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Por ARTURO ROMÁN, en La Nueva España

Por ARTURO ROMÁN, en La Nueva España

En corto y por derecho

La FSA, con vistas a la huelga

Dicen las malas lenguas que desde hace días Javier Fernández, presidenciable socialista, desayuna con omeprazol. No es un amigo, es una pastillita para proteger el estómago. Primero pensaban que a lo mejor era por una cuestión de nervios, ya saben, que si viene Francisco Álvarez-Cascos, que si no. Luego, que a lo mejor estaba malito de úlcera, o algo así. Hasta que por fin explotó, verbalmente, claro, como hace él. Y es que todos, todos, todos los días desde hace varios, el secretario general de los socialistas y amigo del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tiene ante sus ojos una enorme pancarta, tamaño sábana, que le recuerda que el próximo 29 de septiembre hay huelga general. Y unas letras grandes, enormes, que le explican por qué es la huelga: porque la reforma laboral no crea empleo, porque la temporalidad es abusiva, porque se da más poder a los empresarios, por la congelación de las pensiones, por los recortes salariales y sociales... Vamos, por todo lo que está haciendo el Gobierno de su partido.

No es que se la hayan puesto para jorobar (bueno, a lo mejor también). Es que la fachada de la FSA y la de CC OO de Asturias, convocante de la huelga, están frente a frente. Y las ventanas del despacho de Javier Fernández dan a la calle Santa Teresa y miran hacia la fachada del sindicato vecino. Bueno, sus ventanas y otras. Así que es difícil que no vea la dichosa pancartita. Cuando entra, cuando sale, cuando quiere saber si llueve o hace sol... ¡¡Siempre!! A todas horas.

Dicen las mismas malas lenguas que en CC OO no pensaron inicialmente que su pancarta se convertiría en una tocadura de narices permanente. Pero, luego, algún avispado sindicalista dijo: «"Co...o", teníamos que habela colgao un pelín más pa la izquierda, pa que Javier pudiera vela mejor». ¡Qué mala leche!

En las filas socialistas, donde nadie se sale de la fila, el comentario es evidente: es la fachada de CC OO y el sindicato puede colgar lo que quiera. Pero ¿qué se dice dentro? Imagínense. No les queda omeprazol que tomar. Buen provecho.

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