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Estudio conjunto del Centro de Fertilización In Vitro de Asturias (Cefiva), la Universidad de Oviedo y el Hospital Universitario Central (HUCA).

Estudio conjunto del Centro de Fertilización In Vitro de Asturias (Cefiva), la Universidad de Oviedo y el Hospital Universitario Central (HUCA).

Investigadores de la región aclaran por qué la obesidad dificulta la fecundación asistida

13.12.2014, P. Á., en La Nueva España.

Se sabía que las mujeres obesas suelen tener más dificultades para quedar embarazadas mediante fecundación asistida. Ahora se conoce, al menos, una de las causas, gracias a una investigación realizada en el Principado: "Aunque posiblemente haya más mecanismos implicados, nuestro estudio demuestra que las mujeres con exceso de grasa poseen niveles más altos de lo normal de la hormona leptina en el líquido que rodea al óvulo, y esto se asocia con una menor probabilidad de embarazo", señalan los especialistas del Centro de Fertilización in vitro de Asturias (Cefiva), autores del trabajo, junto a la Universidad de Oviedo.

El trabajo ha sido publicado en la revista "Fertility &Sterility". "Nuestros datos apuntan a la posibilidad de evaluar los niveles de leptina en el líquido que se aspira durante la punción del ovario para obtener el ovocito y, si están alterados, diferir la transferencia del embrión hasta que la mujer consiga disminuir su peso", añade el Cefiva.

La hormona que transmite la sensación de saciedad dificulta los embarazos en mujeres obesas

La revista más prestigiosa del campo de la medicina de reproducción publica un trabajo pionero del Cefiva, el HUCA y la Universidad

El artículo apunta a que el control del peso mejoraría la fertilidad

Asturias24

La hormona que notifica al cerebro del ser humano cuándo está saciado dificulta el embarazo en mujeres obesas. Esta es la revolucionaria conclusión de un estudio conjunto del Centro de Fertilización In Vitro de Asturias (Cefiva), la Universidad de Oviedo y el Hospital Universitario Central (HUCA) que acaba de publicar la revista Fertility &Sterility, la publicación más prestigiosa en el terreno de la medicina reproductiva. El nombre de la ubicua hormona es leptina. Las mujeres con exceso de grasa poseen niveles más altos de lo normal de leptina en el líquido que rodea al óvulo y esto asocia con una menor probabilidad de embarazo. Esta conclusión tiene una aplicación clínica práctica en el caso de la reproducción asistida. Las pacientes que acuden a estos servicios podrían someterse al tratamiento de fertilización y después congelar sus embriones, mediante una avanzada técnica de vitrificación, mientras se someten a una terapia de adelgazamientos que mejoraría sus opciones de quedarse embarazada.  

El coordinador del Cefiva, Pedro de la Fuente, explica que no es nuevo que las mujeres con exceso de peso tienen más dificultades para conseguir un embarazo. Esta información la manejan desde hace años los profesionales sanitarios. El verdadero hallazgo de esta investigación es haber conectado esos problemas de fertilidad con la hormona leptina. De la Fuente también destaca otro aspecto relevante del trabajo y es la estrecha colaboración de la sanidad pública y la privada entre sí y con la Universidad de Oviedo.

EL DESCUBRIMIENTO

El artículo recoge el trabajo realizado con una población de 130 mujeres, con edades comprendidas entre los 26 y los 40 años y sin síndrome de ovarios poliquísticos, que tenían problemas de fertilidad y que acudían bien a los servicios del HUCA o al propio Cefiva. Dos de los principales parámetros analizados en las pacientes son el índice de masa corporal (IMC), que mide la relación de altura y peso, y también la grasa abdominal, tal y como precisa David Llaneza, investigador que estuvo adscrito al HUCA y que en la actualidad trabaja en el Cefiva.

La investigación revela que las mujeres obesas parecen desarrollar una especie de resistencia a la leptina, cuya función es informar al cerebro de cuándo debemos de dejar de comer porque estamos saciados. Las pacientes con un IMC por encima de 25-27, curiosamente, presentaban en sangre cifras más altas que las mujeres delgadas. Esto parece indicar, según el estudio, que pueden necesitan una señal más potente para que el cerebro perciba esa sensación de saciedad. Pero, además, ha detectado que en las mujeres con infertilidad y obesidad la hormona no solo está en mayor proporción en la sangre sino también en el líquido folicular que rodea al ovario y que estos niveles anormales pueden afectar a la posibilidad de embarazo.

Al margen del avance en el conocimiento que implica, De la Fuente destaca el interés clínico. Durante la punción en el ovario que se realiza a las mujeres para obtener el ovocito, se puede aspirar el líquido que lo rodea y comprobar si los niveles de la leptina están alterados. Si esa así y son muy elevados se puede posponer la transferencia del embrión, hasta que la mujer consiga disminuir su peso. De este modo, el coordinador del Cefiva está convencido de que "aumentan las posibilidades de lograr un embarazo que finalice con un recién nacido sano".

¿Es posible, por tanto, trasladar ya a las consultas este hallazgo? De la Fuente se muestra cauto. Cree que es necesario que antes otros grupos de investigación refrenden los resultados y que ellos mismos amplíen la muestra del estudio y comprueben si funciona en el 100% de los casos. Una vez pasada esta nueva fase, llegará la hora de la clínica. No obstante, el coordinador del Cefiva señala que la colaboración de las pacientes será fundamental y añade que las terapias de adelgazamiento, probablemente, deban de ser integrales, como el apoyo de otros profesionales como los psicólogos.

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