¿Arrimando el ascua a la sardina o poniendo la venda antes de la herida?, cualquiera de las dos cosas, porque lo que menos les preocupa es la exgerente del SESPA
El Simpa dice que «Blanco lava sus culpas destituyendo a los demás»
El Sindicato Médico sale en defensa de la gerente relevada y afirma que Tácito Suárez, el nuevo responsable, fue quien «avivó» la huelga de 2012
Foto.- El consejero de Sanidad, Faustino Blanco con la exgerente del Sespa, Celia Gómez, en una imagen tomada en la Junta General.
18.01.14 - LAURA FONSECA | GIJÓN, en El Comercio.
Estuvieron durante meses a la greña, luchando por intereses contrapuestos. El conflicto por el nuevo modelo de jornada sanitaria, que se inició en octubre de 2012 y se mantuvo abierto hasta enero de 2013 dejando una estela de pacientes a la espera de operaciones y consultas, les situó en bandos opuestos. Pero ayer, el Sindicato Médico de Asturias (Simpa), mentor y responsable de la mayor huelga que se recuerda en la sanidad pública, salió en defensa de la exgerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), Celia Gómez, que acaba de ser destituida. La marcha forzada de esta economista asturiana, que abandonó Andalucía para incorporarse en junio de 2012 al Sespa, está generando más que ampollas en la sanidad asturiana. El secretario general del Simpa, que en los meses del conflicto se mostró crítico contra los planteamientos de la ahora exgerente, se mostró asombrado por la destitución. «Ha sido una sorpresa, tanto el relevo como el nuevo nombramiento», indicó Antonio Matador, en referencia también a la designación de Tácito Suárez como nuevo responsable del Servicio de Salud. Porque para el Simpa, «las formas en las que se produce la marcha de Celia Gómez son muy llamativas». Recuerda el Simpa, como lo han hecho otras muchas voces, que la destitución propiciada desde la Consejería de Sanidad se produce en pleno proceso de apertura del nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), complejo que el próximo martes comenzará a atender a sus primeros pacientes.
Los facultativos han criticado el relevo pero mucho más el nuevo nombramiento. El secretario general del Simpa asegura que Tácito Suárez, sustituto de Gómez, fue quien desde su cargo de jefe de gabinete de Sanidad «avivó el conflicto» médico. «No podemos olvidar que Suárez fue parte activa de la consejería que nos llevó al conflicto a finales de 2012. Con Celia Gómez hemos mantenido una relación de respeto mutuo a pesar de los desacuerdos», indicó. El Simpa cree que el consejero Faustino Blanco «lava sus culpas destituyendo a los demás».
Cinco relevos
Los cambios en la cúpula del Sespa han recibido una cascada de críticas, tanto desde fuera como internamente. En el PSOE y, en especial en el entorno al presidente del Principado, ha sentado muy mal las formas y el momento escogido para llevar a cabo este relevo de calado. Consideran que Celia Gómez «no se merecía un final así» y acusan a la Consejería de Sanidad de «maltratar» a una persona «que ha sido siempre leal y muy profesional».
Desde IU, su diputada Noemí Martín, ha pedido explicaciones a Blanco al considerar que su departamento «tiene la tasa de supervivencia en los cargos de responsabilidad más bajo de toda la administración». Lo que dice Martín no es descabellado. De los altos cargos designados por el consejero para formar parte de su equipo, cinco fueron relevados, bien por decisión de la consejería o por petición propia. El único 'superviviente' es el director general de Salud Pública, Julio Bruno. Junto a Tácito Suárez, ahora gerente del Sespa, se asociaba a Bruno y al propio Faustino Blanco, de conformar el 'ala dura' de la consejería durante la huelga médica de 2012.
Sanidad atribuye los cambios a la necesidad de renovar la estructura organizativa del Sespa y de la propia consejería, y anuncia que «el proceso se irá materializando en las próximas fechas».
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