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Ecos del ejercicio de un derecho indiscutible: el del traslado…

Ecos del ejercicio de un derecho indiscutible: el del traslado…

«No venimos a hundir el Hospital Central, sino a mejorarlo», afirman los médicos

Los facultativos que se trasladan de la periferia al centro sanitario ovetense reivindican su cualificación
Argumentan que buena parte de los que se incorporan se formaron en el Central y pueden ser «un revulsivo»

Oviedo, Pablo ÁLVAREZ, para La Nueva España

El Hospital Central de Asturias no sufrirá cataclismo alguno, sino todo lo contrario: saldrá reforzado. Ésta es la tesis que sostienen algunos de los médicos que se incorporarán al complejo sanitario ovetense en virtud del concurso de traslados que acaba de ser ejecutado en la sanidad pública regional.

Frente a las voces que se han levantado proclamando el temor a que el buque insignia de la medicina asturiana se vea debilitado por la marcha de algunos médicos altamente cualificados, estos facultativos subrayan que también entre los que llegan figuran profesionales «bien formados, en la mejor etapa de su vida profesional y, además, muy ilusionados», señala Porfirio Fernández, hasta la fecha responsable del servicio de Pediatría del Hospital de Cangas del Narcea, donde ha ejercido a lo largo de los últimos doce años.

Ricardo Baldonedo, cirujano general del Hospital San Agustín de Avilés en los últimos diecinueve años, pone de relieve: «Estamos convencidos de que en tres o cuatro meses estaremos totalmente integrados y con el Hospital Central funcionando a plena satisfacción».

Los doctores Baldonedo y Fernández enfatizan una y otra vez: «No queremos entrar en conflicto con los médicos interinos, que son compañeros, en muchos casos amigos y en general excelentes profesionales». Sin embargo, sí quieren dejar claro que, a su juicio, «no se ajusta a la realidad el mensaje global de que llegamos al Hospital Central un grupo de médicos mediocres, al borde de la jubilación y que no tienen nada que aportar». Y apostillan que, de hecho, ambos se formaron en el complejo sanitario de Oviedo, al igual que los médicos que se han visto desplazados por no ser propietarios de las plazas que ocupaban.

El gijonés Porfirio Fernández no quiere esgrimir títulos. Pero entre sus colegas se considera relevante un currículum de un pediatra de 45 años, que completó su formación en Heidelberg (Alemania) durante dos años, que al retornar tuvo aceptar una plaza en el Hospital de Cangas del Narcea y que allí ha estado una docena de años, algunos de ellos como director médico y en los últimos tiempos como responsable de la especialidad.

Lo que el doctor Fernández no estima justo es que a él y a muchos otros médicos les tocara en su día irse a los hospitales periféricos por ser jóvenes y no poder acreditar antigüedad, y que ahora que han acumulado antigüedad «se nos diga que baremar según antigüedad es injusto».

Según Porfirio Fernández, «de Cangas venimos al Hospital Central tres médicos de distintas especialidades, dos de ellos responsables de servicio, y los tres venimos con una ilusión enorme y con ganas de hacer muchas cosas». Como argumento adicional, indica que el concurso de traslados llevará al Hospital Central a cuatro pediatras, tres de los cuales eran jefes de servicio en su hospital de procedencia: Gonzalo Solís, en Cabueñes; Enrique García, en el Álvarez-Buylla de Mieres, y el propio Porfirio Fernández.

A la vista de estos datos, el pediatra gijonés reitera su argumento de que, «sin ánimo de entrar en comparaciones absurdas», está persuadido de que «el Hospital Central no va a hundirse», sino que se verá beneficiado con la incorporación «de un buen grupo de médicos de entre 40 y 55 años que pueden ser un revulsivo».

Ricardo Baldonedo se remonta a 1989, cuando obtuvo mediante oposición el número 1 de un proceso selectivo al que concurrieron 25 cirujanos para sólo 4 plazas. Y destaca: «Fui el segundo cirujano de Asturias que operó con laparoscopia». «En el Hospital San Agustín he sido muy feliz y sólo puedo tener palabras de gratitud para todos mis compañeros», indica el doctor Baldonedo, de 55 años, delegado del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA) en el centro hospitalario avilesino.

Son tres los cirujanos generales que con el concurso de traslados han pasado del San Agustín al Hospital Central. «En los últimos diecinueve años no he tenido ni una sola opción de volver al hospital en el que me formé y creo que sería sumamente injusto criticar que ahora se nos dé esa oportunidad», comenta el doctor Baldonedo, quien admite que, no obstante, «los interinos tiene razón, y es muy cierto que la gestión de los recursos humanos en la sanidad asturiana es una calamidad desde hace años».

El cirujano se muestra convencido de que quienes lo sustituyan a él y a sus colegas en el Hospital San Agustín «lo harán magníficamente».

«Llegamos bien formados, en la mejor etapa de nuestra vida y muy ilusionados» Porfirio Fernández, Pediatra (Cangas del Narcea)

«Tras 19 años sin poder volver al Central es injusto que se nos critique por aprovechar la ocasión» Ricardo Baldonedo, Cirujano (Hospital San Agustín)

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