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Alto y claro…

Alto y claro…

Cascos bloquea la apertura del HUCA pese a que la obra está lista

El anterior Ejecutivo levantó un acta notarial sobre la situación del complejo

La recepción de los trabajos roza el 100%

Foro suma 6 meses de inacción

18/12/2011, Pablo Zariquiegui, Oviedo, EN La Voz de Asturias

El Gobierno del Principado está retrasando la apertura del nuevo HUCA pese a que la obra civil está prácticamente terminada. De hecho, ya en marzo de este año, antes de la llegada de Foro Asturias al Ejecutivo autonómico, el nuevo complejo hospitalario estaba concluido a falta de algunos retoques. El Gobierno de coalición PSOE-IU levantó un acta notarial para dejar constancia del estado de las obras. El informe recoge en distintas fotografías la imagen real del hospital.

Este periódico ha podido saber que en aquella fecha, antes de la llegada de Foro el poder, estaba por concluir el salón de actos, el edificio administrativo y el cierre de los párkings. El nuevo Ejecutivo ha tenido ya casi seis meses para terminar de rematar el proyecto. Las imágenes que acompañan esta información revelan que, al menos, en apariencia, la obra civil está acabada.

De hecho, según diversas fuentes consultadas por LA VOZ, la certificación de obra, un requisito previo al pago a la empresa adjudicataria, estaba prácticamente al 100%. Los aplazamientos en los abonos, que existen, son debidos fundamentalmente a problemas administrativos relacionados con la transición entre gobiernos. Se da la circunstancia, curiosa, de que el nuevo Ejecutivo ha modificado el consejo de administración de Gispasa, sociedad promotora del proyecto, pero ha mantenido como gerente a Alfonso de Carlos, un gestor con un perfil mucho más técnico que político.

¿Por qué entonces se retrasa su apertura? José María Navia-Osorio, consejero de Sanidad, ha postergado la mudanza del viejo al nuevo hospital hasta el verano o el otoño de 2013. Con un hospital ya concluido parece un plazo demasiado largo. Navia-Osorio se escuda en que existen informes técnicos, del arquitecto de la obra, que revelan que la edificación no está concluida. El titular de Sanidad ha manifestado además que se han detectado deficiencias que tienen que ser subsanadas. Sin embargo, Navia-Osorio, hasta la fecha y pese a los requerimientos de la Junta General del Principado, no ha llevado al Parlamento autonómico los informes sobre las dificultades para terminar el proceso.

La Administración saliente había dejado además sobre la mesa un expediente abierto contra la UTE adjudicataria, integrada por Sacyr, San José y Sánchez y Lago, por entender que no había razones para demorar más la entrega de la obra civil. El actual Gobierno del Principado no ha echado mano de este expediente para imponer, en su caso, las sanciones derivadas del incumplimiento del contrato. Las multas que se preveían en el concurso de adjudicación del HUCA eran millonarias.

Distintos expertos consultados por este periódico subrayan que el estado de la obra civil no puede utilizarse pues como excusa para retrasar el traslado. Afirman de hecho que, si existiera voluntad política, la mudanza se podría acometer en este momento, o mejor aún, en verano, cuando desciende la presión asistencial. Claro que, antes, la Administración autonómica debería cumplir con algunos deberes pendientes. El anterior Ejecutivo dejó adjudicado buena parte del equipamiento tecnológico, incluida toda el área del cáncer.

Ni un papel El Gobierno de Álvarez-Cascos, sin embargo, y tal y como publicó este periódico, no ha movido en los primeros seis meses ni un papel. No ha realizado ninguna nueva adjudicación del equipamiento, pese a existir un compromiso plurianual, estimado en 90 millones de euros, recogido en un acuerdo del Consejo de Gobierno saliente que compromete como tal a la Administración de Cascos. Dos aspectos han contribuido a ralentizar todo el proceso de un proyecto que nunca le gustó a Cascos. El primero, pese a que la Administración lo niega, es la apresurada salida de Mario González, gerente del HUCA, de su puesto. Cabe recordar que Gispasa y las consejerías de Economía y Salud acordaron ceder el protagonismo de la mudanza al gerente del hospital. Mario González sería el encargado de pilotar la nave. Su fulminante destitución y la espera hasta la llegada del ingeniero gallego Juan José Pérez Blanco han retrasado más aún el proceso.

La segunda razón --la inacción-- es común a otras políticas del Ejecutivo, no sólo la sanitaria. Y es que se echa de menos que en el primer semestre de la nueva Administración no se haya avanzado más en el proceso. Los únicos comentarios del consejero de Sanidad han sido para criticar el, a su juicio, elevado coste del hospital y para apuntarse el tanto de que acometerá un importante ahorro tras una revisión de las partidas.

