70.000 manifestantes ponen el punto y seguido a la lucha en Madrid en defensa de la Sanidad Pública
La 'marea blanca' cierra su segunda jornada de huelga con una masiva manifestación en el centro de Madrid
El personal sanitario de toda la comunidad inunda las calles, por segunda vez, para pedir la retirada de las nuevas medidas privatizadoras del Gobierno regional
PAULA DÍAZ, Madrid, en Público.es
Con gritos de "Pública, pública" y "Sí se puede", miles de personas han inundado esta tarde el centro de Madrid para protestar contra la privatización del sistema de salud que, según los trabajadores, pretende instalar el Gobierno de la Comunidad. Esta masiva marea blanca a la que acudieron unas 70.000 personas, según los sindicatos convocantes (SATSE, CCOO, UGT, AMYTS, CSIT, CSIF, USAE), puso el broche final a la segunda jornada de huelga del personal sanitario de la región.
Además del 85% de seguimiento del paro -sólo un 26%, según la Consejería de Sanidad-, los trabajadores de los hospitales y centros de salud salieron a la calle, por segunda vez este mes, para exigir al Ejecutivo de Ignacio González que retire el Plan para la sostenibilidad del sistema sanitario público anunciado el pasado 31 de octubre.
Aunque la orquesta Solfónica del 15-M y una batukada amenizaron la marcha, las declaraciones del presidente de la Comunidad, esta mañana, asegurando que "no hay marcha atrás" con respecto a la "externalización de servicios" en seis hospitales públicos y en 27 centros de atención primaria -informa Europa Press-, sólo consiguieron enfurecer más a trabajadores y pacientes. "Ignacio, capullo, lo público no es tuyo", corearon algunos. "Ya lo ha dicho el rey, la privada es un taller", ironizaron otros, recordando que el monarca se ha operado en un hospital privado.
Tampoco ayudó a calmar los ánimos la orden de la Consejería en la que se instaba al personal de los centros a retirar los carteles que denunciaban la "venta" de la sanidad pública. Por si los ciudadanos aún no los habían visto, los trabajadores los sacaron esta tarde a la calle. "La sanidad pública no se vende; se defiende", "No recortes las manos que te curan" o "Los recortes en sanidad aumentan la mortalidad", fueron algunos de ellos.
Los médicos, enfermeros, auxiliares, técnicos y personal no sanitario acudieron a la manifestación ataviados con batas blancas, camisetas serigrafiadas con sus lemas tradicionales, con cofias como las de algunos uniformes de centros privados y hasta con algún crespón negro, en señal de luto por la "muerte" de la sanidad pública. Muchos pacientes también apoyaron su movilización: "Nosotros también queremos cuidaros", expresaba una ciudadana en su pancarta.
"Que devuelvan el dinero que ya está en las clínicas privadas a las públicas", exigió María Luisa Escolar, de 66 años y miembro del grupo de mayores del 15-M. "Yo tuve que hacerme las pruebas de alergia al gluten, para lo que se necesita un análisis de ADN; tuvieron que derivarme al hospital de Puerta del Hierro [uno de los primeros en implantar la gestión privada en la comunidad] y pretendían cobrarme por ello", denunció. "Y en lugar de dar marcha atrás, todavía lo van a empeorar", lamentó.
Además, Marisa -como le gusta que la llamen- cuenta también cómo le están afectando los recortes de la ministra Ana Mato y su medicamentazo. "Tengo fibromialgia y necesito unas vitaminas que me cuestan 80 euros al mes", aseguró. Su compañera yayoflauta Esther Licona, de 60 años, tampoco se fía de las medidas del Ministerio: "dicen que los jubilados sólo pagan 18 euros en las farmacias, pero mi madre, de 89 años, se pasa de esa cantidad todos los meses y aún no se lo han devuelto", explicó. "Somos pacientes con cada vez menos paciencia", bromeó.
