Blogia
La información es la base de tu opción ... y nosotros nunca te la ocultamos.

Un hospital en la carretera

Un hospital en la carretera

Todas las ambulancias del área central están trabajando en el traslado de pacientes del HUCA, unos 500, hasta mediados de este mes

Foto.- Carlos Paniceres, ante el nuevo HUCA.

Elena FERNÁNDEZ-PELLO, en La Nueva España

Los 208 vehículos de la empresa responsable del transporte sanitario en Asturias y sus 450 trabajadores están volcados en el traslado del HUCA (Hospital Universitario Central de Asturias). El desvío de ingresos a otros hospitales, que comenzó esta semana, y el trasvase de los últimos pacientes del complejo sanitario del Cristo a La Cadellada, que se llevará a cabo el próximo día 14, mantiene todos sus recursos a pleno rendimiento, listos para asumir imprevistos, engrasado y preciso como "un reloj suizo", en palabras del consejero de Transinsa -la concesionaria del servicio-, Carlos Paniceres. Todas las ambulancias de la zona central están participando en el traslado, preparadas para dar servicio al HUCA, estén donde estén, y para desplazar a sus pacientes a cualquier hospital de la región.

A lo largo de los próximos días, hasta mediados de mes, está previsto derivar del Cristo a cualquier otro hospital de la red sanitaria asturiana hasta 500 enfermos. Ésa es la cifra que considera la Consejería de Sanidad y que los coordinadores del servicio de ambulancias tienen grabada en su mente. Son movimientos imprevisibles que, desde que comenzaron el pasado lunes, se concentran a partir de las tres de la tarde y hasta las once de la noche.

El director de atención sanitaria del área IV, Antonio Álvarez, hablaba el pasado viernes de una previsión de hasta 37 enfermos saliendo del HUCA cada día con destino a otros hospitales. Eso es lo que puede suceder a partir de mañana. Parece que las estimaciones se han hecho muy por lo largo ya que en esta primera semana el número de enfermos traslados ha sido inferior al anunciado: las autoridades sanitarias hablaban de nueve al día, pero entre el lunes y el viernes sólo se habían producido 20 en total. Son trayectos en los que las ambulancias emplean entre una hora y hora y cuarto.

"No es el HUCA el que se pone a prueba, es todo el sistema sanitario", sostiene Carlos Paniceres. Transinsa afrontó el reciente traslado del Álvarez-Buylla y las derivaciones de ingresos durante las obras en Gijón y en el Valle del Nalón. "Conseguimos evacuar en dos horas y media el hospital de Arriondas cuando se produjeron las inundaciones. No tenemos miedo al reto", sostiene Paniceres al hablar del proceso en el que están inmersos ahora y en el que hay una "hora cero".

Ese momento decisivo llegará el 14 de junio, a las 8.30 de la mañana, con la salida de los convoyes de ambulancias con los últimos pacientes ingresados en el hospital del Cristo. "Habrá dos convoyes o equipos para el traslado compuestos por dos uvis móviles, cuatro ambulancias, cuatro transportes colectivos y un vehículo de apoyo para familiares y enseres", detalla Paniceres. En cada ambulancia viajarán dos técnicos y otras dos uvis móviles serán acondicionadas para el traslado de las incubadoras de neonatos, que se realizará otro día, aún por determinar.

Los convoyes, explica el consejero de Transinsa, circularán siguiendo la cadencia de una noria, explica Paniceres: "Cuando un equipo salga del Cristo el otro estará en camino o saliendo de La Cadellada". Los convoyes dejarán el Cristo por Santa Marina de Piedramuelle o por Montecerrao, escoltados por la Policía Local y la Guardia Civil, y circularán hasta La Cadellada por la ronda exterior. De un hospital a otro tardarán de 14 a 17 minutos. En este caso todo está previsto y medido, al contrario que en los traslados previos que son imprevisibles, e incluso hay un itinerario alternativo en caso de que se produzca un accidente de tráfico en algún punto del trayecto.

VER TAMBIEN ESTA OTRA NOTICIA DE HOY RELACIONADA

0 comentarios