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25-S: La desinformación y la incertidumbre en los medios tradicionales envuelven una convocatoria que está clara en las redes sociales…

25-S: La desinformación y la incertidumbre en los medios tradicionales envuelven una convocatoria que está clara en las redes sociales…

Así son quienes hoy rodearán el Congreso de los Diputados

Desencantados militantes de partidos de izquierda, sindicalistas decepcionados con las cúpulas de las organizaciones tradicionales y activistas del 15-M intentarán demostrar hoy que, como en Portugal, la presión de la calle puede hacer recular a los Gobiernos

ELENA HERRERA, Madrid, 25/09/2012, en Público.es

La llamada a ocupar simbólicamente el Congreso de los Diputados empezó a gestarse en pleno verano en los muros de Facebook y los buzones de correo electrónico de un grupo reducido de personas hartas de que fueran "siempre los mismos" los que tomaban las decisiones. Nadie sabía muy bien quiénes eran, algo que no tardaron en aprovechar la derecha mediática y algunos políticos conservadores para intoxicar la convocatoria.

La plataforma ¡En Pie!, absolutamente desconocida hasta la fecha, era la promotora de un manifiesto que llamaba a concentrarse en las inmediaciones del Congreso hasta conseguir la dimisión del Gobierno, la disolución de las Cortes y de la Jefatura del Estado y la iniciación después de un proceso de transición hacia un nuevo modelo de organización política, económica y social bajo el paraguas de una nueva Constitución.

Personas vinculadas al 15-M de Madrid irrumpieron entonces en escena. Compartían parte del fondo de la convocatoria, pero en ningún caso las formas. Criticaron su falta de transparencia, horizontalidad e inclusividad, conceptos considerados sagrados en las redes del movimiento de los indignados. Tampoco les convencía la idea de "forzar un proceso constituyente". Y decidieron crear una coordinadora –integrada principalmente por asambleas y colectivos ligados al 15-M– para "abrir" la convocatoria a la calle.

Tras semanas de tiranteces, integrantes de los dos grupos admiten ahora que entre ambos hay algunos matices ideológicos que han intentado "dejar en casa" para salir "juntos" a la calle. En este tiempo también se han depurado los objetivos de la protesta y se ha empezado a hablar de "seguir profundizando en el proceso democrático desde la sociedad civil", una especie de eufemismo bajo el que realmente se quiere decir que al 25-M, como movimiento social, no le corresponde hacer una nueva Constitución, sino "poner el debate en la calle" sobre la necesidad de otro marco legal.

El núcleo duro de la plataforma lo componen antiguos militantes de partidos de izquierda –principalmente del PCE o IU–, afiliados a los sindicatos de clase desencantados con sus cúpulas o simpatizantes del SAT, la organización que lidera Juan Manuel Sánchez Gordillo y cuyas expropiaciones de alimentos en supermercados durante el pasado verano coparon un gran protagonismo mediático. Su forma de proceder también recuerda más a la manera de organizarse de los partidos clásicos. Aunque no hay líderes, las decisiones sí se toman en reuniones que suelen ser a puerta cerrada.

Admiten mantener contactos con partidos y organizaciones de trabajadores. De hecho, según asegura Antonio López, uno de sus integrantes, el objetivo de la plataforma es "contactar con las fuerzas políticas, sociales y sindicales para convocar un foro de debate" tras el 25-S.

La coordinadora, por otro lado, es más cercana a la forma de hacer política del 15-M. Está integrada por activistas que llevan años moviéndose en los movimientos sociales alternativos de la capital y por personas que se acercaron a las plazas al calor de las protestas de mayo de 2011. Apuestan por el asambleísmo puro para la toma de decisiones y cuelgan en su página web las actas de todas sus reuniones. Defienden el lenguaje inclusivo y la horizontalidad. Creen en la política, pero no tal y como se desarrolla en la actualidad. "No buscamos el contacto con los grupos parlamentarios, en todo caso con las fuerzas sociales y sindicales de base", señala Salomé, que prefiere no dar su apellido."La coordinadora no es antipolítica ni antipolíticos. Cualquier ciudadano es bienvenido el 25-S, también los políticos serios y con buen hacer", añade Pablo Cevas, que participa en las labores de difusión de la convocatoria.

De hecho, hay formaciones políticas como Equo, el Partido Comunista de España (PCE) o Izquierda Anticapitalista, que han respaldado con más o menos ahínco la convocatoria. Entre las fuerzas parlamentarias, esta movilización genera muchas reservas. Los diputados están en el punto de mira de los manifestantes. Y lo saben. Según han informado a este diario desde los diferentes gabinetes, los parlamentarios seguirán hoy su trabajo habitual. Participarán en las comisiones y en el pleno. La dirección de comunicación de la Cámara ha enviado un escueto email a todos los trabajadores del Congreso en el que se les recuerda que será "necesario" llevar consigo la acreditación personal para "evitar dificultades de acceso". No hay ninguna instrucción más.

También seguirán con su trabajo habitual los diputados del partido que sustenta al Gobierno. Aunque el PP, por boca de algunos de sus dirigentes, no ha escatimado en intentos de criminalizar la convocatoria. La última fue la número dos, María Dolores de Cospedal, que comparó la jornada de movilizaciones prevista para hoy con el intento de golpe de Estado del coronel Tejero el 23 de febrero de 1981.