7.000 puestos de trabajo menos
A nivel regional, las medidas de la Comunidad supondrán, según los sindicatos, la pérdida de 7.000 puestos de trabajo. Aun así, y pese al recorte de sueldo que supone secundar tantas jornadas de huelga (algunos de ellas pararán de forma indefinida), los sanitarios insisten en que no están defendiendo sus puestos, sino "algo que es de todos para todos".
"Nos han rebajado el sueldo un 35% en los últimos años, ya no tenemos extra ni los seis días de libre disposición que teníamos antes y no hemos hecho huelga hasta ahora que no queremos ser comprados por Capio o Ribera Salud ni que la calidad de la atención se vea afectada", detalló Marisol Martín, enfermera del hospital Intanta Sofía de San Sebastián de los Reyes, uno de los seis centros afectados de forma directa por el Plan de González.
"Lo que vamos a perder en cuatro días no lo recuperaremos en 50 años", aventuró, por su parte, María José Zabalegui, efermera del Carlos III de Madrid. Su hospital, especializado en enfermedades infecciosas se convertirá, si la Consejería no da marcha atrás, en un centro de media y larga estancia. "No nos negamos a aceptar nuevos pacientes, pero no queremos que nos quiten lo que ya tenemos", detalló. Por ese mismo motivo y por que "la sanidad de todos no se convierta en la sanidad para cuatro ricos", Irene Bregón, neuróloga en el mismo hospital, está dispuesta a "no cobrar este mes". "A los médicos nos quitan entre 70 y 100 euros al día por secundar los paros, pero pienso apoyar la huelga indefinida y no por mí, sino por todos", sentenció.
Eduardo Vicente, técnico "indignado" de laboratorio en el hospital de Fuenlabrada detalló los problemas que causará la centralización de este servicio, ahora establecido en todos los hospitales, en sólo cuatro centros para toda la comunidad. "La inmediatez de la comunicación entre el médico y el técnico, a la hora de pedir más detalles en las pruebas, ya no existirá y, probablemente, se tendrá que repetir la recogida de muestras en muchas ocasiones", explicó. "Además, esto ya lo han hecho en los seis hospitales nuevos que ya tienen gestión privada y no se ha demostrado que sea una práctica rentable, sino todo lo contrario", añadió.
En los centros de salud de atención primaria tampoco han empezado a flaquear las fuerzas. Después de su primera noche blanca masiva, los trabajadores del centro de salud Luis Vives de Alcalá de Henares o Las Cortes y Villamil, de Madrid, entre otros muchos, acudieron también a la manifestación. Algunos solicitaban la retirada de la Ley 15/97, la primera que abrió la puerta a los actuales centros públicos de gestión privada. Otros, en cambio, acudieron a la marcha para poner el parche antes de la herida. "Ahora aún no sabemos cuáles son los 27 centros que quieren privatizar, pero antes de finales de 2013, no quedará uno público", auguró Rosa Sánchez, médico del Luis Vives. "Queremos recordar que ésta no es una huelga política, sino contra el negocio que pretenden montar con la sanidad", insistió su compañero Rafael Peiró. "Nuestros pacientes entienden que estemos de huelga, porque no quieren que les cambien a sus médicos de toda la vida", concluyó el doctor.
La 'marea blanca' sanitaria pone entre las cuerdas al delfín de Esperanza Aguirre
Miles de trabajadores y usuarios de la sanidad pública, 70.000 según los convocantes, se han manifestado este martes contra las medidas del Gobierno de Ignacio González para exigir la retirada del plan de privatización y desmantelamiento del sistema sanitario que supone la desaparición de 27 categorías laborales, recortes de plantilla estimados en más de 7.000 puestos de trabajo.
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Esta marcha, a la que muchos de los participantes han acudido ataviados con la bata blanca que caracteriza a los facultativos y personal sanitario, es el colofón de la segunda jornada de huelga sanitaria convocada por los sindicatos presentes en la Mesa Sectorial (CC.OO., UGT, AMYTS, CSIT Unión Profesional, USAE y SATSE). También han respaldado la convocatoria plataformas en defensa de la Sanidad Pública, Afem (que mantiene una convocatoria de huelga indefinida para facultativos) y diversas asociaciones de vecinos.
