidad estudia que algunos equipos del viejo HUCA sigan funcionando hasta noviembre

La Consejería afirma que prolongar el uso de las máquinas reduciría la lista de espera de otros hospitales Asegura que el plan no lastra el arranque de La Cadellada

Foto.- Los responsables sanitarios y docentes, con los nuevos MIR. astur montes

Pablo ÁLVAREZ, en La Nueva España.

El traslado del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) al nuevo recinto de La Cadellada puede prolongarse en el tiempo más allá de lo que hasta el momento estaba programado. La Consejería de Sanidad del Principado estudia la posibilidad de que algunos equipos de alta tecnología del viejo edificio del Cristo continúen funcionando en su actual ubicación al menos hasta el próximo mes de noviembre. ¿Objetivo fundamental? Reducir las elevadas listas de espera que acumulan las pruebas diagnósticas y otras técnicas -escáneres, terapias oncológicas con aceleradores lineales, gammagrafías, litotricias...- de otros hospitales de la región. Las autoridades sanitarias enfatizan que, de ser llevada finalmente a la práctica, esta estrategia no implicará lastre alguno en el arranque del nuevo centro sanitario.

El pasado viernes, los responsables de la Consejería de Sanidad expusieron el cronograma de la mudanza y señalaron que "nuestra planificación permitiría dar por concluido el traslado el 20 de junio". Ciertamente, ya precisaron entonces que esta previsión había sido elaborada "sin perjuicio de todos los cambios, ajustes o mejoras que habrá que seguir realizando durante los próximos meses y que no deben afectar a la calidad de la atención".

Supuestamente, en esta apostilla cabe encuadrar la citada novedad, anunciada ayer -siempre en términos de "una posible alternativa", y no como "una decisión ya tomada"- por Mario Margolles, director general de Planificación, Ordenación e Innovación Sanitaria del Principado, minutos antes de dar la bienvenida en Oviedo a los médicos internos residentes (MIR) que inician su formación en los centros sanitarios asturianos.

Según Margolles, la alta tecnología del viejo HUCA que sea aprovechable para el nuevo edificio "vamos a ir bajándola con tiempo", es decir, no de forma inmediata; al menos, alguna de ella. Los equipos que finalmente sean trasladados a La Cadellada deberán previamente ser actualizados -principalmente su software- con el fin de cumplir las exigencias de un centro sanitario de vanguardia. Según Margolles, "a lo largo de este año bajaremos lo que haya que bajar (al nuevo HUCA) y alguno de esos aparatos irá a otros hospitales para completar lo que ya tienen".

El director general hizo hincapié en que esta opción que baraja la Administración sanitaria en modo alguno ralentizaría la puesta en marcha del centro hospitalario nuevo. "En ese proceso de calentamiento (del nuevo HUCA), hasta alcanzar la velocidad de crucero, no es necesaria toda la tecnología que va a tener después, cuando ya esté a pleno rendimiento", señaló. En consecuencia, "pretendemos que alguna tecnología se aproveche en el viejo Hospital hasta un poco antes de diciembre". Otra parte de esos equipos irá a parar a otros hospitales de la red pública asturiana. La vertiente más débil de esta opción es -reconoció Mario Margolles- que se trata de "aparatos que están en distintos centros, y la gestión de distintos centros abiertos es compleja".

Margolles señaló que, pese a que el pasado lunes se inició el proceso de desviación de pacientes a otros hospitales, con el objetivo de reducir la ocupación del viejo HUCA para así facilitar el traslado, aún no ha sido derivado ningún enfermo (esta semana sólo estaba previsto aplicar este procedimiento a cirugía vascular). "Las cosas van bien y, por el momento, no vemos ningún punto crítico que induzca a pensar en cambiar el calendario previsto", indicó el director general. Margolles admitió que, debido a dificultades de carácter informático, el servicio de farmacia deberá funcionar de forma desdoblada en los dos hospitales "hasta julio".

Un total de 169 profesionales sanitarios -124 licenciados en Medicina, 31 enfermeros, 5 psicólogos, 4 farmacéuticos y 5 licenciados en Biología, Física o Química- iniciaron ayer su periodo de formación como especialistas en los hospitales de la red pública del Principado. El director general de Planificación, Ordenación e Innovación Sanitaria, Mario Margolles, inauguró el acto de recepción a los residentes, a quienes -en un acto celebrado en el auditorio Príncipe Felipe de Oviedo- dio la bienvenida destacando que "llegáis a nuestra red sanitaria en un momento histórico e ilusionante". Margolles admitió que "no tenéis asegurada la empleabilidad a corto plazo", pero puntualizó que "habéis elegido un Servicio de Salud que ha tomado la decisión de aumentar la eficiencia sobre los principios de la universalidad y la equidad, mientras que otras comunidades autónomas han hecho otro tipo de elecciones, respetable todas". Aunque inicialmente el Principado ofertó 186 plazas, finalmente se incorporarán 169 profesionales en formación, al quedar desiertas 17 plazas en la especialidad de medicina de familia. En la imagen, los nuevos residentes, poco antes del acto de bienvenida.

