Favoritismos y politización por la libre designación más corporativismo sindical coctel explosivo enemigo de la profesionalidad y, sobre todo, del trabajo en equipo.

Destitución de la Jefatura de Servicio de Hematología del HUCA: Foro y Simpa siembran vientos y recogen tempestades…

Por "irregularidades y desórdenes"

Una asociación de Trasplantados del HUCA apoya la destitución del jefe de hematología

Foto: Equipo de trasplantes de médula del HUCA.

OVIEDO, EUROPA PRESS

La Asociación de Trasplantados Hematopoyéticos (de médula) y Enfermos Hematológicos de Asturias ha mostrado este miércoles su apoyo a la reciente decisión de las autoridades sanitarias de destituir al jefe del Servicio de Hematología del Hospital Central Universitario de Asturias (HUCA), Francisco García Menéndez-Tévar, por los "desórdenes e irregularidades" que a su juicio promovió durante su gestión.

A través de una nota de prensa, y también en rueda de prensa junto con la Unión de Consumidores, el delegado de este colectivo, Miguel Pérez, ha respondido de esta forma a las críticas que tanto desde el partido Foro Asturias como desde el sindicato médico Simpa se han vertido contra el cese de este facultativo.

Pérez rechaza los "argumentos fácilmente fabricables" de los que habla el sindicato, y las supuestas razones políticas a las que aludió Foro Asturias, refiriéndose a que el profesional fue nombrado jefe de servicio durante el Ejecutivo autonómico de Francisco Álvarez-Cascos.

Para el delegado del colectivo, trasplantado de médula, "los hechos son concretos, objetivos y sin ninguna arbitrariedad". Afirma que durante el periodo de gestión de Tévar  "han sido continuas las quejas de enfermos y familiares a la Asociación de irregularidades y desórdenes en ciertas áreas del Servicio".

Asegura además que él, como paciente, se  sintió "instrumentalizado de forma ruin y mezquina" por "profesionales del Servicio de Hematología y de la Unidad de Coordinación de Trasplantes".

Solicita además Pérez que "no se produzca una confrontación directa entre estas organizaciones y los pacientes y sus familias", y advierte que sí por efecto de esta contencioso se producen "daños, alguien deberá hacerse responsable y ciertamente no serán estos últimos, sino las personas que las promueven y lleven a cabo".

La UCE y los pacientes reclaman más medidas en el servicio de Hematología del HUCA

La destitución del jefe de la unidad no ataja las «irregularidades», afirman los consumidores y los trasplantados

30.05.2013, Oviedo, P. Á. / Efe, en La Nueva España.

El presidente de UCE-Asturias, Dacio Alonso, denunció ayer que quien controla la sanidad en el Principado no es la Consejería sino la «excesiva influencia del corporativismo médico» del que su sindicato mayoritario, el SIMPA, «es su brazo armado». Alonso realizó estas declaraciones en una rueda de prensa en la que analizó la situación del servicio de Hematología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) tras la destitución de su responsable, el doctor Francisco García Menéndez-Tevar. Una medida, subrayó Alonso, «necesaria pero no suficiente para devolver la normalidad» a un área muy sensible del complejo hospitalario.

También comparecieron ante los medios el presidente y vicepresidente de la Asociación de Trasplantados Hematopoyéticos y Enfermos Hematológicos de Asturias, Pablo Nanclares y Miguel Pérez, respectivamente. Los representantes de estos enfermos -muchos de ellos sometidos a trasplantes de médula ósea, cordón umbilical y progenitores hematopoyéticos- manifestaron su apoyo a la destitución del doctor Tévar, a quien consideran responsable del «caos» que a su juicio sufría el servicio, y su satisfacción por el regreso al mismo de la doctora Consolación Rayón.

Los representantes de los pacientes y la UCE coincidieron en reclamar que se normalice la situación del servicio de Hematología. Y es que Alonso, Nanclares y Pérez sostienen que con el anterior equipo se habían producido diversas «irregularidades», como la «instrumentalización» de los pacientes en los enfrentamientos entre médicos registrados en los dos últimos años. El presidente de UCE-Asturias aseguró que Tévar ha gozado del apoyo del SIMPA en su objetivo, entre otros, de forzar la marcha del doctor Carlos Vallejo, responsable del programa de trasplante hematopoyético, «sin importarle que, desde su llegada, la del HUCA se haya situado entre las cuatro mejores unidades de trasplante de España».

Dacio Alonso criticó la actuación de la Consejería por ser «contemplativa» en situaciones que pueden poner en riesgo a los pacientes. Y Miguel Pérez afirmó que el colectivo de enfermos observa con «perplejidad» que Foro y el SIMPA cuestionen la destitución del doctor Tévar. La semana pasada, el partido de Álvarez-Cascos acusó al Gobierno socialista de relevar al jefe de Hematología del HUCA «por razones políticas».