La manifestación, a golpe de silbato, se ha iniciado en la Plaza de Neptuno y lentamente se ha ido dirigiendo hacia la Plaza de Cibeles, donde a las 19.00 horas comenzaba a subir la calle Alcalá hacia la Puerta del Sol (a la que ha llegado la cabecera pasada las 19.30 horas), cortando las vías colindantes como el Paseo del Prado dirección Atocha y dirección Plaza de Colón. También se ha cortado el tráfico en el trayecto de Alcalá por Puerta de Sol y entre Cibeles y la Plaza de la Independencia durante el desarrollo de la marcha.
La cabecera la conforman los sindicatos convocantes bajo el lema 'La sanidad pública no se vende, se defiende' y los cánticos más coreados al inicio de la marcha son 'Sanidad pública', 'No nos mires, únete', 'Lasquetty pinocho', 'Salvan a los bancos, cierran hospitales' y 'Sí se puede' en referencia a la retirada de las medidas.
Además, una vez que el grueso de la marcha ha llegado a Sol y cuando se procedía a la lectura del manifiesto de cierre, se han escuchado gritos de dimisión contra el presidente del Gobierno regional, Ignacio González, y 'fuera, fuera' al divisar la sede del Ejecutivo autonómico.
Los carteles mayoritarios que portan los manifestantes son el compuesto por 'Sanidad se vende' emulando los anuncios de venta y alquiler de pisos, 'Roban la sanidad', 'No a los recortes', 'Defiende tu salud', 'Salud pública', 'Con la sanidad del PP al cielo pronto iré'. También se han visto los 'habituales' ataúdes con el lema 'RIP Sanidad Pública' y carteles emulando las cajetillas de tabaco con el lema 'Los recortes matan'.
En la marcha también aparecen pancartas con el lugar de procedencia o centro de trabajo de los manifestantes. Al inicio de la misma, se pudo apreciar la del Hospital 12 de Octubre, la del Hospital Severo Ochoa, de Leganés, la del Instituto de Cardiología o del Hospital Santa Cristina, entre otros. También aparecen pancartas que representan a los centros de salud de la región y otras de diverso índole como el caso de una que señalaba 'Laboratorios del Marañón en peligro'.
MANIFIESTO EN DEFENSA DE LA SANIDAD PÚBLICA
Sobre las 19.45 horas se ha procedido a la lectura de un manifiesto conjunto, leído por varios oradores, donde se ha exigido la retirada del "mal llamado" plan de sostenibilidad del sistema sanitario, que a juicio de los convocantes de la marcha supone la desaparición de 27 categorías laborales y recortes de plantilla en los centros sanitarios estimados en más de 7.000 puestos de trabajo. Además, constata el éxito de la huelga sanitaria en la que han participado 25.000 profesionales.
Además, el manifiesto remarca que "no es cierto" que la externalización de los seis hospitales nuevos y del 10 por ciento de los centros de salud garantice el carácter público del sistema sanitario porque supone que "empresas privadas" que persiguen "el beneficio y el dividendo empresarial" gestionen los recursos habilitados por el presupuesto regional. "Nuestro dinero no será su beneficio", incluye el manifiesto leído ante los manifestantes.
También recoge el rechazo a los planes de especialización del Hospital de la Princesa y el Carlos III y que el conjunto de medidas sanitarias supondrá una reducción de la atención sanitaria acutal y una "agresión" al sistema sanitario público. En consecuencia, se exige la retirada de estas reformas y la reelaboración de los presupuestos regionales "eminentemente públicos" en materia sanitaria.
PONEN A LOS PROFESIONALES A LOS "PIES DE LOS CABALLOS"
Por su parte, los secretarios generales de CC.OO y UGT, Javier López y Ricardo Martínez, han estado presente en la cabecera de la manifestación y han manifestado que el Gobierno regional, a la vista del respaldo que están teniendo las manifestaciones contra sus medidas sanitarias, no va a tener más opción que "retirarlas" y sentarse a negociar reformas de consenso con los agentes implicados.
