Es la primera modificación de la EDO de los últimos 16 años. También se crea un nuevo Sistema de Información de Enfermedades Raras (SIERA)
La fiebre del conejo, nueva dolencia de declaración obligatoria
Asturias crea el Registro de Enfermedades Raras e incorpora cuatro nuevos trastornos que deberán conocer los médicos
Foto: Ulcera producida por la tularemia.
02.05.2013 - L. FONSECA, GIJÓN, en El Comercio.
Se diagnosticó por vez primera hace ya más de cien años, en 1911, en un brote que tuvo lugar en California, en Estados Unidos, pero en España la bacteria 'francisella tularensis' no fue conocida hasta que el 30 de diciembre de 1977 se tuvo constancia del primer enfermo. Aunque se denomina 'tularemia', popularmente se la conoce como fiebre de los conejos, una enfermedad infecciosa que puede afectar a los humanos y que ahora pasará a formar parte del listado de enfermedades de declaración obligatoria del Principado. La Consejería de Sanidad ha decidido incluir esta dolencia dentro del Sistema de Vigilancia Epidemiológica (SIVE) en el que se encuentran integradas patologías como la gripe, el sida o el sarampión, entre otras muchas. Junto a esta ampliación del número de trastornos que deben ser declarados y notificados, el Principado también acordó crear un nuevo Sistema de Información de Enfermedades Raras (Siera) para aquellas dolencias de baja prevalencia pero que en Asturias ya cuentan con un nutrido grupo de afectados.
Volviendo a la tularemia, se trata de un trastorno infeccioso transmisible a los humanos, y producido por una bacteria. Afecta a las personas cuando éstas entran en contacto con los tejidos de un animal muerto que la padece. Los síntomas se manifiestan con rapidez en forma de úlceras cutáneas, dificultad respiratoria, dolores de cabeza y musculares e inflamación de los ganglios linfáticos. La vía de contagio se genera en la manipulación de las liebres muertas u otros animales silvestres, como el conejo.
Junto a la tularemia habrá otras dolencias que pese a su baja prevalencia (cinco casos por cada cien mil habitantes) tendrán que ser conocidas y reconocidas por los médicos del sistema sanitario público. Son las llamadas enfermedades raras. Por vez primera vez en los últimos 16 años, el Principado ha decidido modificar y ampliar la lista de patologías cuya declaración es de obligado cumplimiento. Sanidad considera que desde el decreto del 30 de octubre de 1997, por el que se constituye el Sistema de Vigilancia Epidemiológica (SIVE), «la situación ha cambiado considerablemente, desempeñando en la actualidad un mayor papel las enfermedades crónicas de origen no trasmisible». Las enfermedades raras y los defectos congénitos se incorporan a las ya tradicionales dolencias de declaración obligatoria. También las infecciones de origen hospitalario que los centros sanitarios tendrán que comunicar y registrar de forma habitual, algo que ahora no ocurre. Asimismo y para mantener un mejor control sobre procesos emergentes a nivel regional e internacional se incorporarán también las encefalopatías espongiformes humanas (la vinculada al 'mal de las vacas locas') y la tularemia.
Según explica la Dirección Genral de Salud Pública, el nuevo Sistema de Información de Enfermedades Raras (Siera) cubrirá las necesidades de información epidemiológica sobre patologías raras, proporcionando datos sobre la incidencia y prevalencia de las mismas. Se incluyen también las anomalías congénitas. Asimismo, se podrán comparar indicadores con otros territorios favoreciendo la elaboración y evaluación de actividades preventivas.
El Siera se coordinará con el registro nacional dependiente del Instituto de Investigación de Enfermedades Raras del Instituto de Salud Carlos III.
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