Fuentes del grupo parlamentario socialista aseguran, asimismo, que el partido no ha dado ninguna directriz a sus diputados. Ayer, la vicesecretaria general y parlamentaria Elena Valenciano recordó que "es la expresión de la soberanía popular la que sienta a los diputados en sus escaños". Su jefe de filas, Alfredo Pérez Rubalcaba, se había expresado con más claridad unas horas antes en una entrevista en la Cadena Ser: "No estoy de acuerdo. Hay una legalidad que cumplir", dijo sobre la convocatoria.

En las formaciones a la izquierda del PSOE se destila respeto hacia la convocatoria. Cuando el 25-S era un embrión del que poco se sabía, Gaspar Llamazares ya anunció que ese día estaría "con los ciudadanos" para expresar su opinión a favor de un cambio en la "política económica". El pasado viernes el coordinador federal, Cayo Lara, dijo que el Gobierno debería ver "con normalidad" el 25-S y no resolverlo por la vía de la represión. Según fuentes del grupo, que los diputados de La Izquierda Plural acudan a recibir o no a los manifestantes, dependerá de cómo se desarrolle la jornada.

Las cartas ya están sobre la mesa. Aunque en un principio la toma simbólica del Congreso se planteó como un órdago a las instituciones, la convocatoria es también una buena oportunidad para que el 15-M y los movimientos sociales que están en su órbita hagan una nueva demostración de fuerza y revelen si, tal y como ha ocurrido en Portugal, la presión de la calle puede hacer recular a los Gobiernos.

El Congreso se blinda ante las marchas de “desobediencia civil” del 25S

Casi 1.400 policías han sido movilizados ante la propuesta de rodear el Congreso

Los diputados han sido avisados para que vayan bien identificados

El País, Madrid.

El Congreso de los Diputados ha sido blindado por la policía Nacional ante la convocatoria de la protesta ciudadana Rodea el Congreso, que pretende cercar este martes la sede legislativa de la Carrera de San Jerónimo de Madrid durante la celebración del pleno por la tarde. Los convocantes, que demandan un nuevo proceso constituyente, han llamado a participar en tres marchas simultáneas que confluirán en la Puerta del Sol, Neptuno y Cibeles hacia las 17.30. Los portavoces de las dos organizaciones convocantes de la protesta, la Coordinadora 25S y la plataforma ¡En Pie!, han dejado claro que no tienen intención de ocupar el Congreso, sino "solo rodearlo y andar alrededor".

Desde estos tres puntos intentarán llegar a pie hasta la Cámara baja, aunque se encontrarán en el camino con hasta tres "anillos" o filtros de seguridad desplegados por la Policía en un perímetro de 500 metros. Casi 1.500 agentes antidisturbios han sido movilizados y están apostados en las inmediaciones del Congreso, junto al que se han montado varias empalizadas de seguridad.

La Secretaría General del Congreso ha enviado una instrucción a los diputados y al personal de la casa aconsejándoles que este martes vayan correctamente identificados para poder acceder a sus instalaciones. "Nos llega un correo para que mañana los diputados no nos olvidemos de la acreditación. No dice nada de dónde llevarla", ha bromeado en Twitter el diputado de Izquierda Unida por Asturias, Gaspar Llamazares, al recibir la comunicación de los servicios de la cámara.

La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha advertido de que no se va a permitir "bajo ningún concepto" que "se rodee o que se tome" el Congreso porque "eso sería delito". En cualquier caso, la Delegación del Gobierno en Madrid ha autorizado varias concentraciones, reuniones y marchas, así como una "asamblea general", pero siempre a cierta distancia de la Cámara.

Para burlar el cerco policial, algunos activistas han propuesto en Internet una alternativa para alcanzar la Carrera de San Jerónimo acogiéndose al artículo 29 de la Constitución que proclama el derecho de petición. El plan consistiría en que algunos ciudadanos intentaran acceder al Registro del Congreso para presentar propuestas ante la Comisión de Peticiones de la Cámara, una posibilidad a la que tienen derecho todas las personas. Es lo que denominan "ocupar burocráticamente" la sede legislativa.

El presidente de la Comisión de Peticiones, Gabino Puche, ha dicho a Efe que el órgano atenderá, como siempre, todas las peticiones que se cursen debidamente, aunque tiene reservas sobre las que lleguen mañana porque parecen parte de un "montaje" para "colapsar" el registro de la Cámara.

De forma paralela, una de las plataformas convocantes ha publicado en la red un manual de tácticas de resistencia a la Policía, que aconseja sentarse en el suelo si se sienten cercados o ponerse de rodillas con las manos en la nuca para conseguir imágenes más impactantes en los medios de comunicación.

Quienes también pueden tener dificultades para acceder al Congreso serán los propios diputados, a quienes la Dirección de Comunicación de la Cámara ha enviado un correo electrónico aconsejándoles que mañana lleven consigo el carné que les acredita como parlamentarios.

El presidente del Congreso, Jesús Posada, ha expresado su confianza en que los diputados puedan trabajar con "normalidad" aunque ha recordado a los manifestantes que el Parlamento es "inviolable" y que sus deliberaciones "no pueden verse interrumpidas ni presionadas por presiones externas".

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