Blogia
La información es la base de tu opción ... y nosotros nunca te la ocultamos.

Con cierto humor, pero muy realista …

Con cierto humor, pero muy realista …

Pandemia

No hay vacunas; ¿de verdad que todo está bajo control?

Artículo de Opinión de RICARDO V. MONTOTO  

En fin, que aquí estamos todos intentando mantener la calma, que no cunda el pánico, pero cada día más acojonaditos con la gripe A. La Ministra lleva dibujada en la cara una sonrisa permanente, como si no pasara nada, aunque los planes que se van diseñando dan la impresión de que algo gordo se nos viene encima.

Si no es más que un catarrillo un poco raro, si la mayoría no lo diferenciará de la gripe de toda la vida. Ya, ya. Cada vez que intentan tranquilizarme, me asusto un poquito más. A estas alturas, se ha decidido vacunar a un montón de gente, a los servicios básicos, los grupos de riesgo, niños, embarazadas, gordos... Estupendo, pero es que resulta que no hay vacunas, ni se las espera hasta octubre o noviembre. Y si la gripe A ya llegó y aún no tenemos las vacunas, ¿de verdad que todo está bajo control?

Una de dos: o esto es un camelo pistonudo como lo del apocalíptico «efecto 2000», lanzado por la industria farmacéutica -que se está forrando aún más- o estamos todos con el culo al aire y no queda más remedio que seguir la táctica del «sálvese quien pueda».

A pesar de que preferiría la primera alternativa, mucho me temo que los tiros van por la segunda. Y por ello hay que lanzar alguna advertencia a la población. A saber: somos dados en exceso a compartir las enfermedades contagiosas. Esto es, que uno se levanta de la cama, se nota chungo, con el trancazo, afiebrado y mocoso y, en vez de quedarse quieto en casita, opta por salir a tomar el cafelito en el bar de la esquina, tosiendo y estornudando a diestra y siniestra. Eso está muy mal. Estése quieto, hombre. No nos interesa ser partícipes de su toxicidad. Evite esparcir los virus. Ya que los españoles nos partimos de risa cuando vemos a un japonés con mascarilla -los orientales no llevan bien lo de estornudarse los unos a los otros-, al menos utilicemos pañuelitos de papel o algo que contenga las virásicas excreciones. Si el panorama está fastidiado, pongamos algo de nuestra parte. Y que sea lo que Dios quiera.

0 comentarios