Navia-Osorio no echa bien la cuenta

El consejero de Sanidad eleva el coste del proyecto al incluir gasto corriente como inversión

18/12/2011, P. Zariquiegui, Oviedo, en La Voz ded Asturias

Es la pregunta del millón. ¿Cuánto costará realmente el nuevo hospital? Las últimas estimaciones del consejero de Sanidad, José María Navia-Osorio, realizadas en la Junta han provocado tanta sorpresa como extrañeza. ¿Cómo es posible que una obra civil con un coste de ejecución de 296 millones de euros acabe superando los 1.400? Para aportar algo de luz al tema LA VOZ ha consultado el acuerdo del consejo de gobierno de 4 de julio de 2005 sobre el contrato de arrendamiento operativo para el nuevo hospital.

Es el mismo documento que utiliza el titular de Sanidad para justificar que el nuevo HUCA costará 1.434 millones de euros. Pero el consejero o se confunde o se hace trampas. Lo primero que hay que aclarar son las distintas fuentes de financiación del proyecto. Son 90 millones del capital social del Gispasa, la empresa pública promotora, 72 que aportó el Gobierno de Zapatero, y 164 millones solicitados como préstamo al Banco Europeo de Inversiones (BEI) que ocasionan, claro está, intereses.

El segundo aspecto que conviene aclarar es el coste de adjudicación del proyecto. Licitado inicialmente en 266 millones de euros, la UTE ganadora del concurso estableció una rebaja hasta los 205 millones para hacerse con la adjudicación. La obra civil sufrió a lo largo del proyecto dos modificados, pactados con el Principado, que elevaron el coste hasta los 296 millones. Cabe recordar además que el contrato no recoge ni liquidación ni revisión por lo que el precio está atado, cerrado.

La divergencia ¿Dónde está la diferencia, de los 296 a los más de 1.400? El documento que utiliza Navia-Osorio recoge ciertamente, tal y como se observa en el gráfico, una cantidad estimada -y hay que recalcar lo de estimada, porque establece también que es posible reducir el gasto- de 1.434 millones a pagar entre 2005 y 2035. Lo que no dice el titular de Sanidad, sin embargo, es que menos del 20% del coste estimado es imputable a la inversión en la obra, esto es, a la construcción del nuevo HUCA. El resto, y esto es lo que calla el consejero, lo conforma el gasto corriente.

Según el contrato de arrendamiento, que suscriben el Principado y Gispasa, al que ha tenido acceso LA VOZ, se incluyen dentro de los 1.400 millones aspectos como la asistencia técnica no sanitaria, el mantenimiento de los edificios e instalaciones técnicas, la gestión de suministros de electricidad, gas, gas-oil, agua, alcantarillado y comunicaciones, la gestión de residuos, la limpieza integral de los edificios, el control de plagas, el servicio integral de seguridad y la conservación de viales y jardines del complejo hospitalario.

Todas estas variables, que el consejero imputa para elevar el coste del nuevo hospital, son realmente atribuibles al gasto corriente. Dicho de forma más clara: es un gasto que ya se está pagando en el actual complejo y que pasará a abonarse en el nuevo cuando cierre el viejo HUCA. Cabe recordar en este sentido que el mantenimiento y la gestión diaria del presente hospital cuesta anualmente cerca de 400 millones de euros al Servicio de Salud.

Hecha esta salvedad, cabe preguntarse cuál es el coste real del nuevo centro. Responder a la pregunta no es sencillo puesto que hay que utilizar siempre valores estimados. Y es que el contrato de arrendamiento operativo es una previsión y obliga a su revisión para acomodarla a la realidad de los concursos que vaya adjudicando Gispasa. El consejero se apunta así tantos, ahorros estimados millonarios, que estaban ya previstos en el propio documento de arrendamiento del complejo. A modo de ejemplo, Gispasa calcula una cantidad de gasto para jardinería pero, a la hora de adjudicar el contrato, como es habitual en estos procedimientos derivados de la propia competencia, conseguirá un precio siempre más bajo. Las cuentas realizadas por este periódico distan mucho de las que hace el consejero. El coste aproximado de inversión en la obra civil del hospital, incluyendo la devolución de los 164 millones de préstamo en 29 años, elevarían el precio final de la edificación del hospital hasta los 432 millones de euros. Hay que recordar que el préstamo BEI, a tipo de interés euríbor sin margen, conllevaba ocho años de carencia y un plazo máximo de devolución de 28 años.

Los 1.004 millones restantes hasta llegar a los más de 1.400 para este mismo periodo de 29 años forman parte de la cuota variable, esto es, del gasto corriente, que ya se realiza en distintos servicios del HUCA actual.

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