En este sentido, López ha dicho que estas medidas suponen "poner a los pies de los caballos" a los profesionales y usuarios de la sanidad mientras que Martínez ha recalcado que los planes del Ejecutivo regional generarán situaciones "muy graves" para las personas más desfavorecidas si se llevan a cabo.
Por otro lado y a modo de conclusión de la manifestación, se ha invitado a los asistentes a secundar la manifestación que realizará el jueves Afem y participar el día 5 de diciembre, momento en el que se inicia la tramitación de los presupuestos, en una concentración frente a la Asamblea de Madrid para reivindicar la defensa del sistema sanitario público.
Madrid reafirma su plan privatizador tras la masiva protesta en sanidad
El presidente de la Comunidad afirma que no dará marcha atrás
La atención primaria lidera las movilizaciones contra la consejería
Emilio de Benito / Tono Calleja, Madrid, en El País.
Ni dos días de huelga, ni la opinión unánime de la oposición ni la nutrida manifestación que recorrió ayer el centro de Madrid van a hacer que la comunidad dé marcha atrás a sus planes de privatización de la gestión de seis hospitales y 27 centros de salud. El presidente de la Comunidad, Ignacio González, dejó ayer claro que no renunciará al plan aunque los sindicatos “amenacen” con prolongar el paro, que está siendo masivo y prácticamente ha vaciado los ambulatorios.
El Ejecutivo “no tiene ningún plan de acoso, ni de derribo contra nada”, dijo. Sindicatos, trabajadores y oposición cometen “una irresponsabilidad” cuando “mienten” a los ciudadanos, continuó. “Nadie está privatizando la sanidad, es falso de toda falsedad (...) La sanidad va a seguir siendo universal y gratuita y de la máxima calidad”. Y añadió: “Se trata de mantener en funcionamiento los servicios públicos extraordinarios que se han construido en los años de bonanza” y que ahora corren peligro por la crisis.
Es el único que lo piensa. Los portavoces del Parlamento regional criticaron ayer el inmovilismo del Gobierno, que solo ha rectificado su plan de desmantelar el hospital de la Princesa para convertirlo en un centro para atender a personas mayores.
Se aferra González a que los ciudadanos no deben notar ningún cambio porque sean empresas privadas las que gestionen la sanidad y en que, de acuerdo con el vídeo que sacó el lunes el PP, seguirá siendo suficiente con la tarjeta sanitaria para tener derecho a la asistencia sanitaria (no ya a las recetas, para las que se prevé un copago de un euro). Por eso se niega a llamar privatización a que el servicio lo presten empresas que obtendrán un posible beneficio de esta atención. Sus argumentos no convencieron a los manifestantes ni a los huelguistas.
La protesta fue rotunda en primaria; el apoyo a la huelga estuvo por encima del 90%. Ese es el resultado de la prospección que realizó este periódico en casi una veintena de centros de salud de Madrid, Móstoles, Alcorcón, Fuenlabrada y Torrejón de Ardoz. Los datos hechos públicos por los empleados de los diferentes centros sanitarios se asemejan a los aportados por los sindicatos del ramo.
Por ejemplo, la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (AFEM) cifró en un 87% el seguimiento medio del primer día de huelga en los centros de primaria. Este porcentaje se mantuvo ayer con pequeñas variaciones. Por el contrario, la Comunidad de Madrid rebajó el porcentaje de huelguistas al 27,41% en Atención Primaria en el turno de mañana; y del 37,62% por la tarde. Además de la huelga, trabajadores de cerca de más de 150 centros de salud de la Comunidad de Madrid habían realizado durante la noche anterior encierros, bajo el lema Noche Blanca.
Los pacientes, principales perjudicados, oscilaban entre la compresión y la protesta. Por ejemplo, en el centro de salud Rosa Luxemburgo (San Sebastián de los Reyes), solo dos médicos de los 30 trabajadores acudieron a su puesto de trabajo. En el centro se llegaron a crear colas frente al mostrador a pesar de que es el segundo día de huelga. “Es normal que estén luchando por la sanidad. Es la de todos”, decía una señora en la cola. Otros no estaban tan de acuerdo. Y exigían que les atendieran. “Algunos nos apoyan de palabra, pero si les duele algo quieren pasar a consulta”, aseguró un trabajador.
