Ahora los farmacéuticos son los que tienen que hacer bien su trabajo, especialmente el explicativo a la población
Salud implanta una aplicación informática para reducir el gasto en medicamentos
El Principado admite que uno de los objetivos de la prescripción por principio activo es «asegurar la independencia» del médico frente al laboratorio
Oviedo, Pablo ÁLVAREZ, en La Nueva España
La Consejería de Salud del Principado pondrá en marcha en los próximos días una aplicación informática que persigue, entre otros objetivos, reducir la factura en medicamentos prescritos en los centros de salud de la región. El programa aspira a potenciar las recetas de principios activos (la sustancia con actividad propiamente terapéutica) y con ello el consumo de las presentaciones más baratas, elección esta última que queda en manos del farmacéutico.
Otro objetivo del Gobierno regional consiste en «asegurar la independencia» de los médicos asturianos frente a los laboratorios a la hora de prescribir, según admite un documento explicativo remitido por el Servicio de Salud del Principado (Sespa). En ese mismo texto, el Ejecutivo autonómico enfatiza que, pese a la implantación de esta nueva herramienta informática, se continuará permitiendo a los facultativos prescribir marcas comerciales.
Entre algunos médicos existe el temor de que la puesta en práctica de este mecanismo suponga cambios en los fármacos que se dispensan y genere confusión entre los usuarios de más edad, acostumbrados a menudo a orientarse por el envase o el color del medicamento. El Colegio de Farmacéuticos de Asturias admite la pertinencia de la objeción, pero la considera superable. Su presidente, José Villazón, afirmó ayer que si los boticarios realizan su trabajo como deben, «y por supuesto partimos de la base de que lo hacemos, el paciente sale de la farmacia sabiendo qué medicamentos se lleva, para qué son y cómo los tiene que tomar». Villazón evita las alharacas, pero sostiene que la prescripción por principio activo es «una de las medidas de ahorro más razonable que puede adoptarse».
La Administración sanitaria prevé que el nuevo sistema de prescripción de la red de atención primaria esté operativo mañana mismo. Con esta aplicación, «los profesionales podrán prescribir utilizando la Denominación Oficial Española (DOE) que es el equivalente a la Denominación Común Internacional (DCI)», señala el citado documento del Sespa, según el cual «en ningún caso se eliminan medicamentos de la base de datos de OMI». Eso sí, ese mismo texto precisa que, «para facilitar su localización», los principios activos «aparecerán siempre en primer lugar en el buscador de OMI».
El Gobierno asturiano ilustra bien a las claras la cuestión referida al ahorro. En la misiva dirigida a los profesionales, incluye una pregunta retórica muy directa: «¿Sabía que sólo en un medicamento, el "Esomeprazol", el ahorro que se hubiera podido alcanzar en Asturias superaría el millón de euros en el año 2010?».
El documento argumenta que «la prescripción por principio activo sigue las recomendaciones de los organismos internacionales», y precisa que la Organización Mundial de la Salud (OMS) «recomienda la prescripción por principio activo desde hace ya más de 25 años». No rehúye la controversia al subrayar que las experiencias en su aplicación conocidas hasta la fecha no han reportado «los inconvenientes que habitualmente se le imputan a este sistema de prescripción (dificultad del paciente para reconocer su medicación, problemas de bioequivalencia...)». Entre los médicos consultados por este periódico, no faltan quienes cuestionan esta última aseveración y ponen en solfa la calidad de algunos medicamentos genéricos. «Hay que tener mucho cuidado a la hora de sembrar dudas. La bioequivalencia de los medicamentos es aprobada por un organismo independiente, como es la Dirección General de Farmacia», replica el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Asturias.
Los fármacos unidosis llegan con escepticismo
Oviedo, P. Á., en La Nueva España
El anuncio de la ministra de Sanidad, Leire Pajín, acerca de la dispensación de medicamentos unidosis, fue recibida el pasado diciembre como una herramienta de ahorro de efectividad muy dudosa. Los citados fármacos llegarán a las boticas en los próximos días, y lo más que puede decirse es que a día de hoy el escepticismo es casi unánime.
En la práctica, la aplicación de la unidosis consistirá -al menos en un primer momento- en que los comprimidos de dos principios activos -el paracetamol (analgésico) y el ibuprofeno (antiinflamatorio)- podrán ser dispensados de forma individual. Los médicos podrán prescribir entre uno y seis comprimidos por receta. El objetivo es evitar las dispensaciones de más dosis de fármacos de las estrictamente necesarias.
