Al parecer, aunque formalmente quedó constituida ayer en Asturias, se lleva trabajando en esto desde finales del mes pasado
Nace una plataforma cívica para defender la sanidad pública
04.05.12 - L. F. | GIJÓN, en El Comercio.
Colectivos sanitarios, sociales, vecinales, de inmigrantes y pensionistas se conformaron ayer en plataforma cívica contra los recortes sanitarios. La intención de esta agrupación es defender la sanidad pública asturiana y plantar cara al decreto de reforma sanitaria aprobada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy. La plataforma quedó constituida oficialmente ayer tras una reunión celebrada en Oviedo con la presencia de más de una decena de colectivos.
Entre los integrantes de la Plataforma figura la Federación de Pensionistas, el movimiento vecinal de Asturias, la Asociación para la Defensa de la Sanidad, No Gracias, las oenegés Médicos del Mundo y SOS Racismo y el movimiento social de la enseñanza.
Iniciativa parlamentaria
Una de las primeras acciones que llevará a cabo la Plataforma Cívica en Defensa de la Sanidad Pública Asturias es la presentación de una iniciativa parlamentaria mediante la cual solicitará que la Junta General del Principado se pronuncie contra la reforma sanitaria. Los profesionales asturianos se suman así a los de otras comunidades autónomas que también han comenzado a mostrar su discrepancia con la aplicación de recortes en la atención sanitaria y que afectarán de especial forma a los colectivos más desfavorecidos.
Manifiesto en defensa y mejora del Sistema Sanitario en Asturias
La Plataforma Cívica de la Sanidad Pública, que reúne a personas y organizaciones en representación de profesionales de la salud, asociaciones de pacientes, entidades cívicas (vecinales, pensionistas, sindicales, culturales), ONGs y colectivos académicos, nace con el compromiso de defender en Asturias un sistema sanitario público de calidad, sostenible y solidario, desde la vocación de aglutinar transversalmente, en cualquier territorio y sensibilidad, a toda la sociedad asturiana.
En todas las Comunidades Autónomas, sin excepción, estamos asistiendo a un constante goteo de malas noticias sanitarias: Cierres de quirófanos y camas, privatizaciones de servicios, reducción del número de profesionales (amortización, por ejemplo, de las plazas de 602 médicos recientemente jubilados en Asturias), perdida adquisitiva de las plantillas, etc. Las CCAA presupuestaron este año un 6% menos de media en la salud de cada ciudadano, lo que sumado al recorte aplicado en 2011 y al tijeretazo de 7.000 millones de euros anunciado por el Gobierno, arroja un sustancial descenso de más del 20%, que se traducirá en menos prestaciones y menor calidad asistencial.
Recortes indiscriminados e injustificados (nuestro gasto sanitario es de los más bajos de la OCDE) cuya finalidad es transferir los servicios rentables a las aseguradoras privadas e incrementar los beneficios de las multinacionales del sector. Es decir, hacer negocios con la salud mientras las declaraciones y los discursos ocultan sistemáticamente el alcance de la transformación que está en marcha.
El Real Decreto 16/2012 supone un verdadero torpedo en la línea de flotación de la Sanidad Pública. Los copagos en la farmacia, el transporte sanitario, las prótesis o la dieto-terapia, suponen penalizar a los sectores más vulnerables (los pensionistas y los crónicos), eximiendo a los políticos de su responsabilidad en el gasto farmacéutico y sanitario. Es particularmente indigna la exclusión de los inmigrantes “sin papeles”, mientras se perfila un nuevo modelo sanitario (contrario a la universalidad y solidaridad) que asimila la atención sanitaria con el aseguramiento y reclasifica las prestaciones sanitarias en “básicas”, “suplementarias” y “accesorias”, dejando la puerta abierta a nuevas modalidades de exclusión y copago.
En nuestra opinión, el deterioro de los servicios públicos no es la consecuencia de la crisis tributaria o la deuda, sino de la economía especulativa — los denominados “mercados” —que pretenden el desmantelamiento del estado de bienestar, incluida la Sanidad Pública, como estrategia de salida de la crisis. Sin embargo, la Sanidad Pública, muy bien valorada por la población asturiana, ha probado fehacientemente mayor equidad, calidad y relación coste-efectividad que otros modelos privados o mixtos (*). Es, pues, más barata y efectiva, porque entiende la salud como un derecho y no una mercancía, porque es un instrumento básico de cohesión social y seguridad para personas y familias, y una de las conquistas fundamentales de los ciudadanos en los últimos cien años.
La sociedad asturiana, consciente de la magnitud de este desafío, necesita unirse y pronunciarse en defensa de unos derechos ganados con esfuerzo por generaciones y de un futuro solidario, sostenible y democrático, en el que la Sanidad Pública es irrenunciable:
1. - Por su condición de universalidad, financiada solidariamente por impuestos para permitir el acceso de todos los ciudadanos a unas prestaciones sanitarias efectivas y de calidad, en manifiesta incompatibilidad con los copagos (siempre injustos) y con recortes presupuestarios arbitrarios e indiscriminados.
2. - Por su carácter público, que defiende los intereses generales, con criterios de equidad, y no intereses particulares o corporativos. En oposición, por tanto, a la penetración de los intereses privados, en la gestión y la provisión de los servicios del sector público.
3. - Por la necesidad de afrontar la crisis económica desde la responsabilidad pública de invertir con efectividad en la Salud de los ciudadanos, corrigiendo beneficios espurios que derivan en listas de espera, medicalización o bolsas de ineficiencia que perviven dentro del sistema. Es decir, otorgando valor al dinero público, con criterios científicos y éticos, y no desde intereses corporativos o de las empresas farmacéuticas.
Plataforma Cívica de la Sanidad Pública de Asturias
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