El Sespa estudia mantener en uso equipos del viejo HUCA para reducir lista de espera

 La alta tecnología que queda en El Cristo podría emplearse para rebajar demoras del Central y de otros hospitales, reveló el director de Planificación

En el antiguo hospital quedarán la lavandería, el centro comunitario y temporalmente, farmacia

El Comercio. 22.05.14

El viejo HUCA no echará la persiana por completo. Cuando el antiguo hospital acabe de trasladarse a su nueva ubicación en La Cadellada -un macrooperativo ahora mismo en marcha y que se prevé finalice el 20 de junio-, algunos equipos de El Cristo seguirán funcionando. Eso es al menos lo que estudia la Consejería de Sanidad, que sopesa mantener en activo parte de la alta tecnología que quedará en el viejo complejo sanitario. La idea es que algunos de los TAC, escáneres y resonancias que no sean trasladados a La Cadellada continúen en servicio y se destinen a reducir la bolsa de pacientes en espera, sobre todo en el área diagnóstica, donde hay demoras más que abultadas.

La propuesta fue revelada ayer por el director general de Planificación, Ordenación Sanitaria e Innovación de la Consejería de Sanidad minutos antes de participar en el acto de recepción a los nuevos residentes del Servicio de Salud del Principado (Sespa) que se celebró en el Auditorio Príncipe Felipe, de Oviedo. Mario Margolles avanzó que una de las alternativas que hay sobre la mesa es que «la alta tecnología del viejo HUCA continúe funcionando y se emplee para reducir lista de espera, no tanto para actividad del hospital propiamente dicha, sino para disminuir demoras asistenciales de otros centros», detalló.

Se trata, con todo, de una solución «a estudiar» pormenorizadamente, ya que su implementación no resulta sencilla, indicó. «Lo estamos evaluando, ya que son varios los aparatos funcionando en distintos centros y mantenerlos todos en activo es complejo». De llevarlo a cabo «se trataría de una medida temporal» que, según dicho responsable, no se extendería previsiblemente más allá de diciembre de este año.

Otra de las novedades es que al nuevo HUCA podrían ir más equipos del viejo hospital que los previstos. En un principio, Sanidad había dado de baja a buena parte de los antiguos aparatos y preveía que en La Cadellada fuera casi todo a estrenar. Pero los tiempos han cambiado y «estamos pensando en términos abundantes, y que parte de los aceleradores, TAC, gammagrafías o litotricias puedan ir al nuevo hospital», afirmó Margolles. Antes de que este aparataje viaje hasta La Cadellada habría que actualizar su software de manera que pueda compatibilizarse su uso con el sistema operativo en el nuevo HUCA. Asimismo, la Consejería de Sanidad sopesa también que algunos de los viejos equipos que no vayan a La Cadellada pasen a formar parte de la dotación tecnológica de otros hospitales del Servicio de Salud.

Pero en El Cristo no sólo podrían seguir funcionando escáneres y resonancias. El Centro Comunitario de Sangre y Tejidos, así como la lavandería permanecerán en la antigua sede. El servicio de farmacia también tendrá que desdoblarse, ya que en La Cadellada «aún no han sido cargados los nuevos nomenclator», lo que obliga a realizar las prescripciones a mano. Sanidad espera que el sistema esté operativo en julio en la nueva ubicación y evitar así duplicidades.

En cuanto al plan de traslado iniciado el pasado lunes, el director de Planificación señaló que «todo discurre con normalidad. Estamos reduciendo actividad y aún no hubo necesidad de derivar pacientes a otros hospitales. El proceso no está siendo problemático, vamos bien», explicó.

Preocupación en la plantilla

Mientras tanto, en el viejo hospital los temores se suceden, al menos entre los trabajadores. Ayer, la Junta de Personal mantuvo una reunión con el gerente del Área IV, Jaime Rabanal y otros responsables del HUCA. Los representantes sindicales transmitieron la preocupación reinante entre la plantilla, «que no ha recibido la formación suficiente. Han dado cursos de Millennium de entre 7 y 20 horas cuando todo el mundo nos dice que este sistema necesita al menos tres meses de rodaje para hacerte con él», indicó Francisco Menéndez, el presidente de la Junta de Personal. «Quieren realizar un traslado de alta complejidad deprisa y corriendo», lamentó.

 

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