En la manifestación de ayer no había dudas. “Este es el nuevo tratamiento: cura sana culito de rana, si no pagas hoy, pagarás mañana”, fue una de las proclamas más repetidas. No era solo personal sanitario. También había pacientes y sus familias. Paloma Martínez era una de ellas. “Tenemos un caso de cáncer en la familia. Los resultados de las últimas pruebas tardaron en llegar cuatro meses y el cáncer se había reproducido”, dice. “La atención médica es inmejorable, pero no puede ser que se produzcan estas demoras”, se quejó.
Los trabajadores del hospital Gregorio Marañón encabezaban la protesta. Muchos empleados de este hospital se vistieron con sus batas o con sábanas de las camas, como si fueran fantasmas. El color predominante fue el blanco, pero los más jóvenes reconocieron ver su futuro “muy negro”. “No veo posibilidades de trabajo. Así que me tendré que ir fuera de Madrid o de España”, se lamentaba Marta Jiménez, de 30 años y médico residente en el servicio de Cirugía Torácica del hospital de La Princesa.
“¿Por qué los políticos vienen a la pública cuando tienen algo grave?”, se preguntaba Carmen Ignacio, enfermera del Gregorio Marañón desde hace 33 años. La respuesta, en su opinión, es porque “funciona estupendamente”. “Este plan va a degenerar en una premisa: o te gastas el dinero o te mueres”, añadió crudamente Mariam Jiménez, también enfermera. “Se va a perder la asistencia sanitaria de calidad”, subrayaba.
El temor compartido es que la gestión privada haga caer la calidad de la sanidad. Rian Villaseñor, de 30 años, sabe que ese miedo no es infundado. Esta enfermera trabajó hasta el pasado septiembre, cuando la despidieron, en el hospital de La Princesa; antes ejerció en una clínica privada, en la que asegura que atendía “al doble de pacientes”. “Y no los atiendes igual”, puntualiza.
Jaime García es técnico de Radiología. Lleva 10 años trabajando de noche en el Gregorio Marañón, pero antes trabajó 15 en un hospital de gestión privada. “No funciona, hay enfermos que no les interesa tratar porque son muy caros”, decía entre cánticos a favor de la sanidad pública. “Todos somos conscientes de que hay que recortar, pero no en Salud. Si hubiesen consultado al colectivo, probablemente les hubieran dado muchas ideas”, afirma.
Si, como decía el portavoz de UPyD, Luis de Velasco, no había datos para asegurar que la gestión en manos privadas sea más efectiva, el debate recibió nuevos alientos con un trabajo de la revista Journal of Health Policy, Politics and Law. En él, los autores, de la Universidad de Duke, afirman que “aunque los efectos variarán dependiendo de la forma de la financiación privada”, ellos concluyen que “es más fácil” que esta “perjudique que beneficie a los sistemas públicos”.
Lo que parece claro es que Madrid ha adoptado un camino que ya inició la Comunidad Valenciana y hacia el que se dirige también Castilla-La Mancha, aunque la protesta en Madrid, por unitaria, esté siendo la más visible. Lo que no es tan evidente es su ahorro.
La Federación de Asociaciones de Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) insiste en que, según sus cálculos, el modelo de gestión privada encarece a medio y largo plazo la atención en más del 25%. Para calcularlo, la FADSP ha dividido el presupuesto de cada centro por el número de camas y el resultado es que, por ejemplo, la plaza de un centro privado como el Infanta Leonor cuesta más de 500.000 euros al año, mientras que el más caro de los públicos, el del Clínico, está en 337.000.
A las 19.30, la cabecera de la manifestación llegó a Sol, donde una pancarta resumía el malestar ciudadano: “No enferméis por encima de vuestras posibilidades”.
Con información de Elena Sevillano, Alejandra Agudo, Leyre Pejenaute y Maria Comes.
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