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El contrapunto de todo lo anterior: el acto de solidaridad de Hematología del HUCA, Cuz Roja y el SESPA con Limam Omar, un refugiado de 8 años que sufría una leucemia mortal y que salva su vida gracias a un trasplante de médula en el Hospital Central…

El pequeño saharaui vuelve a sonreír

Oviedo, Pablo ÁLVAREZ, en La Nueva España.

«Estoy muy contento», «tengo ganas de jugar», «no me gusta estudiar». En tres frases cortas, y despojadas de cualquier vestigio de formalismo, Limam Omar, de 8 años, resume su presente y el futuro al que aspira. En cuanto se descuida, esboza una amplia sonrisa y dibuja con sus dedos un doble signo de victoria. Nada extraño, porque su pasado reciente se llama enfermedad, o más bien muerte segura. Hace 40 días fue sometido a un trasplante de médula ósea en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), una intervención impensable para un niño nacido y crecido en la inmensa pobreza del desierto, en un campo de refugiados saharauis. Hoy la leucemia que padecía está en fase de remisión completa. «Está estupendo, perfecto. Lo lógico es que esté curado para siempre», explica Carlos Vallejo, responsable de la unidad de trasplante hematopoyético del Hospital Central.

Limam lee un cómic de «Spiderman». Su madre, Jadijetu Jalifa, le besa en su cabeza calva. Y su hermano Budbuda, de 16, sonríe también. Budbuda ha sido el principal cómplice de Limam. Una complicidad, en cierto modo, obligada: era el único de sus cuatro hermanos que podía donarle la médula que necesitaba, el único compatible, pese a que Limam es del Madrid y su hermano del Barça. «Me alegra mucho haber salvado la vida a mi hermano», subraya Budbuda Omar.

No obstante, Limam Omar deberá permanecer bajo vigilancia médica hasta que hayan transcurrido, como mínimo, seis meses desde el trasplante. Durante ese tiempo, continuará viviendo con su madre en la Casa de Acogida que, emplazada en Oviedo y destinada a enfermos saharauis, financia la Consejería de Bienestar Social del Principado y gestiona Cruz Roja. A partir de ese momento, el equipo que dirige el doctor Vallejo deberá valorar si la situación del niño permite que retorne a un entorno tan precario como es el campamento de Auserd.

Fue en junio de 2010 cuando la salud de Limam Omar comenzó a quebrantarse. Su madre explica que los síntomas del niño se resumían en «fiebre y anemia». La enfermedad no cedía y en junio de 2011 se hizo imprescindible tomar medidas. Evacuado a Argelia, ingresó en un hospital de la capital. Nueve meses permaneció allí, hasta que se hizo evidente que, con los medios disponibles en Argel, poco o nada se podía hacer. En marzo de 2012 el pequeño fue trasladado al Hospital Central de Asturias, donde le fue diagnosticada una leucemia linfoblástica aguda, mortal de necesidad si no era tratada de forma adecuada.

Limam iniciaba así una nueva etapa de su vida que, gracias a la colaboración de numerosas instituciones y personas, parece dispuesta a regalarle un porvenir más prometedor. Una etapa propiciada por una de esas iniciativas que enaltecen al ser humano, impulsada por el médico endocrinólogo Francisco Díaz Cadórniga, ya jubilado de su cargo de jefe de servicio del HUCA. En 1995 el doctor Cadórniga y otros profesionales asturianos iniciaron un programa de ayuda sanitaria al pueblo saharaui. Fue este programa el que permitió conocer el caso de Limam Omar y el que posibilitó que llegaran a Asturias el niño y su madre, en un primer momento, y su hermano, más tarde.

Ana Palacio, responsable de la casa de acogida de refugiados saharauis en Oviedo, y Consuelo Rayón, jefa de sección del servicio de Hematología del HUCA, relatan los mil y un obstáculos que fue necesario superar para que los especialistas del complejo hospitalario pudieran salvar la vida del pequeño. «Ha sido complicado, cosa que ya sabíamos de antemano. Pero ahora estamos encantados de que todo haya ido muy bien», señala el doctor Cadórniga, más activo que nunca pese a su estatus de médico jubilado.

Limam y su madre no tienen palabras para agradecer el trabajo de todo el personal de la unidad de trasplante hematopoyético del Hospital Central. En lo que va de año, este equipo suma 55 intervenciones, una cifra que seguramente ni un solo centro sanitario de toda la geografía nacional puede igualar. Pero pocos procesos pueden concentrar tantas vicisitudes y emociones como el de Limam. Al pequeño saharaui se le iluminan sus ojos oscuros cuando se le habla de volver a casa. Sonríe. Reconoce que se lo pasa mejor con sus amigos. De vez en cuando ojea el cómic de «Spiderman». Él no es un superhéroe, pero tal vez la vida le exija alguna proeza que otra cuando regrese a eso que muchos llaman desierto, y que para él es, simplemente, su hogar.