En su día, el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, indicó que este procedimiento puede suponer un ahorro del 2 por ciento de la factura total de medicamentos, que cifró en torno a los 13.000 millones de euros anuales. El consejero de Salud del Principado, Ramón Quirós, replicó que el ahorro que generará «no tendrá mucho impacto». Ayer, tanto el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Asturias, José Villazón, como el de la Cooperativa Farmacéutica Asturiana (Cofas), Pablo Ramos, coincidieron en atribuir a las unidosis un potencial de ahorro muy limitado, máxime si se considera que afecta a medicamentos cuyo coste puede incluso rondar el euro por envase.
Un documento explicativo del Sespa recoge, entre otros, los siguientes argumentos:
«En la prescripción por principio activo, el profesional no indica en la receta médica el producto en concreto que debe ser dispensado al paciente sino que se limita a prescribir el principio activo del mismo y los datos comunes a todas las prescripciones: forma farmacéutica, vía de administración y dosis».
«Los motivos para este cambio son variados y no sólo de tipo económico aunque sería inadecuado no reconocer que determinados cambios se ven acelerados en estos momentos de crisis económica».
«Es una prescripción más simple. Basta con conocer el nombre del principio activo y no las, a veces, más de 20 marcas de fantasía o genéricos que existen en el mercado de algunos principios activos».
«Prescribir por principio activo es llamar a los medicamentos por su verdadero nombre que es el utilizado de forma obligatoria además en las publicaciones científicas».
«Asegura la independencia del profesional situando al médico al margen de la competencia entre los distintos laboratorios farmacéuticos evitando la posibilidad de una promoción inadecuada».
Salud pone a dieta el gasto farmacéutico
Asturias impondrá este mes la prescripción de medicamentos por principio activo y por unidosis
09/04/2011/ Pablo Zariquiegui, Oviedo, en La Voz de Asturias
El pago de medicamentos se lleva en Asturias uno de cada cuatro euros destinados a sanidad. El Gobierno del Principado, en colaboración con el Ministerio de Sanidad, está intentado desde hace tiempo reducir el monto final del recibo farmacéutico.
Asturias tiene previsto implantar este mismo mes dos medidas nuevas para recortar el gasto farmacéutico. La primera es la prescripción por principio activo. ¿En qué consiste? El principio activo es la sustancia que produce el efecto en un medicamento. Un mismo principio activo puede venderse con distintas marcas comerciales. El cambio, implantado ya y no sin controversias, en varias comunidades autónomas, consiste en que el médico escriba en la receta el nombre del principio activo en vez de la denominación comercial. El facultativo indica también la dosis, la forma de dispensación y el número de unidades. El farmacéutico dispensará al paciente uno de los productos que contiene el principio activo. Un ejemplo ayuda a entender mejor este cambio en la prescripción y dispensación de fármacos. El médico en vez de recetar Clamoxil indicará amoxicilina. Sustituirá, por lo tanto, la denominación comercial por el principio activo. La medida comenzará a implantarse a partir de la primera quincena de este mes. De hecho, los médicos han recibido ya información a través de la intranet del Sespa. La prescripción por principio activo ha sido criticada tanto por la industria como por los médicos por razones distintas. Farmaindustria considera que echa por tierra el trabajo de innovación e investigación de los laboratorios. Los facultativos, por su parte, entienden que puede conculcar la libertad de prescripción. Con su puesta en marcha, el Sespa deberá modificar la aplicación informática que se utiliza para las recetas de forma que en lugar de la marca comercial aparezca como primera opción el principio activo. El médico, eso sí, podrá recurrir al vademécum informático para elegir, si lo desea, una marca. La Consejería de Salud no pudo determinar ayer el ahorro que se logrará con esta medida.
Junto al principio activo, comenzará también --aunque este extremo no fue confirmado por Salud-- la prescripción y dispensación por monodosis. Este procedimiento, según avanzó ayer José Villazón, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos, permite al facultativo prescribir por dosis de uno, dos, tres, cuatro, cinco o seis comprimidos en una receta.
La medida, que había sido anunciada en un Consejo Interterritorial de Salud, tiene por objeto también lograr un ahorro en la tarifa en medicamentos. Inicialmente, según señaló ayer Villazón, se aplicará sólo a dos fármacos: paracetamol e ibuprofeno. Los farmacéuticos dudan, sin embargo, de la eficacia de la medida.
Los médicos de familia, consultados ayer por este periódico, desconocen todavía este cambio en la modalidad de prescripción. Su presidente, Chema Fernández Rodríguez Lacín, manifestó ayer haber recibido información de la prescripción por principio activo, pero no así de la receta por monodosis.
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